6.Leorio ¿Y yo?

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- Porque te amo -.

Sintió su corazón acelerarse al momento que se terminaba de decir esas palabras. Lo había dicho, ya no había forma que Leorio no entendiera. No era una indirecta, no era una mentira, era la pura y sana verdad que venía carcomiendo al kuruta desde hacía unos días, y que había – o estaba de apunto- de arruinar una amistad.

Respiró hondo. El moreno no respondía. Había algo en sus ojos... ¿Tristeza?

Pasaron unos segundos más, pero que para el rubio se sintieron milenios. ¿Lo había escuchado? Ahora, además de ser medio bruto, ¿También era sordo?

-Kurapika... yo – finalmente Leorio comenzó una respuesta, antes de que el kuruta volviera a hablar - No puedo de nuevo...-.

Kurapika lo miró extrañado. ¿Qué clase de respuesta era eso? ¿De nuevo? ¡Si esto nunca había pasado antes! Si pensó por un momento que la situación era incómoda, ahora sí que lo era. Ambos en silencio, por unos 2, 5, 10 minutos. Hasta que finalmente el moreno se subió a su auto, cerrando la puerta y marchándose sin hablar.

Y ahí quedó Kurapica, en frente de la casa de esa maldita, quién había arruinado todo. ¿O había sido culpa de él? ¿O acaso de Leorio? ¿O simplemente fue su mala suerte de haberse enamorado de alguien que no podría corresponderle? Especialmente cuando ese alguien se encontraba enamorado hasta las patas de su clon.

Decidió salir de ahí lo más rápido posible, después de todo, estaba fuera de la casa de su competencia... O, mejor dicho, de la vencedora.

Mientras corría (Quien sabe dónde) sintió como el nudo en su garganta aumentaba. Lo había hecho, le había dicho, y había sido rechazado. Él, había perdido. Se detuvo cuando finalmente lo entendió. No había más que hacer. Seguramente Leorio hablaría con la maldita esa, y volverían a amarse y el quedaría en el olvido.

"Supongo que me gusta mucho, después de todo no creí que podría volver a sentirme así..."

Esa cierto. No era la primera vez que Leorio se sentía así por alguien, por lo tanto... Aun era posible que los sentimientos por Shainy se acabaran... ¿O no? Es decir, claro, a la otra nunca antes la había mencionado, ni tampoco se le había notado si quiera, talvez esta Shainy era de verdad...

-Ahhhh – suspiró. No había forma de decidirse qué hacer. Caminó de vuelta al departamento. Tan frío que sonaba decirlo, y aun así no se comparó en lo más mínimo al estar ahí. Apenas abrió la puerta, sintió cómo las lágrimas brotaban de sus ojos. Este lugar ya no era de los dos. Ya no quería estar ahí. Fue a buscar las cosas que había dejado listas para marcharse y lo que encontró, no era exactamente lo que se esperaba.

- ¿Cuándo pensabas decirme? – la mirada reprochadora de Leorio, sentado en la cama de Kurapika fue, quizás, la más aterradora que había visto; sin mencionar la de cuando creyó que él y Shainy lo engañaban, o talvez, esto de amar a tu mejor en amigo en secreto te hace ver todo más aterrador, en fin, quien sabe.

-No sé de qué hablas... – okey, no era la mejor respuesta. Pero real mente no esperaba encontrarse a Leorio ahí. No esperaba tener esta conversación, y mucho menos ahora.

Leorio sólo sonrió. No era lo que el rubio imaginó que haría, exactamente. Más bien, no estaba nada contento con la situación. Ya lo había dicho, y Leorio sabía lo que el kuruta sentía por él, y aun así... ¿Huía? ¿Acaso no sentía por lo menos la necesidad de aclarar las cosas? Así sintió como su confusión se fue transformando en ira. ¡Uno nunca debe huir de las cosas!

- ¿¡Por qué no me dijiste antes!? – pero al parecer, el moreno sentía la misma rabia hacia el menor - ¿¡Pensabas esperar hasta que estuviera casado!? -.

♡¿Celoso yo?♡ †LeoPika†Donde viven las historias. Descúbrelo ahora