Fuck Away The Pain

Era una noche bastante obscura, desde luego, mas el clima estaba muy fresco que nadie osaba salir de sus casas. Pronto se asomaban dos mujeres altas llegando a una casa desde el Jeffersonian. Temperance y Ángela estaban tan agotadas, pues el trabajo era estresante.

Cada viernes en las noches solía asistir la euroasiática a los bares o antros para ir a tener una noche apasionada con hombres o mujeres en un motel barato para pasar un buen rato ahí. Pero esta vez, había aceptado quedarse con su mejor amiga para tener un rato de tranquilidad. Hacía tiempo que no tenían un rato juntas ya que, una vez terminaban los casos, cada una iba a sus casas a vivir sus vidas (valga la redundancia) personalmente.

Una vez que llegaron a la casa de Ángela, prendió la luz de la sala y las dos se sentaron en el gran sillón. Hubo un gran incómodo silencio.

- Qué terrible día, ¿no crees? – la artista le pregunta a la antropóloga.

- Pues, en realidad, ha habido malos días durante épocas remotas y días pasados, Ángela. Hoy no es el peor día con este terrible clima, aunque entiendo a lo que te refieres – Brennan quiso extenderse en el tema, pero no lo hizo para no molestar a su amiga.

- No te molesta que ponga música, ¿o sí?

- Desde luego que no. Siempre suelo relajarme con la música fuerte y de cualquier género que no sea metal. – La antropóloga estaba muy pensativa después de un buen rato.

El silencio fue interrumpido con la música que empezaba a sonar fuerte. Tenían bastante hambre también que decidieron comer lo poco que Ángela tenía de la última vez que fue al supermercado.

La artista comenzaba a preocuparse de que su amiga casi no hablara tanto durante todo el rato que habían llegado desde el trabajo. Ángela, terminando de comer, optó por apagar la música.

- ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué apagaste la música? – Temperance preguntó de manera sorpresiva, al punto de casi gritar.

Ángela le respondió: "Dime qué pasa, querida. Siempre te he visto seria, pero esta vez es más que de costumbre. ¿Te sientes bien?"

- No es nada, la verdad.

- Dilo, suéltalo. Te veo bastante apagada – la euroasiática recalcó.

- Mira quién habla – la caucásica le dijo lo mismo – Tú tampoco te ves bien.

Las dos estuvieron a punto de discutir, pero finalmente la antropóloga se resignó a contarle todo.

- De acuerdo, últimamente he tenido problemas de sueño; aparte, desde que me enterraron viva ha sido lo malo. Sé que estás con Hodgins y...

- De hecho, querida, rompí con él, pero lo del entierro fue hace dos años. ¿Por qué piensas en eso todavía?

- En realidad, tenía celos de tu unión con Roxie, parece chiste, pero es cierto.

Temperance rompió a llorar; luego prosiguió: "Me has gustado desde que te conocí, eres tan hermosa..." las lágrimas salieron de su rostro, y se arrepintió de haberlo dicho cuando Ángela se sorprendió con las palabras.

- ¿Que tú qué?

- Eres linda, cuando te vi, tus dibujos fueron interesantes, pero me gustaba cómo lo haces. Cada que veo tu físico, me empiezo a tocar con satisfacción en mis fantasías. Es la verdad, no me importa si ya con esto me odies o...

Su frase quedó interrumpida cuando la artista se acercó a la científica y la besaba con pasión. De pronto las lenguas de ambas peleaban por dominación. De repente Ángela rompió el beso.