Espejo de dimensiones-Bakarina

Prólogo

Narrador Omnisciente

Es un bello día en la escuela de magia, dónde los nobles,y algunos plebeyos, que poseen magia, estudian para poder dominar sus poderes y dirigir sus respectivos puestos políticos.

Entre esos alumnos, hay unos que destacan entre todos, dichos alumnos conforman un grupo educativo de élite que dirige la mayoría de los eventos en la escuela. Son conocidos como el consejo estudiantil.

Pero hay solo una excepción entre ese grupo.

–¡Perdón por llegar tarde!-Grito una voz femenina abriendo, de forma estrepitosa, la puerta

–No se preocupe Katarina-sama, recién llegamos-le respondió con calma otra joven

–¡¿Que?!-Grito la voz anterior-¡Pero Keith me dijo que estábamos tarde y que se acabaron los dulces que hiciste,Maria!-Miro rápidamente a el joven que estaba a su lado todo el momento

–Perdón Nee-san, pero si no lo decía, seguramente no ibas a dejar tu huerto

–Parece que ya somos todos-Hablo otra voz femenina que acaba de llegar, siendo acompañado por 3 chicos y 1 chica.

–Mary,Alan,Gerald,Shopia,Nicol; que bueno que llegaron-Dijo Katarina sentándose en un sofá individual,al lado de María, quien estaba colocando unos postres-Gracias María-Cogió unos dulces, los comió y en el primer bocado puso una cara de satisfacción-Delicioso

–Me alegro que le guste,Katarina-sama

–Sera mejor que no comas tanto, dentro de un rato iremos al salón de prueba mágica-Le advirtió Nicol

–Si Nee-san

–Esta bien-Dijo resignada la pelicastaña

Ese mismo día, en la mañana, llegó al salón del consejo estudiantil, Raphael, que fue enviado por el consejo de magia, para que Gerald traduzca una antigua escritura.

Unos investigadores encontraron ruinas del antiguo castillo del reino, de la época dorada, y en su exploración se toparon con varios artículos mágicos. Trataron de traducir las inscripciones antiguas, pero al parecer está en el antiguo idioma del reino que ahora solo saben los del linaje de la realeza. Y ahí está en porque el consejo mágico solicito la ayuda de Gerald.

Gerald acepto el trabajo y decidió contarle a sus amigos para que lo acompañen. O mejor dicho, le invito a Katarina, y los demás se enteraron por Keith y se auto-invitaron.

–Bueno, ahora que estamos todos ¡Vamos!-Dijo Katarina motivada, alzando un puño

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