El tono de llamada que tenía mi teléfono me despertó en mitad de la madrugada. Con mal humor decidí agarrar el aparato, y sin ver de quién se trataba, respondí.
- ¿Si? - Se podía notar que hasta hace unos segundos estaba durmiendo ya que mi voz salió con un tono más ronco de lo habitual.
- ¡Me parece muy feo que me tenga que enterar por otras personas de que mi amiga se ha mudado a Corea! - Tuve que alejar el aparato de mi oreja, pues sus gritos eran de fácil audición aún si estás en la habitación continua.
- Siyeon, son las cuatro de la madrugada, ¿no podías esperarte un par de horas más para gritarme? - Aunque me hiciera un poco de gracia la situación y el fingido tono de enfado de mi amiga, tenía que levantarme temprano para ir a la escuela.
- ¿Y tú no podías decirme que vendrías a Corea? Digo, podríamos haber ido a celebrar tu llegada con todos. - Tras escuchar sus palabras una pequeña risa contenida escapó de mis labios. Inconscientemente ya estaba sonriendo.
- Siento no decírtelo antes, pero de todas formas no podría haber ido a ningún lado. Estuve ocupada ordenando todo. Hasta tuve que ir a la escuela. - Comenté a forma de excusa. Ya mi voz sonaba un poco más clara que al principio, sin embargo un bostezo se hizo presente por mi parte.
- Ugh, la escuela. Gracias a Dios que ya no tengo que volver a poner un pie ahí. - Su peculiar risa llegó a mi oído, y con ella mi sonrisa se hizo más grande. - Bueno, para que veas que soy buena Unnie, te dejaré dormir, pero solo si me prometes que luego de que acabes tus horas de clases iremos a comer juntas.-
- Me parece bien, Unnie. -Le respondí, alargando y tratando de hacer sonar linda la última palabra a forma de burla.
- Buenas noches, Panda.- Y con eso fue ella la que cortó la llamada. Solté un suspiro divertido, hacía mucho tiempo que no escuchaba ese apodo. Dejé el teléfono donde estaba desde un principio e intenté volver a dormir.
Mientras abría mis ojos podía escuchar mucho ruido que venía de la planta baja de la casa. ¿Eso eran risas? ¿De quién es esa voz? No era capaz de ponerle cara a esa voz.
Mientras me levantaba de la cama agarré mi teléfono y miré la hora, no era tan tarde, podía hacer mi rutina de aseo con tranquilidad. Cuando salí del baño me vestí con la ropa que había preparado con anterioridad.
Cuando dejé caer al suelo mi maleta y coloqué mi skate a su lado de la misma forma que lo había hecho ayer fue cuando los presentes en la cocina se dieron cuenta de mi presencia.
- Buenos días, sobrina. -
- ¿Tío Jung? - Pregunté un poco extrañada pero feliz de verlo. Rápido llegué hasta él y lo abracé con fuerza. - Has cambiado mucho. - Dije con un bajo y divertido tono de voz pero que alcanzó a escuchar.
- El mismo. Y ya te he dicho que me llames Hoseok, somos familia después de todo, estamos en confianza.- Con una sonrisa en sus finos labios removió mi aún húmedo y despeinado pelo con su mano libre ya que en la otra tenía un donut a medio comer. -No es que no me guste que mi sobrina me abrace, pero ¿podrías soltarme?, casi no puedo respirar.- Decía con un poco de dificultad, pues no me había dado cuenta de que aún seguía apretando con fuerza su torso.
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Flavors (Twice y Tú + Amber) G!P
FanficDespués de doce años viviendo en California, tu familia y tú os veis obligados a regresar a Seúl, en tu país natal, Corea del Sur. Llevando con ustedes ese secreto que habéis guardado desde que tu hermana y tú sois unos bebés. El echo de ser unos va...