Almohada

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Y daría, cuantas cosas daría...

Por volver a verme sonreir con esa sonrisa que antes me salía cada día y que ahora tengo que forzar. Daría muchas cosas. Sonreir hasta que duela, hasta terminar llorando de risa, tirada por los suelos sin poder respirar.

Esas risas valen oro. Risas a las tantas de la mañana con amigos o con la familia. Cualquier hora es buena para soltar una carcajada.

Pero a veces eso cuesta.

Me dicen que piense en cosas bonitas, me dicen que recuerde tiempos mejores, que mire fotos y me traslade a esos momentos, pero no puedo, no sé.

Y a veces lo único que necesito es un abrazo, uno sincero, de los de verdad, de esos en los que sobran las palabras, que con una mirada te dicen que todo irá bien. Pero cuando lo necesito no hay nadie ahí para dármelo. Solo está la almohada. Y al fin y al cabo la almohada es mi más fiel compañera, la que ha ahogado mis lágrimas y a la que más fuerte he abrazado cuando las lágrimas iban mejillas abajo.

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⏰ Última actualización: Dec 08, 2014 ⏰

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