Capítulo V: MI prometido

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💍⁉️



- Y ahora estaré para ti - sonrió Nana. Lo dejó solo en la habitación, con las fotografías y por fin, la historia completa de lo que le sucedió a su madre.

En las fotografías se veían sus padres muy enamorados, y felices, como podía ser posible que su padre haya creído tal mentira y ni siquiera le dio la oportunidad de explicarse. Eso le quemaba el pecho, pero más le hervía la sangre cuando pensaba en HyangSook, la que causó todo ese desastre con su veneno, sabía una vez que la vio a los ojos, días atrás, que era de temer, pero jamás pensó que a ese nivel. Tendría que cuidarse lo suficiente y también de Donghae, no quería desconfiar de todo el mundo, pero tenían la misma aura tenebrosa, deseaba que solo fuera una mala corazonada y no algo real.

Sacó de su mesita de noche una cajita, en donde tenía las pocas cosas de su madre, y guardó las fotografías ahí. Ese era su pequeño tesoro.

[...]

Donghae despertó casi al medio día, sabía que no debía beber, solía emborracharse con nada, su plan de vida sana se arruinaba con el alcohol, asique no tenía nada de resistencia. Aún así, se acordaba perfectamente del plan maestro que ocuparía con su medio hermano, solo tenía que poner en marcha una cosa antes, y la primera era, Wendy.

Se levantó de la cama con un horrible dolor de cabeza, ya se había perdido su trote matutino, asique solo se daría un baño, se vestiría e iría a las últimas clases del día en la universidad. Antes de irse pasó por la cocina.

- Wendy – la joven casi se cae de su silla al escuchar su nombre

- S-si jo-joven – tartamudea nerviosa

- ¿Tienes por si acaso una pastilla para el dolor de cabeza? – sonrió de medio lado coqueto. Wendy casi sufre de un paro cardiaco con aquella sonrisa, casi flotando se fue al pequeño botiquín de la cocina y sacó dos aspirinas para el dolor de cabeza, fue por un vaso de agua y se las entrego, muda – Gracias, eres muy amable – sonrió nuevamente

-G-grac-cias – enrojeció de vergüenza. Ese medio día, todos corrían de un lado a otro preparando el almuerzo y ordenando la mesa. Nadie les prestó atención. Luego que se tomó su remedio, ante la atenta mirada de la joven empleada, le devolvió el vaso y le guiñó un ojo, dándose la media vuelta y yéndose de ahí.

Apenas la puerta se cerró, las piernas de Wendy le fallaron, no podía creer la interacción que había tenido con ella, era casi irreal, si no fuera porque tenía el vaso que había usado a medio beber entre sus manos, no lo creería. Yeri pasó por su lado con unas ensaladas y golpeó a su colega en un brazo.

- Aquí planeta tierra a Wendy, se necesita su amable disposición para trabajar, gracias – simulando voz de locutora de la nasa le habló

- Yo, yo, yo...

- Nana, ésta ya se desconfiguró – gritó Yeri

- Niña por Dios, ¿Qué tienes?, deja ese vaso ahí y a trabajar - ordenó la mujer

- Si-sí, es que acabo de vivir un sueño – sonrió, caminó hacia el lavaplatos a dejar el vaso y cuando lo iba a depositar se detuvo a mitad de camino. Miró el vaso por un momento y luego lo puso a contraluz para ver la marca de los labios de su joven jefe, cuando los divisó puso el vaso en su boca calzando la marca con la suya y bebió el contenido de agua de un sorbo, luego de un largo suspiro lo dejo en el lugar.

Yeri y Nana solo negaron con su cabeza al mismo tiempo y siguieron con sus labores.

DongHae llegó a sus últimas dos clases, que compartía con sus dos mejores amigos, para los demás. DongHae sabía que no existía tal cosa de amistades reales, todo era por conveniencia, y ellos era los hijos de las familias más poderosas de corea, ¿casualidad que eran amigos?, no, sus familias habían hecho que fuera así. De todos modos, estudiaban juntos desde el jardín de infantes, y ahora estaban en la misma carrera universitaria, obviamente si eran los futuros herederos de sus respectivas compañías.

Lee Corp. (Eunhyuk & Yesung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora