Nota de la autora.

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En este plano dimensional no existen los finales enteramente felices, uno se enfrenta a las tristezas, a los dolores para poder conocer lo que es la felicidad. Si estuviésemos todo el tiempo alegres, sin derramar una sola lágrima podríamos dejar de disfrutar los pequeños o grandes momentos en los que se nos otorga felicidad.

Los romances de la juventud muchas veces son pasajeros, otras son duraderos y en algunos casos duran toda la vida, pero lo importante siempre es haber disfrutado el momento mientras fue posible, dejarse llevar sin olvidarse de uno mismo o de las prioridades que tenemos. Todo lo que es visible al ojo humano es pasajero. Debemos disfrutar mientras nos sea posible, amar si se nos permite, agradecer si obtenemos y cuidar lo que queremos.

La vida es una, no sabemos si el día de mañana podríamos despertar o podríamos no hacerlo.

Vive, ama, ámate. 


-Karol Lees.

La chica de las notas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora