Plagg ama el queso, casi por sobre todas las cosas, pero si alguien hace llorar a su terrón de azúcar, no hay nada en este universo que detenga su ira. Lo que se verá cuando una serie de eventos desafortunados que seguirán a cierta mentirosa culpabl...
Si el día anterior todo el mundo evitaba a Lila, ahora nadie le miraba a la cara. Era como si la chica no existiera, y para colmo, ella veía como Marinette hablaba alegremente con Adrien Agreste, mientras que para el resto del mundo, ella era invisible, ¡INVISIBLE! Y eso no lo iba a tolerar.
Así que siguió de cerca al grupo de amigas hasta los casilleros, y se quedó rebuscando en el suyo, esperando que las chicas dejaran sola a Marinette para confrontarla por todas las cosas que le estaban pasando. Pero como si el destino se burlara de ella, Adrien llegó hasta el lado de la azabache, y le pidió que le acompañara a la biblioteca para que le ayudara en una materia en que había faltado por una sesión de fotos.
-Claro Adrien, allá te veo –contestó alegre Marinette, y Lila sonrió de lado al ver que esa sería su señal de estar a solas con la chica, pero entonces ve que Adrien posa su mirada en ella y afila su expresión.
-No hay problema, te espero aquí, por cierto, ¿Ya has jugado el nuevo DLC de Super Meka Strike? –preguntó inocente el modelo, y Lila rechinó los dientes al darse cuenta que no pretendía dejar a Marinette a su merced.
-¡No he podido! –Marinette se dio un cabezazo de frustración contra la puerta de su casillero, que sobresaltó a Adrien-, no tengo dinero para comprar la DLC, ni mucho menos tiempo para jugarla, ¡Y yo que quería probar las mejoras de las armas y el nuevo robot de combate nivel S!
-Sí quieres, yo puedo conseguírtelo –le propuso el rubio, y Lila sintió que le hervía la sangre al ver el rostro iluminado de Marinette por un simple juego-, luego nos ponemos de acuerdo en jugar online, después de todo, estoy seguro que esta vez podré vencerte.
-No juegues con fuego Agreste, ¡No hay nadie que pueda vencer a Maritastica!, pero... -de un momento a otro, la azabache se cohibió en su sitio, como si tratase de poner una barrera en ambos, algo que molestó a Adrien-, no es necesario que lo compres por mí, además, no creo que tengas tiempo para videojuegos ahora que estas con Kagami...
-La verdad, me gustaría comprarte esa expansión como agradecimiento por todas las veces que me has ayudado –el rubio posó sus manos en el hombro de Marinette, y eso hizo enfurecer a Lila, que rechinó los dientes-, además, a Kagami no le van mucho los videojuegos, y digamos, que temo que se desquite conmigo en las clases de esgrima si llego a ganarle –a su comentario, la joven diseñadora soltó una risilla cómplice, y acompañó al rubio en dirección de la biblioteca, sin notar que Lila los veía con los ojos rojos.
-Ya quedarás sola Dupain-Cheng, y cuando lo estés, voy a hacerte trizas –prometió en voz alta Rossi, luego cerró de golpe su casillero, y se fue caminando a la salida sin notar como el hilo del codo de su chaqueta se desprendía.
Un fuerte rasgado se escuchó en el patio, y los alumnos voltearon a ver a una Lila en shock, mientras tironeaba de su chaqueta, sin notar que el hilo se había trabado en su casillero, y por ello, la manga de su chaqueta se deshilachó.
-¡MI CHAQUETA! –gritó desesperada la chica, tratando de evitar que su ropa se arruinara más, pero en su propio forcejeo, la manga cayó al suelo, y el resto de su chaqueta quedó como una maraña de hilos - ¡Que alguien me ayude!
Pero todos se hicieron los sordos, por temor a acercarse, ya que para algunos, Lila sufría esos extraños accidentes sólo para llamar la atención, para otros era una venganza de quién sabe qué, otros creían que era el karma por todas sus mentiras, y por último, los más conspiradores, pensaban que era obra de la hija del alcalde, por lo que no era conveniente meterse en su camino.
Mientras que a lo lejos, Plagg no sonreía a pesar que su plan salió a la perfección, ya que le preocupaba un pequeño detalle.
-Al parecer, tendré que adelantar para esta tarde, la operación Pulgoso –el kwami se fue volando a la biblioteca con la mayor discreción posible, ignorando por completo los chillidos de Lila-, y de paso, decirle a mi portador que cuide mejor a su amiga del pan, quizás debamos pedir ayuda a alguien más para la operación "Rescate felino" –comentó para sí el gatito, viendo a lo lejos como Marinette ayudaba a Adrien en sus tareas, mientras que este no dejaba de verle con cariño aunque ella no se diera cuenta-. Y aún me pregunto, ¿Cuándo será que este se dé cuenta de lo que tiene en frente? –se preguntó aburrido Plagg, viendo tan melosa escena.
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-¿Qué, qué pasó? ¡Cuenta, cuenta! –Plagg me pregunta preocupado, y yo simplemente respondo, mientras me abrigo más, ¡Este clima es insoportable, y apenas iniciamos otoño!
-Cómo Lila está convencida de que Marinette es la culpable de su "Serie de eventos desafortunados", se va a adelantar la operación Pulgoso, para preparar lo antes posible, la operación Rescate Felino.
-Entonces, ¿Quedan sólo esas dos operaciones? –Chimuelo lo niega, luego de contar con sus garras.
