† prólogo †

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Aquel ángel y aquel de demonio de los que tanto se hablaba desde muchos siglos atrás, tanto en el cielo y en el infierno eran desconocidos, en los dos mundos todos dudaban de todos

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Aquel ángel y aquel de demonio de los que tanto se hablaba desde muchos siglos atrás, tanto en el cielo y en el infierno eran desconocidos, en los dos mundos todos dudaban de todos.

los ángeles mas jóvenes y curiosos no se les permitía bajar a la tierra o cuidar de algún humano en especial, ocupaban su tiempo libre practicando tiro al blanco o batallas con espadas, todo para que nunca llegase ese día, puesto que para ellos, el único que puede cambiar y terminar con la guerra, el dolor y el sufrimiento en la tierra es Dios, una mujer nacida en pecado solo empeoraría las cosas.

los demonios mas jóvenes eran advertidos de un fuerte castigo que los llevaría a la muerte, para los demonios mas viejos su único objetivo es mantener con vida a lucifer el rey del infierno, y muchos - aunque fueron advertidos por lucifer de no entrometerse - esperaban con ansias el nacimiento de aquella infante de la que tanto se hablaba desde muchos siglos atrás, para así acabar con ella de la peor forma.

en una parte de la historia tres hermanos volaban entre las nubes, distrayendo sus ansiosos pensamientos, ya que se les había encargado en sus primeros años de vida, antes de que llegase la noticia del nacimiento de la mujer que daría fin al reinado de lucifer en el infierno, y fin a la guerra e injusticia en la tierra, Ariael, el hermano mayor se mantenía al tanto de sus dos hermanos, Ariael y Ariel. Arael es el ángel mas terco, curioso y aventurado, muchos ángeles como lo es San Gabriel, a llegado a pensar que Arael será el padre de aquella niña, por eso todos tiene los ojos puestos en el, Ariel, la hermana menor la arquera mas talentosa que tiene los cielos, es una joven de cabellos castaños y ondulados, con una piel igual que la nueve, unos ojos igual de azules que el cielo, sus hermanos la protegen por ser inocente, y fácil de engañar, aunque cuenta con una astucia envidiable.

mientras los tres hermanos volaban entre las nubes el cielo se empezaba a tornar naranja la hermana menor, Ariel se detuvo y se sentó en una de las para observar la tierra, el hermano mayor, Ariael, se acerco a su joven hermana para hacerle compañía.

— ¿crees que me elijan para cuidar de alguno de ellos? — preguntó la menor

— sabes que hay una gran posibilidad hermana —

— ¿y si San Gabriel cree que seré yo quien de a luz a la mujer que vencerá a diablo?

— eso nadie lo confirma

— quisiera volver a la tierra y cuidar a alguno de ellos, son tan simpáticos, son extraños

— son la creación de Dios

— ellos son tan diferentes a nosotros, no tienen alas, muchos son igual de tercos que nuestro hermano Arael — Ariael sonrió —

— solo debemos esperar, te prometo — el sonar de una trompeta puso en alerta a los tres hermanos y de inmediato emprendieron su viaje al templo de los cielos —

La furia era notoria en los ojos de San Gabriel, no hacia menos de treinta minutos que descubrió que unos de los ángeles que ocupaba el reino de los cielos era nacido de pecado, y aunque estaba molesto por la noticia su corazón dolía en decepción.

Hágase Señor Su Voluntad Así En El Inferno Como En El Cielo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora