La oscuridad podía generarme miedo, pero aquel día me sentía cómoda.
Hacía rato nos habíamos mudado a aquella casa, y aun tenía la expectativa de la mejora total de nuestras vidas junto a mi madre. Nos habíamos ido de California por una sola razón, mi padre, ese hombre malvado que lastimaba a mi padre cada vez que tenía la oportunidad. Pero no debíamos dejar que ese hecho, arruinara lo que habíamos logrado. Estábamos en un nuevo lugar, con una nueva casa y una nueva vida. Hasta las noches de lluvia eran cómodas, o eso creía.
Era un 27 de septiembre, las ramas golpeaban mi ventana, y se oía la lluvia de fondo. Estaba terminando mis tareas, solo eran las 10 de la noche, y ya habíamos cenado. No sabía dónde se encontraba mi madre, pero podía escuchar las ollas de la cocina chocar cada tanto, suponía estaba cocinando algo delicioso para mañana por la mañana.
Hasta que… titubeante, una voz dijo, “encuéntrate conmigo en 10 minutos, bajando las escaleras – es importante”, verdaderamente no reconocí la voz, pero suponiendo que solo estaba mi madre, decidí hacerle caso. Pasaron los 10 minutos, y baje en dirección a la cocina, siguiendo el aroma a carne que salía del horno, olía delicioso.
Aunque al llegar a la cocina, me sorprendió que no estuviera mi madre por los alrededores, la llame “¿Madre? ¡Madre!” ella no respondía, y el aroma del horno se volvía cada vez más fuerte.
Sin más, abrí el horno. Encontrándome, con la cabeza de mi madre. Horrorizada, Salí corriendo hacia el patio, esto no podía ser cierto, pero lo era. Frente a mí, el cuerpo de la mujer que tanto amaba se hallaba desmembrado, junto a una sombra, la cual poco a poco se iba acercando hacia mí.
La oscuridad me rodeo, y no volví a ver la luz del día.
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Reflexionando y otros poemas
RandomEntre ideas, comentarios, y demás. Muy variado. [7/5/19]#14 en creativo [18/5/19]#75 en creativo [24/5/19]#15 en variedad