14 años
—¿Recuerdas cuando me besaste para que Bruno no lo hiciera primero? —me preguntó Sam mientras me lanzaba un trozo de chocolate que agarré en el aire con mi boca.
—Por supuesto, mi primer beso.
¡Y cómo no olvidarlo!
Los rostros de Sam y Bruno eran épicos, Bruno no paró de quejarse en toda la tarde diciendo que yo no podía besar a alguien que comía pegamento.
Prefería eso antes que a sus labios.
—Y después, cuando las chicas se enteraron... ahora me da más risa que vergüenza —comentó. Me lanzó otro pedazo de chocolate, pero esta vez no lo alcancé.
Él se rio de mí y yo le estrellé una almohada contra el rostro.
Nos habíamos convertido en grandes amigos después de todo. Mis padres botaron a la basura todas mis cosas más preciadas de Peter Pan en cuanto se enteraron que reprobé el año y junto con Sam fuimos los más listos de la clase.
Pero sólo nos duró un año, al siguiente estuvimos tan perdidos como cuando nos fuimos de excursión y no encontrábamos el lugar donde se suponía que debíamos acampar.
—Pero yo sigo creyendo que Bruno estaba celoso —dijo de pronto.
—No lo creo. Es que él siempre quiere ser el primero y el mejor en todo, sólo estaba enfadado porque le ganaste —argumenté, odiaba cuando hacía esos comentarios.
—No estés tan segura. Te apuesto a que si se enterara que tienes novio, reaccionaría igual que esa vez.
—Claro que reaccionaría así, yo habría tenido novio antes que él. ¿Acaso no me escuchas?
Sam rio más fuerte y se comió lo que quedaba de chocolate.
Estábamos en mi habitación viendo una película romántica, me seguían pareciendo igual de tontas que a los ocho años, pero al menos ya no me daban asco las escenas más íntimas.
Por Sam no me preocupaba, resultó ser un galán innato en cuanto cumplió los doce, se dejó el flequillo, las pecas de su rostro se volvieron adorables ante los ojos de las demás chicas, era más alto que el resto y aparentaba dieciséis.
Incluso Quinn le pidió una cita. Sam fue tan bueno que grabó ese momento para mostrármelo y reírnos de la cara de indignación que puso Quinn cuando él la rechazó.
Sin embargo, Bruno no se quedaba atrás.
A pesar de odiarlo, debía reconocer que estaba a la altura de mi amigo. Se dejó los rizos y como por arte de magia había crecido más de lo normal, me sacaba cabeza y media.
Al final, Bruno había regresado a la Academia Westfield con una beca, cosa que alegró mucho a Bernie quien se sintió muy orgullosa. Jaime ya había salido de la escuela y había viajado a Londres para estudiar en una Universidad de allí.
Rachel había crecido bastante también, en realidad, todos eran más altos que yo. Nos parecíamos en algo, pero en pocas cosas. Era la única que me apoyaba para detener las locuras de Mercedes y Brittany.
Ellas seguían igual, cuando se enteraron que besé a Sam fueron inmediatamente a molestar a Rachel. No sé cómo lo logró mi prima, pero se las quitó de encima en dos días.
—¿Bruno con novio? —inquirió Sam. Lo golpeé en la cabeza con otra almohada.
—Sabes a lo que me refiero —le dije.
—Sí, lo sé. Me pregunto por qué no tendrá novia todavía, te debe estar esperando...
En ese momento se cayó de la cama.
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marry me - bruno mars [adaptada]
Fanfic"...y por todo ese cariño que te tenemos, Bruno- dijo mi padre, radiante, con su traje negro que fue hecho especialmente para la ocasión- queremos que formes oficialmente parte de esta familia. Así que este es nuestro regalo de cumpleaños, la mano d...