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Las cosas no estaban tan mal semanas después de la ruptura con Jeno, pero podrían estar mejor. Era incómodo estar todo el día en el mismo salón que él, además, sus casas se encontraban en la misma calle. Prácticamente tenía que verlo la mayor parte del día y era una pesadilla.

Tenían algunos amigos en común, como Mark y Jisung; por los cuáles se enteró de todas las veces que lo criticó a sus espaldas aún siendo novios. Trató de ignorarlo apenas se enteró, pero no pudo, se le fue imposible: seguía haciéndole daño aunque estuvieran separados. Jaemin pensaba que todo esto de la ruptura iba a ser algo más fácil de llevar, ya que todo era por su bien, dejar a Jeno fue su decisión y se supone que debería estar feliz por haberlo dejarlo ir.

Entonces, ¿Por qué dolía tanto?

Verlo con Donghyuck agarrados de las manos, dándose besos, abrazándose, haciendo lo mismo que hace un mes ellos hacían lo destrozaba por dentro. Sabía disimularlo muy bien, pero muchas veces derramó varias lágrimas por su culpa.
Lo extrañaba, no entendía como las cosas habían salido tan mal, cuando parecían ser el uno para el otro.

Renjun se quedaba a dormir en su casa aquella noche. Se encontraba llorando desconsoladamente en sus brazos, dejando escapar entre murmullos el nombre que tanto lo atormentaba últimamente: Jeno.

-Lo extraño- Murmuró, entre sollozos-. ¿Por qué la gente que más quiero tener a mi lado, me abandona?

-Escúchame- El mayor tomó el mentón ajeno entre sus delicados dedos y lo obligó a mirarlo a los ojos-. Tú hiciste lo que pudiste, y él ni siquiera quería tener una relación seria contigo.

-Eso no me hace sentir mejor, Renjun.

-Déjame terminar, estúpido- Prosiguió, tratando de no sonar tan brusco para no asustarlo-. Él no te supo apreciar, y lo que tú mereces es alguien que te valore y sepa ver el ser humano tan precioso que eres. Deja de llorar por un inútil que nunca hizo nada para merecer a un angelito como tú, y sólo abrázame.

Jaemin se rió un poco ante las palabras de su mejor amigo.

-Eres el mejor, Renren-. Jaemin se aferró más al cuerpo delgado del mayor, dejando que ese cálido abrazo lo hiciera olvidar de todas sus preocupaciones.

Algunos meses después.


Jaemin cayó enamorado de su mejor amigo. Creía estarlo, ya que el famoso sentimiento de mariposas en el estómago lo invadía cuándo estaba a su lado, cuándo se abrazaban, cuándo se besaban.

Se habían besado varias veces. Un día, los labios del chino terminaron apresando a los suyos; compartieron un beso lento y tranquilo de algunos minutos. Ambos pares de labios parecían haberse estado esperado toda una vida para encontrase y complementarse.

-L-lo siento- Murmuró Renjun apenado al separarse de su menor-. Ni siquiera sé si has superado a Jeno, se supone que soy tu mejor amigo, yo...

Las palabras del rubio quedaron en el aire al ser interrumpido por una risita de Jaemin.

-Tranquilo, de todos modos yo te correspondí- Comentó regalándole una de sus contagiosas sonrisas-. Jeno está en el pasado, terminamos hace bastante y pude darme cuenta de que merezco algo mejor. Tú eres ese alguien.

Al escuchar estas palabras, el susodicho se sonrojó un poco y sintió como las manos ajenas comenzaban a acariciar sus cabellos.

-Siempre estaré aquí para ti- Dijo el mayor de forma apenas audible, cerrando los ojos y relajándose a causa de las caricias que el peliazul le brindaba.

maniac; nomin [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora