-El parto y Final-

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Regresamos a casa, pronto descubríamos que debíamos de tener nuevas responsabilidades para con e bebe, mi mama nos recibió ya con la comida, todo estaba muy alegre, Karen también fue con nosotros para celebrar la venida del bebe, ella era la tía designada y favorita para esto, mis suegros también vinieron al igual que mis tías, mi padre desgraciadamente había fallecido hace años por ello es que no lo mencionaba ya que nunca me afecto realmente pues siempre viví sin uno, aunque ahora como chica me hubiera gustado tenerlo, dicen que siempre son los más unidos los madres con sus hijas, él bebe debía comer ahora cosas distintas para su crecimiento, también tendríamos que limpiarlo a menudo de sus accidentes, terminamos la comida y todos se marcharon quedándonos solo con mi madre con quienes mis tías fueron igual de atentas y algo melancólicas, la atendían y la miraban, también las nota algo serias conmigo pues se notaba indiferente pero realmente entendieron que yo no sabía nada al respecto, poco a poco comenzamos con un nuevo estilo de vida.

Por la noche él bebe comenzó a llorar, no sabíamos que tenía, ni siquiera el cuerpo de futuros padres nos ayudaba a entenderlo, estaba inquieto, lloraba mucho, tenía un mal presentimiento, pues pensaba que él bebe sentía a Laura él bebe la quería a ella y no a mí, me presentía a mi siendo un alma maligna dentro del cuerpo de su madre, yo solo era una amenaza, pero no sabía qué hacer si era eso lo que tenía, simplemente esperar a que creciera y entendiera que yo ahora sería su nueva madre, poco a poco entendimos que debía de comer algo, Jorge me miro con algo de gracia pues parecía que no sabía que era lo que debía de hacer a pesar de ser tan obvio, mi instinto de madre había fallado tontamente, cuando me di cuenta, me levante la bata que aun usaba, pronto muchas ideas comenzaron a venir en mi mente, ¡daré leche a un bebe!, ¡un bebe me chuparía mi seno!, ¿cómo lo haría?, ¿estaría bien?, tome al bebe con aun algo de miedo, era nuestra primera noche con él bebe en casa, quería hacerlo bien, cargarlo se sentía especial sobre todo porque era parte de mí, acerque al bebe frente a mi pecho, aun lloraba sin control, asegurando que tendría hambre deje que sitiera mi pecho, poco a poco palpe, mi pecho pues recordaba que debía de ayudar al bebe a entender naturalmente que debía de chupar de mi pecho, él bebe lentamente dejo de llorar, estaba succionando leche de mi pecho y eso se sentía verdaderamente extraño, chupaba con sus labios algo suaves provocándome algo de sensibilidad, podría decir que me estaba excitando mientras lo hacía, intente dejar a un lado mis instintos sexuales para ponerle atención al bebe, se veía tan lindo mientras lo cuidaba, verlo en mis brazos tan tierno e indefenso, Jorge lego tomando de mis hombros sonriendo mientras ambos mirábamos al bebe.

-Yo te protegeré amor, yo seré tu mami, la mejor madre del mundo para ti y tu papa también será el mejor ambos lo daremos todo por ti-

