Sigo buscando una salida de ti y te estoy haciendo arte.
Trago saliva cada mañana, la poca que tengo y suspiro, porque otra batalla va a comenzar.
Vivo cada día como si fuera el último, pero sin intensidad, porque me los paso metido en un bunker contigo. Hemos acabado con la paz mundial de mi mundo.
La familia soltó una paloma mensajera pidiendo auxilio internacional, llamando al resto de banderas, diciéndoles que estamos en apuros. Pero nadie respondió, la lucha era nuestra y solo nuestra.Empecé con la
"Agonía"
Continúe con
"No quise saber nada de ti"
Me dijiste que
"SÍ"
Pero
"Estuve apunto de ignorarte"
Y entonces
"Diste lo peor de ti"
Aún pidiéndote
"Amablemente que desaparezcas" continuaste
"Dando lo peor de ti".Ansiedad.
Querida, bienvenida tu también.
Entonces apareció aquella especialista en cocos, ojalá de palmeras, psicología de la mente fue mi próximo libro víctima. Me lo recomendó la psicóloga con el nombre de Gracia Morrison, especialista en pacientes con enfermedades terminales.
Desde que el cancer llegó a mi vida, me he ido convirtiendo en un bicho raro, he dado un giro tan radical hacia mi persona, me he vuelto tan pequeño e insignificante, como una cucaracha oscura y fea. Por ello, una de las tareas que me encomendó la señora Morrison era la de escribir.
Y así llegué aquí.
Empecé con un Bienvenido, y aunque no lo fuiste cuando llegaste, tengo que mostrarte mi amabilidad que durante veintidós años me habían servido, gracias a la educación tan benévola que mis padres habían recetado en mí, o al menos eso creo. Que era gracias a ellos.Medio año solo para acabar con una franquicia de tantos y a su vez pocos, debido a mi joven y adolescente rostro, de buenos años. Donde he crecido rodeado de buenas personas, de profesores excelentes, que siempre se han esforzado para que de lo mejor. Unos maravillosos padres a los que solo le importaba que mi nota de examen sea la más alta de la clase, pero ahora me doy cuenta de que esto último ya no importa. Siempre me han enseñado a ser el mejor, y en realidad nunca he querido serlo, me bastaba con ser yo, sin necesidad de estar por encima de nadie.
Gracia Morrison. La de los cocos, así la llamaba, no tengo nada en contra de los psicólogos, pero por supuesto que sus sesiones aveces se hacían más que pesadas, tanto que tenía que hacerlas divertidas de algún modo. Con el carácter que papá y mamá nunca hubieran querido que adoptase, además las sesiones contaban con una pequeña parte de terapia de choque.
Mi actitud de pasota en las últimas sesiones han empezado a ser más que preocupantes para los dos extraterrestres obsesivos que me trajeron al mundo, pero, que puedem hacerme..Aunque las sesiones sean pesadas y yo también por mi fuerte e indebida parsimonia tengo que darle las gracias a la especialista en cocos.
Gracias a ella cogí cariño a mi cuaderno, dejé de mirar el techo de la habitación devorando las horas muertas, esperando una salvación, deje de observar correr el liquido mortal de las químios, deje de leer libros de medicina, esperando con ello que se me ocurra una idea salvadora. También dejé los gritos con tantos reproches hacia la gente de mi alrededor, e incluso dejé de rezar sin ser creyente. Eso terminó, terminó mi duelo, y empecé a escribir a todas horas.
Afónico, pero esta vez de verdad, así soy ahora, un chico afónico y raro.
Raro porque soy solitario
Raro porque no espero nada de nadie.
Raro porque dejé de creer.
Raro porque ni yo mismo me comprendo.
Raro porque no siento dolor de tanto dolor que e sentido.Pero puedo sonreír, de la nada hace un tiempo encontré una amiga, que ella, me enseño los pasos para enamorarme de un trozo de papel. No importa que no fuera un amor espiritual, él es carne de roble y yo hueso de piel.
No me habla,
Ni tartamudea.
Tampoco me hace gestos.
Simplemente practica el silencio.
Y yo escribía sobre él.
Y lo sigo haciendo.Él me deja, que anote todo cuanto quiera.
Vomito textos, lloro tinta y relajo mi mente con cada renglón que filmo.Un calvo ligando con versos.
Ahora apuro con el portátil redes sociales, en busca de más luchadores y luchadoras.Y fue ahí, donde la encontré, donde su historia me conmovió, al igual que las del resto.
Pero la suya fue distinta, al poco tiempo las conversaciones se abultaban en la pantalla ignorando el tiempo que tanto temíamos, parecía que se nos estaba entrelazando con chispas en cada párrafo que compartíamos.
Ella era diferente, sentía dentro de mi.
Lo supe al instante, porque durante los primeros momentos de intercambios de mensajes todo comenzaba a ser olvidado, y hoy todavía me atrevo a decir que detuvo la guerra.
Por aquel entonces nunca me hubiera atrevido a decirle que ya no tengo pelo y uso un tipo de peluquín que venden especialmente para enfermos.
Después de unos días de horas y horas continuadas de intercambios de mensajes, comenzamos a vernos por videollamada.
Yo tenía bastante complejo y no mostraba mi rostro corporal por completo. A ella le parecí guapo con pelo falso, cejas pobres y labios arrugados. Solo me atreví a mostrarme de hombros y cara. Nunca me atrevería a levantarme y bailar locamente como ella hacía.
<Tu cuerpo es solo una imagen>.
Es lo que repetía cientos de veces mientras bailaba y cantaba ignorando temores, a un micro de juguete del karaoke de su infancia.
En una de nuestras últimas quedadas (videollamadas). Le hice una promesa, en la cual dije que escribiría mi historia y la publicaría sin miedos. Miedos.. No miedos como los de unos adolescentes corrientes el cual tuvimos parecido en la quedada 109.
En aquella videollamada me observaba atenta, de tal modo eramos iguales con distintos sexos. En nuestro caso los dos tan frágiles como una hormiga, eso nos enamoró más. Nos mirábamos mutuamente con deseo, era guapísima.
La quería.
Teníamos una lucha que conllevar juntos, tomate las dichosas pastillas de las 11 y echate en la boca lo del plato.
Y sonreía. Y fue ahí donde me di cuenta de que me había enamorado.Harían falta más de 500 palabras para definir las más de 500 horas que pasé contigo. Horas divertidas, risueñas, melancólicas, aburridas, entusiasmadas, perfectas, únicas, libres.. Pipera era tu mote favorito, eras como las jodidas pipas, abres la bolsa, te echas una a la boca y de que te has querido dar cuenta has terminado con todas. Así pasaba las horas contigo.
Allá donde quiera que estés no recordaras quien soy. Pero yo si recordaré quien eras tú mientras respire, al igual que toda tu familia y tu gente, la que tantas veces me presentaste y de la que tanto hablabas.
Seguirás siendo tú, cuando te recuerde con nuestras hazañas.
Ya no seguirás siendo un alma libre encerrada en un bunker.
Tu eras arte libre, joder.Vuela.
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Eres un MONSTRUO
Teen FictionAquellos héroes silenciosos que libran batallas con gritos afónicos. Llegó sin avisar, recorrió cada parte de su cuerpo sin tener invitación alguna. Le declaró la guerra, una guerra interna. Las guerras no solo se libran en campos de batalla. Explic...