Un joven humano se une al club de cocina de la academia Seton. Entonces conoce a una hiena hembra que cree ser un macho que lo enamora perdidamente. Pero para ganarse su favor va a tener que demostrar que ni el animal más grande podrá derrotarle.
La...
Me alegré mucho al saber que Yena había aprobado todos los exámenes. Y como las vacaciones se acercaban, todos los del club de cocina estábamos pensando en nuestros planes para el verano. Mei-Mei había decidido invitarnos a su casa en la playa, y todos estábamos ilusionados. Íbamos todo el club de cocina, pero también vendría Anne, una neanthertal muy amiga de Hitomi, y para mi alegría, Yena. Pero aún quedaban dos semanas para eso, y un problema había llegado a la academia. Una manada de licaones había sido trasladada a la escuela, y provocaban problemas pasaran por donde pasaran.
Un día, Yukari y yo pasábamos por enfrente de la academia, y los licaones nos cortaron el paso:
Licaon1: Oye guapa, ¿por qué no dejas a ese pringado y te vienes con nosotros?
Yukari: N-No gracias.
Licaon1,2,3,4,5,6 y 7: ¡Oh, vamos!
Licaon5: Hey, ese es el chico enamorado de esa hiena que se cree macho.
Licaón4: Es cierto.
Todos los licaones empezaron a reírse.
Dani: Es un macho...
Licaón7: ¿Eh?
Licaón4: ¡Jajaja! Mirad como defiende a esa hiena tonta.
Dani: No hables así de Yena...
Licaón4: ¿Eh?
Le dí un puñetazo al licaón que había insultado a Yena. Éste cayó a suelo y todos se me echaron encima. Le di una patada en el morro a uno y lo lancé contra sus compañeros, y luego me lancé yo sobre ellos. Creo que me emocioné demasiado. Incluso mordí a uno. Cuando todos huyeron, la campana sonó:
Yukari: ¿Vamos?
Dani: Sip.
Yena: Oye, ¿Que hacen esos?
Dani:¿Eh?
Parece que había enfadado mucho a los licaones, porque nos rodearon muchos. Muchos.
Licaón7: Ese es el tipo que nos pegó, y esa hiena que se cree macho.
Yena: ¡Maldito yo soy machoooo!
Dani: ¡¡¡OS DIJE QUE NO NO OS METIERAIS CON YENA!!!
Antes de que todos procesaran lo que acababa de pasar, yo ya estaba partiendome la madre con los licaones:
Yena: Rayos, es un tipo increíble...
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Yena también se unió a la pelea, dando una patada a uno de los licaones. También me cubrió golpeando a una licaón que pretendía golpearme. Estuvimos horas peleando, y entonces oímos a un profesor acercarse:
Licaón6: ¡Mierda, vámonos!
Agarré a Yena del brazo y nos escondimos en unos arbustos:
Yena: ¿No crees que este es un escondite un poco malo?
Dani: Es el mejor que hay aquí.
Oímos al profesor buscarnos, pero acabó yéndose a los pocos segundos:
Yena: Eso estuvo muy cerca.
Se acarició los nudillos. Ambos los teníamos magullados por la pelea:
Dani: En mi habitación tengo vendas. Es mejor que nos las pongamos en los puños.
Yena: Sí, buena idea.
Estuvimos varios minutos callados, curándonos las heridas. Notaba que Yena me miraba mientras le vendaba la mano que le faltaba:
Yena: Eres increíble peleando.
Dani: No es para tanto.
Yena: Sí. Sí lo es.
Noté como se iba acercando poco a poco a mí. La miré y tragué saliva. Cuando iba a decir algo, nuestros labios se juntaron por un segundo. Pero ella se separó al instante:
Yena: ¡L-lo siento!
Se fue corriendo, y yo me quedé solo, procesando lo que acababa de ocurrir. Entonces, un pensamiento cruzó mi cerebro. Tenía una oportunidad con Yena. Y este verano iba a conseguir conquistarla.
