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Aquello tomó por sorpresa a Renjun, sin dudas no se lo esperaba ni en un millón de años. Hace varios días pensaba en comentarle aquello, y la respuesta que esperaba era más o menos así: ''tienes razón, necesito tiempo para pensar".

Sin embargo no fue así, en ese momento Jaemin le había propuesto comenzar una relación seria, sin importarle todo lo demás. Como si su amor fuera lo único relevante en el mundo.
El rubio sonrió de forma inmediata, estaba demasiado feliz, tanto que se dejó llevar. Se abalanzó sobre el cuerpo del menor y lo apretujó en un abrazo cargado de cariño. Se notaba a kilómetros su felicidad, tanto que Jaemin terminó contagiándose de la misma; devolviéndole el abrazo con la misma intensidad.

Luego de abrazarlo por algunos segundos, se separó unos centímetros solamente para poder estar cerca de sus labios. Nunca había tenido tantas ganas de besarlo como en aquel mismísimo instante.

Los belfos ajenos y los propios finalmente se conectaron, primero compartiendo un toque casi superficial. Para que luego el mayor comenzara a mover los suyos de forma lenta y tranquila, tomándose todo el tiempo posible para besarlo.
Jaemin imitó la acción del mayor, tratando de hallar el ritmo perfecto entre ambos pares de labios. Aunque todo dejó de ser dulce y tranquilo al momento en que mordió ligeramente el labio inferior de Renjun, causando que abriera un poco su boca, y lograra su cometido de ingresar su propia lengua a la cavidad bucal contraria.

Ambas lenguas chocaban entre sí causando leves chasquidos, indagaban la cavidad bucal del otro ahora de una manera más calmada, más profunda, como si ese beso no necesitara ser rápido o violento para ser sumamente satisfactorio. De un momento al otro, el mayor se encontraba sentado en su regazo, con sus piernas a cada lado de Jaemin, mientras que las yemas de sus dedos acariciaban la cintura ajena.

Algo agotados por la energía invertida en el beso, se separaron apenas, abriendo los ojos lentamente y encontrándose con la cara ajena a pocos centímetros de distancia. Nuevamente se dedicaron una sonrisa, como si acabaran de sellar algún trato secreto entre ambos con aquel beso que compartieron.

-Eso, entonces... ¿Es un sí?- Preguntó el peliazul, recibiendo como respuesta una expresión aburrida del chino-. ¡Sabes muy bien que no sé leer entre líneas!

-No hay mucho que pensar respecto a eso, sí que eres tonto- Río un poco Renjun-. Es claro que significa...

No se le hizo posible terminar, ya que se escucharon unos gritos atrás suyo, a unos metros de distancia. Parecía ser la voz de Mark.

-¡Jaemin! ¿Dónde estás?

Ambos se miraron extrañados, seguramente había pasado ocurrido algo importante pero ninguno de los dos se imaginaba que podía ser. Luego de que el rubio bajase de su regazo y le hiciera una señal para que lo esperara; se dirigió hacia la entrada del patio, donde se encontraba Mark que parecía sumamente preocupado.

-¿Qué pasó? Llegamos con Renjun hace un rato y te estuvimos buscando, pero no estabas por ningún lado- Habló el peliazul apenas estuvo en frente de su amigo.

-Yo también te estuve buscando, Taeyong me dijo que te había visto venir al jardín con Ren, así que vine enseguida- Mark trató de no divagar y relatarle lo importante al menor-. Le pasó algo a Jeno.

Jaemin frunció el seño al escuchar el nombre de su ex novio.

-¿Jeno? ¿Y por qué tendría que importarme?- Bufó con notable rabia en su voz-. Sabes la cantidad de daño que me hizo, es extraño que hayas venido a decirme exactamente a mí sobre esto.

-¡Tú no entiendes Jaemin, me dijo que te llame, sino ni siquiera se me hubiera pasado por la cabeza venir a buscarte!

-¿Crees que voy a ir a verlo solamente porque me lo pide? Yo no quiero saber nada más de él, hasta podría extinguirse y ni siquiera me importaría. Estoy ocupado Mark, me tengo que ir.

maniac; nomin [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora