Aquí le echaremos un vistazo a como se conocieron nuestra hermosa Banshee y nuestro sensual Stuart.
Lydia miro mal al taxista que la dejo botada en medio de la nada.
¿Cómo demonios iba ella a llegar a casa de la bruja aquí en Brasil, ¡Ella no hablaba portugués y su español lo arrastraba, maldito Scott McCall.
Estaba en plena calle con las favelas a su izquierda y con un montón de gente que la miraban como si fuera comida.
Pero ella se dejaba de llamar Lydia Martin si no encontraba a la bruja que le daría el hechizo para regresar a Derek a ser el hombre que era. En vez del adolescente que Kate lo había convertido.
-perdón estoy buscando a Lucia Moreno - dijo ella a una vendedora de comidas en un puesto ambulante. La mujer la mira y niega y empieza a hablar portugués.
Lydia suspira profundamente. Ella está estresada.- la señorita pregunta que si conoce a la bruja lucía - dice una voz profunda a su espalda en portugués. La vendedora los miro y luego señaló a las favelas y le respondió - gracias - el agarro a Lydia y la alejo de la vendedora. - ella dice que lucía vive en medio de la favela, la casa de color azul marino con dorado - le dijo el hombre en ingles, ella lo miró era un hombre alto de cabello rizado que le cubría toda la frente y le llegaba a la altura de los hombros, pero lo que más impacto a Lydia fueron sus ojos eran de un color irreal.
- ¿Que criatura eres? - preguntó ella sin tapujos.
- eres una chica muy lista - alabo él mirando a Lydia a los ojos - y respondiendo a tu pregunta soy un fae - le contesto él.
¿Un fae? Esas criaturas no se mostraban así de buenas a primeras.
-¿ Porque me lo dices? - preguntó ella con desconfianza metiendo su mano dentro de su bolso y agarrando su spray de serval y belladonna.
- eso mi querida Banshee es porque eres mía - dijo el hombre sonriendo - me perteneces a mi - aseguro Él tomándola por la cintura y sacando su mano del bolso - no necesitas nada de eso, yo no te dañare de ninguna manera - le susurro persuasivo antes de darle un beso lento en los labios. Lydia se sonrojo por primera vez en su vida.
-¿ Cómo tuya? - susurro ella apenada.
- eres mia para amar, para darte seguridad, estabilidad, amor y sobretodo ser tuyo igualmente mi linda pelirroja - ella sabía que el decía la verdad. Algo en su intuición se lo decía y ella confiaba plenamente en su intuición.
Subieron hasta llegar a la mitad de la favela en un camino largo pero ella ahora está un poco más confiada tener ese desconocido de cabello largo a su lado le daba confianza.
cuando encontraron la casa ya la bruja los esperaba en la puerta.
-¿ De qué manada vienes? -preguntó a la bruja mirando directamente a Lydia.
-soy de la manada de Beacon hills - respondió Lydia logrando sacarle un jadeo al hombre que la acompañaba.
-muy bien aquí tenga esto es lo que necesita - sin más la bruja le tiró una pequeña bolsa de tela qué Lydia atrapó al vuelo, y sin más la bruja regreso al interior de su casa.
-¿Bienes de Beacon hills? - preguntó el hombre -¿Eres de la manada McCall? - insistió él.
-si soy su vocera - respondió Lidia mientras abría la pequeña bolsa de tela que le entregó la bruja, ella quería saber qué había dentro.
-entonces conoces a mi hermano - aseguró el hombre eso llamó la atención de Lydia - ya sabes, Stiles Stilinski, estoy cara de cuajo es mi hermano pequeño - y sin más la apariencia del hombre cambio totalmente.
Lydia lanzo un grito de asombro.
¡ Ese hombre era idéntico a su mejor amigo!
Lydia paso el día conociendo a Stuart, era un hombre gracioso e inteligente, la llevo a comer y a conocer la ciudad. Y cuando llegó el momento de partir él se fue con ella.
- no lo olvides mi bella Lydia, eres mía - le dijo el cuando le pregunto porque se iba con ella - habrá momentos en los que no podremos estar juntos, pero eso no significa que nos vallamos a separar - y luego la beso con tanto amor que Lydia se sonrojo como nunca lo había hecho.
Llegaron a los Ángeles Lydia le pidió a Stuart que la esperara mientras ella llevaba lo que le había dado la bruja.
- no, mejor quédate conmigo - pidió el abrasabdola fuertemente - se la mandaré a Stiles, el sabrá que hacer con eso - y ella estuvo totalmente de acuerdo, no quería separarse de él mientras pudieran estar juntos.
Stuart llevo a Lydia a conocer su casa, a ver sus lugares favoritos, la llevo a cenar a Italia. A almorzar a París.
Fue una semana entera de citas y ni una vez Stuart le había propuesto algo más que un beso y Lydia estaría mintiendo si negara que eso era lo que más le gustaba de él.
Al final de la semana Lydia debía regresar a Beacon hills y estaba triste por tener que separarse de su ahora novio. Recordar como eso hombre le pidió ser su novia la hace reír.
Tirarse de un avión con un gran cartel que decía "amor quieres ser mi novia" eso no lo hacía cualquiera y menos si no usaba paracaidas.
Claro no todas las veces tu novio era un ser sobrenatural con grandes alas.
Esa era su última noche juntos, y Lydia quería que fuera especial. Ella ordeno la habitación y ordeno la cena a los empleados de Stuart y espero a que su novio terminara una llamaba importante.
Cuando Stuart entro a la habitación se encontró con su diosa personal esperando para cenar juntos.
- no tenías que hacer esto - empezó él- podríamos ir a cenar a cualquier parte del mundo que quisieras - Lydia negó con la cabeza y le sonrió.
- quiero hacer esto contigo - le dijo ella mientras el se sentaba - quiero que esta noche sea solo para nosotros, quiero que sea especial - y él le sonrió y asintió. mientras empezaban a cenar hablaron y él le contó cosas de su trabajo y su vida. Cuántos años tenía y cuan inmortal eran él y sus hermanos.
-¿ Entonces Stiles también es inmortal? - preguntó Lydia llevándose el tenedor a la boca.
- no, bueno no todavía el debe crecer, Stiles es el más joven de nosotros y aunque nací antes que él yo tengo cientos de años más que él - explico Stuart.
- ¿como es eso? - preguntó Lydia.
- aunque nací aquí en la tierra, yo me crié en el reino de los faes, cuando me presente a los 15 años mi madre me mandó con los fae. allá el tiempo corre muy diferente que aquí en la tierra - explico Stuart. - con todos nosotros fue de esa manera, en cambio mi hermano Stiles no tiene ni debe ir a ningún lado por lo que su crecimiento es igual al de un humano cuando alcance su madurez dejara de envejecer - termino Stuart y Lydia asintió comprendiendo.
-¿ Y Jhon? - preguntó ella.
- él es totalmente humano mi madre se enamoró de él y renunció a su apellido y a su herencia sobrenatural para estar con él - explico Stuart con paciencia - Mi madre murió cuando no estuvo de acuerdo con mis abuelos en mandar Stan a la tierra de los nigromantes, mi madre era como yo, ella no podía entrar a la tierra de los nigromantes porque no era una, eso le afectó mucho cuando volvió a caer a tierra su mente no era la misma - termino de contar Stuart y Lydia le apretó su mano en señal de apoyo.
La velada pasó así y cuando la cena terminó Lydia le pidió a Stuart que le hiciera el amor.
Ambos entregaron en cuerpo y alma esta noche y cuando el sol salió los amantes ya eran compañeros y se despidieron con la promesa de volverse a encontrar muy pronto.