Callejon Diagon

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Me desperté sobresaltada, me aparté los mechones sudados de mi cara. Entré al baño y me duche e hice todas mis necesidades. Salí y me vestí con un jean, una camisa de tirantes negra y con detalles negros y mis vans negras. Me maquille y baje tranquilamente. Al bajar pude ver a Hagrid, el semi-gigante, y a Lori, mi madre.

-Vamónos -dijo Hagrid sonriendo.

Fuimos a un lugar en el que solo podían entrar magos y brujas, el caldero chorreante, creo. Hagrid fue a el callejón del bar, o lo que fuera, y tocó los ladrillos con su paraguas, los ladrillos se abrieron y pude divisar una calle y un montón de gente con túnicas y niños de mi edad, o mas pequeños. Mire a mi madre asombrada. Hagrid me dijo que quería comprar primero, pero, antes de responderle, se golpeó la frente con la mano. Me llevo frente a un edificio grande y blanco, parecía un museo, que en letras grandes ponía, Gringotts. En una parte del edificio había una inscripción, me acerqué a esta y la leí.

«Entre, extraño, pero tenga cuidado
Con lo que le espera al pecado de la codicia
Porque aquellos que cogen, pero no se lo han ganado
Deberán pagar en cambio mucho más
Así que si busca bajo nuestros suelos
Un tesoro que nunca fue suyo,
Ladrón, está advertido, tenga cuidado
De encontrar algo mas que un tesoro allí.
»

Un escalofrió recorrió todo mi cuerpo, entré junto a Hagrid y mi madre, a cada extremo del pasillo había una fila de duendes haciendo su propio trabajo, a decir verdad, daban un poco de miedo.

Llegamos al final del pasillo, estábamos enfrente de un duende, el duende pidió una llave, Hagrid empezó a buscar en su abrigo, mi madre se adelantó y entregó una llave. El duende se quedó mirando a mi madre y luego soltó algo que me dejó extrañada. Adelante señorita Black. Miré a mi madre, ¿Black? ¿Ese sería el apellido de mi padre? Mi madre negó con la cabeza, no és el momento adecuado-susurró y yo asentí.

Nos subimos a una especie de carrito de minería y empezó a dar vueltas y a ir muy rápido, me daban náuseas. El carrito paró de golpe, tanto, que casi me caigo. Por fin pisé tierra firme, lo habría besado, si no fuera de que estaba muy, pero que muy, sucio. El duende abrió una puerta con la llave que le dejó mi madre, y Hagrid cogió unas cuantas monedas de oro, de plata y de bronce o también llamadas como Galeon, Sickle y Knut, según Hagrid. Luego de Gringotts Hagrid me llevó a una tienda vieja llamada Ollivander's. Entré yo sola, ya que, Hagrid y mi madre fueron a comprar los libros, me acerqué a la barra y miré todas las estanterías.

- ¿Hola? ¿Hay alguien? -pregunté y salió un hombre viejo de cabello plateado y ojos grises.

-hola querida, te pareces a tu padre, menos por el pelo, no se de donde salió eso, tu padre pelinegro y tu madre castaña-dijo pensativa acercándose a mi.

-Emmm...vine a por una varita.-digo incómoda por su actitud.

-Oh,sí,cierto,ven,ven.-me dijo y sacó una medidora y empecó a medirme los brazos, los dedos,¡todo! -Haber...-dijo buscando entre las estanterías.

Me entregó miles de varitas, las cuales ninguna me servía, hasta que sacó una cajita roja de terciopelo, la abrió y me entregó la varita.

Una corriente me recorrió todo el cuerpo, hice un movimiento y todo lo que rompí se arreglo. Ollivander cogió la varita y la miro.

- 31.25 cm,sicomoro,núcleo de dragón y sorprendentemente susurrante.-me dijo y me la devolvió.

-¿Cuanto es?-le pregunte.

-3 galeones.-me dice y yo se le entrego los galeones.

Econtré a Hagrid fácilmente, ya que resaltaba entre la multitud, mi madre y el tenían los libros y las túnicas, fuimos a comprar todo lo que quedaba.

Hagrid se encontró con tres chicos y empecarón a hablar, mi madre se fue ya que tenía que trabajar.

-Esta és Alexis, és nueva en Hogwarts, Alexis, ellos son Harry Potter,-dijo señalando a un chico con gafas redondas y ojos claros-Hermione Granger,-señaló a la única chica del grupo,era castaña y de ojos marrónes- y Ron Weasley-dice señalando al pelirrojo de ojos claros.

-Hola-saludó y ellos también me saludan.

-Irás a su curso, son de Gryffindor, los tres, tu seguramente estés en Gryffindor, tu madre fue una espectacular Gryffindor-me dice sonriendo y yo fruncí el ceño.

-Ya,vamónos,tengo hambre.-suelto con cara cansada y el trío ríe.

-Bueno,adiós chicos,nos vemos.-se despidió Hagrid y yo moví mi mano en signo de despedida.

-Adiós-dijeron al únisono.

Volvimos al caldero chorreante y de allí Hagrid me llevó a mi casa y el se fue a Hogwarts.

Cené con mi tía, ya que mi madre estaba trabajando. Le pregunte sobre Hogwarts, ella me contó que mi madre fue Gryffindor y ella Ravenclaw. Me contó sobre el director y también sobre las casas. Sobre el techo encantado del Gran Comedor, sobre Harry Potter y sobre El Innombrable.

Loved [pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora