sucucho muerte

Parte 2

Julia abrió el sobre tiritando y sudando, salió un papel que tenía escrito dos series de números, que obviamente eran coordenadas, y abajo decía "P0 i9". Discretamente llamó a Monolina y se lo contó, eran el equipo perfecto, conjugaban el conocimiento de la casa de la Peste con los conocimientos de Julia en boy scout, donde no solo aprendió a chupar pija.

La tarde siguiente con la excusa de ir al almacén a comprar jugo de patas se dirigieron al lugar de las coordenadas, que quedaba a pocos kilómetros de la casa. Cuando llegaron se encontraron con una casilla abandonada, entraron, revisaron el pequeño lugar y encontraron un gran papel, que decidieron llevarse para invesigar.

Mientras tanto en la casa decidieron tomar una peculiar siesta, luego de la cual no volverían a ver a Vicky...

Julia y la hermana de Paul Rudd decidieron parar en un otoñal valle de margaritas y girasoles, extendieron el papel que habían encontrado en la casilla y vieron el plano de una gran casa de 3 pisos con mucho campo, Catalina confirmó que se trataba de un plano de la casa. El plano estaba diagramado de tal forma que el en piso 0, punto: i9 había una escalera que descendía a un subsuelo que la prima del dueño de casa desconocía. Y con esto despejaban la duda sobre la carta...

Cuando volvieron a la casa ya habían terminado la siestonga. A Mateo e Isa les pareció sospechoso que hayan pasado tanto tiempo juntas, Sebastián dijo explícitamente que le parecía que andaban en mierdas sáficas. Luego pasaron horas conversando, a Schapiro le pareció sospechoso que Elissalde estuviera tan callada, pero no era nada fuera de lo normal. De todas formas algo raro había...

Schapiro: Falta Vicky! –exclamó- donde esta?

Isa: se debe haber quedado mirando porno gei

Mateo: pero ella nunca viene a las juntadas

Seba: *toca la guitarra*

Cata: idiotas otra persona más que se pierde

Schapiro: que no se hayan muerto *llora*

Ramiro: *desprende la mirada de su teléfono celular* morite

Mateo: justamente no

Elissalde: callense

Esa noche nadie comió, quizá por el olor a sangre que emergía del piso, quizá porque no les daba la plata, quizá porque les daba paja ir al almacén que quedaba a 1km.

Luego que todo el mundo aparentemente se había ido a acostar Cata y Julia decidieron investigar. Fueron hasta la oscura escalera que decía el plano, en el final de esta había una puerta de la que salía luz y unos ruidos sumamente extraños. Bajaron muy sigilosamente la escalera de piedra, se miraban a los ojos, se escuchaban ruidos muy extraños, temblaban, parecía que una alta sombra se movía. Abrieron la puerta.