Después de muchos intentar encajar la llave en la puerta escucho se hacia un "Clic" y en su rostro se dibujo una sonrisa de victoria pero esa semana solo parecía querer frustrar su vida un poco mas.
Una de las bolsas de tela con la compra dentro rompió y dejó todo en el suelo.
Murmuró un par de groserías y entro al departamento solo para dejar el resto de la compra dentro.
Al salir había un chico de cabello negro en cuclillas ayudando a recoger todo el desastre.
—Oh... Vaya
Dio una risa nerviosa antes de ponerse de rodillas frente al que, creía, era uno de sus vecinos.
El otro hombre ni siquiera se giró a verlo, solo se limitó a llenar sus brazos con todo lo que pudo, se puso de pie y con la confianza de un gato en casa, entro a colocar todo en la mesita de centro.
Noah era naturalmente torpe, y solía hacer todo apresuradamente lo que solo le provocaba verse como un niño pequeño el cual no podía hacer nada sin ayuda, lo cual no era del todo mentira.
Lo alcanzó cuando él ya iba de salida y le dió un gracias, se esforzó por darle una sonrisa, los músculos del rostro del desconocido lo intentaron pero nunca lo lograron.
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El muchacho de los ojos tristes
Truyện NgắnNunca vio unos ojos así, si, había visto miles de veces unos ojos cafés pero no de esa manera, eran profundos e intensos, eran profundamente e intensamente tristes pero eran luz y el anhelaba ser guiado por aquel muchacho de ojos tristes.
