La Busqueda Por DIOS

280 13 2
                                    

Comencé alejarme de manera tan drástica de todo lo que me rodeaba. Me aparte de amistades, de géneros musicales, de costumbres, tradiciones y me alejaba lo más que podía de lugares donde hubiesen multitud de personas. Todo a mi alrededor se alejo.
Ahora solo estaba yo, solamente yo y nadie más.
Cada mañana al despertar y cuando me dirigía algún lugar, hablaba con Dios contándole todo lo que me había ocurrido en el día o la semana, cualquier cosa la más mínima.
Me había apartado de todo pero sin en cambio ahora tenía a un grande y fiel amigo, Dios.
Me sentadaba a desayunar y le contaba a Dios cualquier cosa que me desconcertara, en cualquier actividad que hacía le contaba todo diciendole
'' Que te parece, me siento extraña padre algo extraño, sabes de lo que te hablo padre'' y aunque no obtenía respuestas sabia perfectamente que el estaba ahí escuchandome, acompañándome y cuidándome. Me sentía increíble, no extrañaba ninguna amistad que había perdido oh todo lo que había dejado a un lado porque ahora Dios y yo teníamos una comunicación asombrosa, me sentía protegida y sobre todo la comprensión y amor de Dios.
Me escuchaba en cada paso y en cada llanto sentía su presencia.
Después de alejarme de absolutamente todo lo que en algún momento conocía y que ya no formaba más parte de mi.
Comencé por sentir realmente el amor a Dios.
Comprendí que todas las veces que lo busque desesperada por sentirme mal por sentirme horrible, no lo hacía porque realmente quisiera conocerlo sino porque buscaba alguien que calmara mi dolor, lo buscaba con dolor y desesperación más no con amor.
Una tarde rendida completamente rendida ante todo y ante Dios, estaba en mi cuarto y comencé a llorar, me puse de rodilla y comenzaron a brotar las lágrimas una tras otra y tras otra, sentía un dolor en el pecho infinito un dolor inexplicable, y sin decir palabra alguna yo solo seguía llorando, rindiendo me ante todo lo que conozco, ante todo lo que soy, '' me rindo padre, me rindo,perdoname e causado mucho mal, he echo mucho daño, he sido mala hija, mala compañera, me rindo padre por favor perdoname'' De esta manera fue como salieron las palabras desde lo más profundo de mi corazón, salió un llanto desde lo más profundo de mi ser y las lágrimas no me bastaban, estuve un gran rato de esta manera llorandole a mi creador y pidiéndole que me perdonará y me ayudara a ser una nueva persona, que me renovará y me llenará con su amor, sabiduría, sus conocimientos, su gracia, su luz, su compasión y que me hiciera completamente una persona nueva. Pidiéndole que me bendiciera con su palabra y con su espíritu santo.
Después de estar unas cuantas horas porque en verdad fueron horas, mi llanto calmo y el dolor en el pecho también, lo supe en ese momento, el padre estaba conmigo, sentí una paz asombrosa, como si hubiesen limpiado todo mi exterior, sentía tanta calma y tan paz y solo dije, '' Gracias padre''. Nos quedamos en silencio y completa paz y tranquilidad.
Cada noche le pedía a Dios que me alejara de todo aquel que pretendiera hacerme daño o causarme algún daño, que me alejara de todo lo malo, que me protegiera de todo mal y de la hipocresía.
Y así fue, Dios me alejo de todo lo que hay allá afuera, me alejo de todas mis amistades que no sabían nada de él, que solo se encofaban en el alcohol, las fiestas, y toda una vida desviada de su verdadero amor. Me alejo de todo absolutamente todo así que cuando todo eso sucedió yo simplemente confíe en que Dios sabía lo que estaba haciendo pues nadie sabe más que él y él sabe los planes que tiene para con nosotros.
En todas mis actividades estaba solamente yo y mi gran amigo Dios, acompañándome en cada instante y de verdad que me sentía maravillosa.
Cabe recalcar que siempre que sentía la necesidad de pedirle perdón a Dios lo hacía y volvía a rendirme y asentir un dolor y un llanto en el pecho inexplicable, y que después de que Dios me limpiará de todo lo que me hacía daño, todo lo que me lastimaba en el fondo, me brindaba una calma y una paz precioso, me abrazaba con su calma y su paz como diciéndome '' No te preocupes hija mía todo estará bien''.
Comencé por aceptar que Dios es mi único creador, creador del cielo y de la tierra, creador de todo lo que florece de la tierra, de las plantas, los árboles, los animales, los ríos, los montes, las aves, el aire, el sol,las estrellas, la luna, el agua, la tierra. Comencé por aceptar a Dios en mi vida, aceptarlo con Amor y nada más que amor. A comprender que el que busca con amor a Dios lo encontrará, que Dios escucha cada una de tus palabras, de tus oraciones, Dios te escucha y solo debes ser paciente.
Sintiéndome completamente plena con el Amor de Dios todo me resultaba lleno de alegría y amor.
No estaba apegada a ninguna religión absolutamente a ninguna, solamente sentí la verdadera presencia y razón de Dios, su amor por nosotros.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 13, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

DESPERTAR ESPIRITUAL Donde viven las historias. Descúbrelo ahora