Esas palabras hicieron feliz a Jorge, él bebe dejo de succionar leche de mi pecho, estaba algo más tranquilo aunque no tardo en volver a llorar, esta vez Jorge se levantó para ver que tenía, habíamos confeccionado el cuarto para estar cerca del bebe al menos el primer año, luego ya le daríamos más independencia y se quedaría en su propio cuarto, una ventaja de no habernos adelantado al sexo del bebe, pues ya teníamos su espacio desde hace tiempo esperando a tener uno según recuerdo por Laura, esta vez el pañal del bebe estaba sucio, estaba mojado por tanto orín que había expulsado, así pasamos unas cuantas noches más, estábamos algo cansados pues el cuidarlo no era un martirio pero si agotaba, yo por mi parte lo cuidaba junto a mi madre en el día y yo sola en la noche pues dejaba que Jorge descansara más, ahora que podía hacerlo pues se había portad muy bien en los meses de embarazo conmigo, se lo merecía, yo estaba cansada pero sentía que era mi deber cuidar más a mi hijo yo misma que nadie, mi madre también se veía más cansada, el tener al bebe le daba más vida pero veía que no era suficiente, él bebe lloraba cada noche pero de diferente manera, no siempre parecía un malestar tranquilo sino más bien como si algo presintiera, la última noche lo había hecho, no podía dejar de dormir estaba segura de que algo estaba mal, pensé que mi espíritu como Chema estaba afectando al bebe, no debía estar más cerca de él, pero no quería, no podía abandonar tantos meses de esfuerzo y cambio, debía luchar por mi bebe y mi nueva familia, intente calmarlo hasta que finalmente se quedó dormido, eran las 3:33 de la mañana no me había percatado de eso hasta que revise el reloj para asegurarme si era cierto lo que presentía no había duda si esto pasaba cada vez a esta hora seguro que mi alma aun corrupta por el mal provocaba en él bebe un efecto negativo, regrese a la cama para dormir, tarde un poco pues esperaba por si él bebe volvía a necesitarme pero esta vez no pasó nada, pensé que quizá, esta vez debía de irme, quizá mi alma estaba lista para salir de este cuerpo y dejar a Laura libre de donde quiera que estuviera y regresar con su familia, comencé a soñar, hace tiempo que no tenía un sueño tan peculiar, estaba en el mismo cuarto, como si fuera hace meses en el sueño anterior, estaba tranquila en cama con Jorge, traía puesto lo que recuerdo de esa vez, el lindo conjunto rosa que resaltaba mi cuerpo, pero esta vez no había ni panza ni si quiera notaba estuviera embarazada, de lado de nosotros había una cuna, parecía que habían pasado ya meses desde que había nacido nuestro bebe, me levanté para verlo y estaba tan lindo callado e inocente, de pronto mis manos tomaron un rumbo descontrolado como si se manipularan solas, mis manos se dirigieron a mis pechos, comenzaron a estrujarlos inescrupulosamente sin control, quería que parara pero no lo hacía, de pronto sentí como mi cuerpo se quedó paralizado, no podía moverme y mis manos aún seguían manoseando mis pechos, pronto subieron la blusa dejándome semidesnuda, comenzaron de nueva cuenta a estrujar mis pechos, estos se veían grandes como los actuales aun teniendo mi mejor figura, mis dedos comenzaron a pellizcar fuertemente mis pezones dejando salir leche eso se sentía tan sensible y excitante, me estaba invadiendo una oleada de placer muy grande hasta que comenzó a convertirse en dolor, mis dedos no dejaban de apretar mientras que sentía como toda la leche se salía vaciando mis pecho, quería que se detuviera, pronto el dolor se incrementó, la leche ya no era leche, comenzó a tornarse rojiza hasta convertirse en sangre, parecía que liberaba sangre, esto me mataría tarde o temprano, finalmente mis dedos dejaron de hacer eso con mis pechos, y siguieron manoseándolos sin control, el dolor estaba parando per mis peores miedos no, pronto mi cuerpo comenzó a moverse dirigiéndose al espejo, Jorge parecía no escuchar nada no se movía, lo miraba reflejado en el espejo, pero no parecía moverse, mi rostro cambio completamente, ahora hasta volverse un rostro pervertido, parecía que mi cuerpo tenia vida propia, pensaba que Laura se apoderaba de su propio cuerpo, pero no era así, ella no haría eso con su propio cuerpo, entonces comprendí, nadie me estaba controlando, era yo mismo, mi verdadero yo, pero mi yo maligno era quien debía ser desee un principio, desprestigiando a toda costa mi nuevo cuerpo, el cuerpo de esta mujer inocente de quien me había apoderado, quería detenerme pero no podía, sonreía bruscamente queriendo más, tenía miedo por haber vaciado mis pechos, pensé que estarían brutalmente dañados y no tendría como seguir alimentando a mi bebe, mi yo mismo se había apoderado del cuerpo de Laura, de nuestro cuerpo, seguía estrujando mis pechos mientras que baje con otra mano hasta mi vagina la cual comencé a acariciar vanamente, pronto terminé mojándome la ropa, no tenía pudor, no podía detenerme, luego de eso me detuve un poco, me notaba excitada, pero dentro de mi sentía frustración no entendía porque mi yo mismo actuaba de esa manera, pronto mi cuerpo se acomplejo, mire a mi bebe en su cuna, no sabía lo que hacía, me dirigí esta vez sin volver a sentirme yo misma, cogí al bebe en mis brazos cargándolo un poco, él bebe estaba llorando sin detenerse, sabía que todo esto de mi era un mal para él, quizás este era el fin estaba listo para salir de esta vida por completo y esto solo era un adiós, pronto, saque uno de mis pechos para darle de comer a mi bebe, pero no sé porque lo hacía si ya no tenía nada dentro, él bebe comenzó a chupar, pero de mí ya no salía nada de leche, salía sangre, sangre que bebía y parecía disfrutarlo, la sangre escurriría de mi pecho y de su boca, como si esta vez chupaba más sin detenerse, estaba sediento de mi sangre, quería parar pero ni él bebe ni yo nos deteníamos, escuche como una voz peculiar gritaba dentro de mí.

-"De ladrón a madre en 9 pasos"-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora