Lee Corp. (Eunhyuk & Yesung)

Capítulo I: ¿Hermano?

🤔

Era un bello día viernes, el sol daba sus rayos, cálidamente y se colaban por las ventanas de la gran habitación del joven Lee Donghae, quién yacía plácidamente acurrucado. La noche anterior le había costado en sobre manera poder dormirse, hoy era el gran día, por el que estuvo esperando desde que tiene uso de razón, y por el que su madre tanto se ha desvelado. Hoy será presentado como el nuevo heredero del gran conglomerado de empresas Lee Corp. Su madre, igual de ansiosa, había madrugado, y estaba en pie desde las cinco y media de la mañana. Estuvo en su habitación dando un par de vueltas hasta que decidió levantarse. Rebuscó en su clóset y sacó el vestido elegante que usaría esta noche, lo admiró por sobre el plástico que lo protegía, había llegado hace unos días desde Francia, y estaba complacida por la belleza que tenía en frente, aunque le haya costado varios euros a su esposo, no podía ser menos ya que era la gran señora, la esposa del Sr. Lee. Guardó nuevamente el vestido y se puso su bata, era temprano aún y aunque el sol asomaba con sus rayos, no lograba traspasar el calor necesario por sobre su pijama de seda. Se calzo sus pantuflas Gucci, amarró su bata por sobre su estómago y se dirigió al baño, quería ir a despertar a su hijo, pero no podía salir de la habitación sin por lo menos tener "bb cream" sobre su rostro, no podía dar mala imagen ni a la servidumbre, eso sería desastroso.

Después de aplicarse diferentes cremas y bases, se peinó con cuidado en un moño recogido. Salió de su habitación alrededor de las siete treinta hacia la cocina, iba a supervisar de primera mano el desayuno de su hijo y se lo llevaría personalmente, quería ser ella quien le diera el "buenos días" en este especial momento.

- Yeri, ¿qué frutas pondrás en la bandeja de mi hijo? – entró en la gran cocina, pulcra e inmaculada, de blanco desde el piso hasta el techo, electrodomésticos de última tecnología y abarrotes para un año sin problemas.

Las empleadas que estaban preparando todo para el desayuno se sobresaltaron con la presencia de la "segunda" esposa en el lugar. Nadie la consideraba la señora de la casa como tal, para todos era la que usurpó el lugar de la real, pero obviamente eso no se lo decían a ella.

- ¿Tan temprano despertó hoy?, el señor ya está desayunando, ¿desea acompañarlo? – preguntó Nana, la empleada más antigua de la casa, era prácticamente de la familia, era una amable mujer de unos sesenta y ocho años.

- ¿Acaso no puedo madrugar?, sólo quiero el desayuno de mi hijo, yo se lo llevaré hoy – sonrió

- ¿Desayuno, a-ahora? – tímida susurró Yeri, la joven de apenas dieciocho años llevaba unos meses trabajando ahí.

- Niña, te he dicho tantas veces que hables más fuerte – bufó - ¡¿Qué esperas, una invitación para que se dignen a preparar el desayuno de mi hijo?! – irritada tomó una manzana de la encimera de la cocina y salió a la sala

Las empleadas en la cocina estaban algo aturdidas aún, era difícil seguir el ritmo del carácter de la segunda esposa, había días que era risueña y divertida y otros donde querías esconderte debajo de la mesa y no salir más. La joven tiritando por el susto que se dio, con el grito de la mujer, empezó a armar la bandeja que le llevaría al hijo de la familia con el desayuno, este trabajo lo hacía el chef de la casa, pero justo hoy llegaría más tarde. Por lo general era para las once o doce de la mañana, por eso todas se sorprendieron del pedido tan temprano. Al igual que ver a la señora de la casa a esas horas, ella no habría sus ojos antes de las diez de la mañana.

- ¿Qué pasará hoy? – Wendy con algo de susto preguntó, tenía la misma edad de Yeri, pero llevaba más tiempo trabajando ahí.

- ¿Qué, acaso no saben? – susurró Henry, el chofer de la familia de casi treinta años, su padre había estado en el trabajo hasta que se jubiló y después lo tomó su hijo desde muy joven. – Hoy se da a conocer frente a la empresa y los altos mandos al nuevo heredero, ósea al joven Donghae