Sin querer queriendo

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Capitulo dedicado a mis amigas de siempre. Las incondicionales.
Les amo ♥️

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Los siguientes cuatro días, fueron realmente una pesadilla.

Y antes que digan “que quejoso que eres” o “ cambia ese humor chico” les voy a contar que  puedo quejarme libremente porque estás leyendo mi historia y soy yo quien la cuenta. Y si quieres ir a buscar una historia más rápida en dónde los protagonistas son extremadamente felices y todo es color de rosas, encantado estoy de hacerles llegar un link con la serie Ositos cariñositos o Teletubbies.

Creeme que esas cosas fríen tu cerebro y deberían estar prohibidas. En especial si pones a tus bendiciones a mirar tv con esto delante, llegarán a final de preparatoria sin poder hacer un análisis sintáctico porque lo único que pueden hacer como adolescentes es decir «abacho!!».

En fin, les contaba que el resto de mi semana fue bastante parecido a una pesadilla.

En dónde vivimos los matrimonios igualitarios :es decir matrimonios contraídos por dos personas del mismo sexo; son totalmente legales. Afortunada mi hermana de nacer aqui, no me imagino que hubiera sido si además de luchar con todos sus demonios internos una persona tendría que luchar contra la ley.

Desgraciadamente entonces ahora nos encontrábamos en el registro matrimonial para entender detalles de la ceremonia que se celebrará dentro de cuatro meses. Y digo desgraciadamente porque estuvimos dos horas peleando con el juez sobre las fechas disponibles: como las chicas querían casarse el 23 de octubre y ya estaba todo ocupado ambas mujeres pegaron el grito en el cielo y en el infierno respectivamente.

—Llame hace un mes para reservar la fecha es imposible!!!—grito mi hermana que se encontraba hecha una furia mientras Sofie su pareja le  acariciaba espalda para tranquilizarle. Y para ser sinceros no, no estaba funcionando.

—Señorita Moore no creo haber sido yo quien tomo su llamado, debe haberse traspapelado su fecha— el juez que estaba rojo de la vergüenza y creo que también por el temblequeo en su voz estaba bastante cagado.

Mi hermana podría ser bastante intimidante.

Les conté esa vez que me pego de niños  con la pala de jardinería en la cabeza porque me comí sus dulces? Bien, me atacó por la espalda y no recuerdo nada más , asique no creo que pueda brindar más detalles.
El punto es que Arabella enojada daba miedo.

—Mi fecha no se traspapeló!!! Ustedes son unos inútiles!

Resoplé . Alguien debería de intervenir porque aquí hacia falta alguien que piense concretamente sobre el asunto para dejarle de vueltas y podernos retirar ; Ponerle paños fríos al asunto y emprender retirada cuánto antes.

Así que me acerque a Sofi y la empuje para que hablara.

Ella tomó mi señal y habló—Calma amor, si? Podremos solucionarlo— le hizo señas a Ara para que respirara como si estuviera en parto o en yoga prenatal—eso bebé, inhala —tomo aire —exhala—expulso de a poco el aire contenido. Se giró hacia el juez, lo miro a los ojos y con un gesto también lo ánimo a respirar.

Y de momento todos parecíamos en el mismo curso prenatal porque sin saberlo me sume a las inhala-exhala de mi cuñada.

La chica tenía talento porque pronto Arabella parecía Heidy.

Las medias de mi vecinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora