Capítulo VI.

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-¡Que aburrido estar aquí!-Exclamaba el joven niño en un bote junto a su padre con cañas de pescar en sus manos, era la primera vez que iban a pescar, a su padre le encantaba a la idea, mientras que el chiquillo poca emoción tenia-. Ya no hay más peces, papá. Vámonos-El fastidio sobresalía de su tono de voz, mientras con flojera agarraba su caña de pescar.

-Paciencia Scoty, esto es algo que tarda horas. Debes ser paciente-Demián White estaba calmado, si ninguna pizca de impaciencia ni fastidio, más bien. Disfrutaba estar en la calma del lago, junto a su hijo.

-¡Pero no engancha ni uno!, ¡Esto es aburrido!-La molestia empezaba a notarse en el rubio, y su papá volteó a observarlo, sus ojos tranquilos y una sonrisa ladeada demostraban su diversión.

-Cuando no sabes si podrás capturar a uno, es donde las mayores sorpresas ocurren. Si tienes paciencia, te sorprenderás en algún momento y la satisfacción de atrapar a un pez, será mayor-Respondió, dejando a su hijo pensando-. Además, disfruta de tu silencio cuando puedes tenerlo Scott. Debes aprender a apreciarlo y a entenderlo.

El ojiverde se quedó pensante, observando el agua danzando con su movimiento calmado e hipnotizador. El sonido de las aves llegando a sus oídos le daban un aire agradable; el sol brillaba sin molestar a los pescadores, y llenaba de luz y belleza los alrededores. En silencio, Scott pudo vislumbrar la belleza de su entorno, ahí es donde pudo entender las cosas buenas que se esconden tras el silencio.

De nuevo volteo a ver a su padre, quien miraba el agua silbando una tonada, con aire despreocupado. Su cabello rubio desfilado y su barba de tres días le daba el atractivo que tanto le enamoró a su madre. Él era un hombre alto y en buena forma, gracias a su entrenamiento policial. Su ropa de pesca siempre lo hacía ver como un hombre común y corriente, uno que no mataría ni a una mosca. Pero si lo vieran con su uniforme policial, temerian al hombre entrenado y dispuesto a romper huesos por la justicia del país.

Sin esperar nada, un movimiento bajo el agua alerta al chico; un pez había caído en la carnada y ahora la adrenalina de padre e hijo subía como espuma, mientras su acompañante señalaba a su hijo de lo que debía hacer-:¡Sostenlo fuerte, hijo!, ¡sube la caña y mantén la fuerza!.

El pez era grande, el esfuerzo que tenía que ejercer era inmenso. Su padre quería ayudar, pero quería enseñarle algo a su hijo, y debía mantenerse al margen.

Luego de unos segundos de batalla y mucho esfuerzo, Scott logra sacar a un pez de un tamaño bastante considerable, el cual con sus últimos segundos de vida se movía con locura, buscando el agua para poder sobrevivir. Hasta que por fin, el pez murió.

-Debes tener paciencia, Scott. La paciencia es una virtud que, usada bien. Te dará la ventaja en toda situación de tu vida. Úsala a tu favor-La mirada de su padre era sabia, tranquila y alegre. Él siempre había sido alguien metódico, simple y paciente. Eso lo hacía alguien estratégico y sabio, aún con su edad algo joven que tenía en su tiempo. Era alguien con mucho conocimiento-. El silencio esconde muchas cosas, usa el silencio de tu entorno para darte una ventaja cuando hagas ruido. A veces, hijo. El silencio es el mayor ruido que existe.

Mis pasos lentos y pasivos, apagados como una vela apenas soplada recorrían el pasillo rumbo a la salida, el bosque me esperaba, Corgrum estaba ahí. Y él era mi siguiente objetivo.

Me sentía apaleado mentalmente. Este lugar, está mansión ha tocado partes profundas de mi, recuerdos, vivencias y alucinaciones me han estado atormentando. He tenido que ver cosas atroces, que con seguridad se quedaran grabadas en mi memoria por años; mate a mi mascota, maté a una madre y ahora maté a sus hijos, asesine a unos niños que no habían vivido ni una quinta parte de su vida. Habían sido obligados a tener que ser criaturas por quien sabe cuántos años, ha tener que asesinar, devorar y cazar personas, sin alma propia, sin voluntad. Y todo por culpa de él maldito propietario.

La Mansión de los Pecados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora