5SOS One Shots

Lashton | Remember me.

Me encaminé hacia el restaurante de mi madre, cargando las bolsas con cosas que me había pedido que comprara.

Iba con los auriculares puestos en mis oídos, siguiendo al ritmo de la música de Earth, Wind & Fire, cantando por la calle, mientras la gente se me quedaba mirando, o me saludaba por conocerme del restaurante en el que trabajaban mis padres.

Mis pasos eran todos al ritmo de aquella canción, y mi sonrisa no se iba de mi cara.

Tenía el prnsamiento de que iba a ser un gran día.

Entré al establecimiento saludando a los clientes diarios, a Mary y a Fred, a los gemelos Jackson, a Sam, y me dirigí a la barra, ante la mirada atenta de mi madre.

- ¿Lo tienes todo? -me preguntó con una sonrisa.

- ¿Cuándo te he fallado yo, mami? -le di un beso en la mejilla y entré en la cocina, aún sin funcionar. Salí de ella con una mochila en la espalda, mi carpeta forrada con mis grupos favoritos y un estuche con lápices y bolígrafos.

- Deberías dejar de estudiar por un tiempo, cielo. Disfruta del verano. -me dijo mi madre acariciándome el cabello.

- Mamá, te dije que iba a ayudar a ese niño con sus deberes. -la miré.

- Luke, deja de pensar tanto en los demás y relájate -se acercó a mi oído y me susurró-. Te tengo una sorpresa.

- ¿Qué? -reí.

- ¡Lukey!

Me giré y vi a un chico con el pelo rizado recogido en una bandana negra, una camiseta básica negra y unos pantalones con un agujero en la rodilla derecha del mismo color. Ah, y sus Converse también eran negras.

Me sonreía, marcando sus hoyuelos a cada lado de su cara, dándole un aire de ternura.

Abrí los ojos como platos, tiré las cosas al suelo y corrí hasta abrazarlo con todas mis fuerzas.

- Dios mío, Ashton... -le apreté más contra mí y sollocé levemente-. Te he echado tanto de menos...

- Hey, Luke -nos separamos y me miró, acariciándome la cara y limpiando mis lágrimas con sus pulgares-. Estoy aquí, ¿vale? No voy a irme en un tiempo. -me sonrió.

Abrí mi boca y agarré su cara.

- ¿En serio?

- En serio. -rió y se acercó a mí para besarme.

Maldita sea, le había echado muchísimo de menos.

Ashton se había ido a vivir a los Estados Unidos con su padre. Había pedido la custodia y la consiguió. Llevaba más de un año y medio fuera.

Lo peor de todo era que antes de enterarnos de todo eso, nosotros decidimos darnos una oportunidad, vamos, tener una relación. Y cuando llevábamos diez meses juntos, su padre vino y se lo llevó. Ni siquiera me dio tiempo a despedirme de él.

Escuché a alguien carraspear detrás nuestro, y me giré para ver a un hombre alto, vestido con una camisa blanca y unos vaqueros azules, junto a unos zapatos de cuero negros. Llevaba el pelo engominado hacia atrás, y unas gafas de pasta negras adornaban su cara.

- Parece ser que eres el famoso Luke Hemmings -acercó su mano derecha hacia mí y le miré-. Alexander Irwin.

Abrí los ojos y tragué saliva, pero estreché su mano con firmeza.

- Quería presentarte a mi padre. Si somos una pareja formal, creo que deberías conocerlo. -me dijo Ashton poniendo su brazo por mi cintura.

- Durante el tiempo que estuvo en Estados Unidos conmigo, se pasaba todo el rato en su habitación, con el ordenador, hablando contigo. Pensé que, después de haberme ido durante tanto tiempo, y después volver a por él como si nada, era algo cruel -dijo Alexander mirándome-. Él tenía su vida aquí. Su sitio era Australia. Así que, una vez acabó los estudios, mantuvimos una charla sobre su vida. Me explicó que había tenido algunas novias, pero que había alguien que le hacía muy feliz en su antiguo hogar. Y cuando me dijo que se llamaba Luke, me lo quedé mirando de una manera muy extraña. Me explicó que había decidido seguir a su corazón e ir a por la persona de su vida -sonrió y miró a Ashton, para después volverme a mirar-. Así que, no me lo pensé dos veces y compré dos billetes para volar hasta aquí.