-ˏˋ i want you to stay ˊˎ- Lesbian

parte cuatro

   —Cómo se supone que haga eso? prácticamente estoy acostumbrada a ti, ¿No lo ves?Estos cuatro meses he sido como una marioneta que todos han manejado a su antojo pero que al final del día no siente nada.

   —Val. mirame, estoy aquí y es lo que tenemos por esta noche.

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   —¿Qué es esto? —preguntó Valentina.

La situación la estaba tomando por sorpresa.

   —Mis maletas. —respondió Juliana enfadada.

   —¿Qué?

   —Me voy.

   —¿P-por qué?

   —Eres una mentirosa. —respondió Juliana terminando de empacar las últimas prendas de vestir.

   —¿D-de qué hablas? —cuestionó Valentina de manera tentativa.

   —¡Deja de hacerte la que no sabe, Valentina! —La morena por fin estalló, —Hace dos horas marcó tu Hermana. Resulta que según ella: tú y yo terminamos hace un año.

Juliana clavó sus ojos cafés en la rubia quien se mostraba totalmente sorprendida y perturbada.

   —¿Qué es esto, Val? —preguntó Juliana más tranquilamente.

   —Necesitaba el trabajo, Juliana. —trató de justificarse, —Sabes que había
terminado la universidad sin una oferta de trabajo y yo.

   —Lo sé, Val. —respondió Juliana pausadamente, —Pero, ¿A qué costo?, ¿No pudiste ser sincera conmigo?

   —No sabía cóno te lo ibas a tomar.

   —Entonces, esto no tiene ningún sentido ya. —dijo Juliana secamente, —Me voy.

   —¿Me estás dejando porque no fui capaz de decirle a mi hermana con respecto a nosotras?

   —¡No! —Juliana tomó sus dos maletas, —me voy porque ya no eres capaz de confiar en mí, porque fuiste una mentirosa, porque llevamos casi seis años en vano porque ni siquiera me conoces bien, diste por hecho que no me tomaría eso bien. Llevamos seis años, Val, por favor, años en los que he compartido contigo todo de mí, te lo he dado todo y tú, al parecer, no lo has visto.

   —P-puedo solucionarlo, Juls. —El tono de desespero aumentaba en la voz de Valentina.

   —¿Cómo?, ¿Diciéndole a tu hermana la verdad? —El silencio de Valentina le confirmó su pregunta, —Esa no es la solución para las razones que te acabé de dar.

Las dos chicas se miraron por unos segundos. La morena estaba tratando de ser firme y con toda la voluntad que pudiera sostener sabiendo que aquellos ojos azules rogaban por una oportunidad pero que, al mismo tiempo, demostraban miedo y vulnerabilidad.

Juliana abrió la puerta. Valentina era incapaz de reaccionar en ese momento, se sentia miserable por haberle fallado a la unica persona que de verdad la había conocido, que había sido incondicional durante todo el tiempo que llevaban juntas y, sobretodo, que la había amado.

   —S-solo quiero un poco de tiempo, Val.

Y dicho eso cerró la puerta dejando a la rubia sola en aquel departamento. Y aunque ambas lo presentían, no sabían
que ese tiempo sería para siempre.

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   —Debí haberte detenido ese dia.