Parte 1

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Día 1

Las muñecas a este punto le dolían terriblemente, maltratadas y adoloridas gracias a esas malditas esposas. El carcerario lo empujaba bruscamente al mismo tiempo que caminaban por ese sucio pasillo, iluminado en su mayoria por la luz artificial. Esa parte de la prisión estaba compuesta por tres pisos y  cada uno de estos resguardado por cuatro guardias. Todas las celdas estaban llenas, al interno de ellas dos personas, que lo veían mientras avanzaba a su celda. Alguien lo veía sonriendo perversamente, otros tristes y otros indiferentes.

Por su parte él, evitaba mirarlos a cada uno de ellos, no por miedo, no por vergüenza, sino porque tenía miedo a no encontrar en la mirada de ellos humanidad.

No estaba preocupado ni tampoco asustado. Tenía sólo curiosidad de conocer a su compañero de celda y impaciente que esos tres años (dos si tenía buena conducta) pasarán lo más rápido y tranquilamente posible.

El agente lo paró delante de una celda oscura, ilumimada solo por una ventana, creando una atmósfera inquietante y poco segura. Aunque si en realidad el neo-prisionero no le hizo tanto caso.

El guardia abrió la celda, quitándole rápidamente las esposas y empujandolo bruscamente en el miserable cuarto oscuro.

"Buena estancia" Sonrió ese, haciendo resoplar el prisionero. Se miró alrededor, encontrando una figura sobre la litera, en la cama de arriba, ocupado mirándolo fijamente.

"Hola Drácula" Saludó ironicamente levantando la mano, dando un paso al interno de aquella celda oscura y fastidiosamente fría.

"Sé que no te interesa, pero yo soy Jimin, prisionero número 1310" Se presentó el chico, iniciando a tener curiosidad por esa figura. "¿Tu tienes un nombre o te continuó a llamar Drácula?"

La figura se movió ligeramente, cruzando las piernas en la cama.

"Ok, Drá..."

"Yoongi"

El chico lo miró, levantando una ceja, sorprendido por haber recibido una respuesta. La voz del hombre era inquietante y fría. Pero al mismo tiempo era ronca y seductora.

"Entendido Yoon" Comento el chico, realizando un pequeño salto y sentándose al lado de él. Yoongi se alejó un poco, no amando particularmente el contacto físico.

"Yo estoy aquí por venta de drogas" Continuó el chico, intentando al menos establecer una conversación. "Mientras tú tienes el rostro de gigolò"

Yoongi se giró hacia él, mirándolo con apatía, pero con un poco de sorpresa y diversión en los ojos.

"Pero si te encuentras aquí no creo que haya sido por dar tu trasero al mejor postor, no creas que quiero averiguarlo"

Se quedaron en silencio por algunos minutos, cada uno perdido en sus proprios pensamientos, escuchando el rumor de los pasos de las guardias que iban de una parte a otra en el edificio, dando miradas disgustadas a los prisioneros, que los ignoraban, durmiendo o leyendo algún libro.

"Imagino que tú duermes arriba" Jimin rompió el silencio, mirando su compañero de celda y esperando alguna respuesta.

"No, duermo abajo"

Respondió Yoongi sin girarse a mirarlo, continuando a mirar un punto fijo delante de él, en la oscuridad. Jimin inició a pensar que ese hombre tenía algo mal en la cabeza, dejando caer sus hombros.

"¿Tienes miedo a caer?" Preguntó irónicamente, echándose hacia atrás y cruzando las manos detrás de su cabeza , dejando colgar las piernas.

"Si lo dices de nuevo te cuelgo al techo por los testículos" Lo amenazó Yoongi, finalmente girandose y mirándolo fijamente a los ojos.

Jimin sonrió, manteniendo el contacto    visivo y pensando que tal vez aquel pálido no estaba para nada mal.

Escritora: AlchimistadiBudino

Prisión ♤Yoonmin♤EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora