Si Dios lo permite. | [Segunda parte]

8.4K 753 392
                                    

Si bien la idea de un tatuaje o una perforación era tentadora... prefería mil veces tener el miembro grueso de su hermano enterrado profundamente dentro de él a una pequeña aguja en su piel.

Eran prioridades.

Así que no dudo cuando su respuesta fue un susurro suplicante con las palabras "sácame de aquí" acompañado de una mordida al lóbulo de su hermano.

También volvió a emitir un sonido vergonzoso que esperaba nadie escuchara cuando su hermano en vez de soltarlo solo lo tomo más firmemente por los muslos y los sacó de la discoteca para llevarlo a la otra parte de la bodega que tenía la entrada a lo que suponía era el hotel, sin embargo estaba tan caliente como para fijarse en cómo era.

Simplemente quería una habitación ahora o saltaría de los brazos de su hermano para arrodillarse y chuparlo, importándole poco donde estuvieran.

Al menos su hermano parecía igual de desesperado porque una vez que le dieron la tarjeta de una habitación ni siquiera esperó para cargarlo por el pasillo y besarlo hasta dejarlo sin aliento contra la puerta mientras intentaba meter la tarjeta correctamente.

El beso era descuidado. Mucha lengua y dientes pero no dejaba de ser caliente.

"Da-ge... necesitamos..." jadeo entre besos "entrar."

Su hermano solo gruño, subiendo una mano para tirar de su cabello suelto y enredarlo entre sus dedos.

Cuando HuaiSang sintió el tirón en su cabello decidió que esto no funcionaria. Poniendo una mano en el pecho de Nie MingJue lo empujo lo mejor que pudo, sintiendo los músculos bajo sus dedos y se puso de pie aun con las piernas débiles.

Su hermano lo vio con confusión en sus rasgos pero no lo detuvo, alejándose y permitiendo que HuaiSang quitara la tarjeta de sus manos para abrir la puerta.

En el momento en que HuaiSang sintió la puerta ceder ante él, empujó a su hermano hasta que MingJue se sentó en la cama.

Se quedaron un tiempo así. Su hermano sentado en la orilla de la cama y HuaiSang de pie, viéndose el uno al otro hasta que MingJue sonrió.

"¿Vinimos a dormir?" Si bien su hermano no lo dijo con ninguna mala intención, HuaiSang sintió el reto en sus palabras y fue su turno de sonreír.

Sin apartar la mirada de su hermano, bajó sus manos hasta el borde de su sudadera, subiéndola lentamente y dejando ver el elástico de sus medias y el brillo del piercing en su ombligo.

Sintiendo la mirada de Nie MingJue siguiendo sus movimientos con fuego en los ojos finalmente se quitó la prenda por completo, exponiendo la suave piel lechosa de su cintura, pecho, brazos y hombros.

Acercándose lentamente hasta quedar frente a su hermano, sintió como MingJue levantaba las manos para tocar el borde de las medias en su cintura, bajando después para tomar el pestillo de sus shorts, pero antes de que pudiera deshacer el botón, HuaiSang le dio un manotazo.

"El único que puede quitarme la ropa hoy soy yo, da-ge. ¿Entendiste?"

MingJue bufo. "¿Estás jugando conmigo, didi?"

"Nunca."

Antes de que MingJue replicara nuevamente tomó el borde de la camisa de su hermano, haciendo un movimiento suave para retirarla, dejando el cuerpo de su hermano libre para su deleite visual.

Bajando lentamente mientras tocaba con el borde de sus dedos el abdomen marcado descendió hasta que estuvo sobre sus rodillas enfrente de su hermano. Sintió el calor llegar a sus mejillas en cuanto se enfrentó a la mirada de MingJue pero en cuanto la mano de su hermano estuvo en su cabello se dio el valor para acercarse aún más, con el entusiasmo fresco en sus venas.

Safaera. | [Niecest]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora