Capitulo 32

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Narra Pilar

Aún siento que toco el cielo con mis manos mientras que Purre me abraza e él y hace que apoye mi rostro sobre su pecho. Me quedo en silencio escuchando la manera en la que late su corazón y inevitablemente, sonrío como una tonta.
- Aun sigue agitado.
Comento. Purre ríe y besa mi cuello.
- Desde el día que te he vuelto a ver que estoy así, es increíble el poder que tienes sobre mi, mi niña. 
- Yo creo que esto de tu niña, no es tan adecuado..
Me quejo acomodándome mejor para apoyar mi barbilla sobre su pecho y así poder mirarle a los ojos.
- Quieres que te llame de mi chica de sensuales ojos y deliciosos besos?
Me cuestiona haciéndome reír.
- Eso es muy largo.
Rebato entre risas.
- Entonces te llamare de mi vida porque es eso exactamente lo que eres.
Respiro profundo ante sus palabras y sé que falta mucho para un día pueda llamar así cuando no estamos solos.. pero hoy no quiero arruinar el momento.
- Estas bien?
Purre me pregunta algo preocupado.
- Más que bien.
Enredo una de mis manos en su cabello y sonrío.
- Dale, entonces antes que te pida que nos levantamos de aquí para llevarte a cenar, dime una cosa..
Comenta haciéndome sonreír
- Creí que me tendrías secuestrada en esta habitación, pero dime que quieres que te diga.
Acoto y esa sonrisa lo es todo.
- Si quieres te mantengo aquí secuestrada hasta mañana y mañana temprano salimos a hacer turismo.
Proponer haciéndome sonreír.
- Me encanta la ideia, tu y España me gustan de igual manera.
Comento y muerdo mi labio inferior
- Eso quiere decir que te he gustado más ahora que quando lo hacíamos antes?
Me pregunta haciéndome estallar en risa.
- De verdad me estás preguntando eso?
Pregunto sin poder parar de reír y me alejo de él sentándome en el borde opuesto de la cama.
Él se sienta apoyando su espalda contra el respaldar y me mira algo serio.
- No sé que es tan gracioso. Se queja, pero sé que está jugando. - Solo quiero saber.. es que supongo que has tenido la oportunidad de compararme con otros y...
Intenta decir, pero en medio de su explicación, yo me lanzo hacia él y le callo con un beso.
- No seas tonto, morocho! Le digo y apoyo mi frente sobre la tuya sin dejar de mirarle a los ojos. - La química que tu y yo tenemos es inigualable.. al igual que la manera tan intensa con la que te amo. Le digo generando una bella sonrisa en su rostro. - No tienes idea de las cosas que quiero hacerte y que tú me hagas...
Confieso y allí esta esa picara mirada acompañada de esa maliciosa sonrisa.
- Me das carte blanche para hacerte todo lo que yo también quiero hacerte?
Me pregunta como si fuese un chico malo y me encanta.
- Me tienes secuestrada... por lo tanto, soy todita suya.
Digo siguiendo su juego y no sé como lo hace pero con sus manos entre mi cintura y mis caderas hace que me acueste en la cama y antes de poder antecipar cualquiera de sus movimentos, comienza a recorrer mi cuerpo entero con su boca haciéndome gritar su nombre una y otra vez al punto tal que me calla con una de sus manos.
- Que se quejaran los vecinos.
Me dice en una corta pausa haciendo que me ría a pesar de que sentirle hacer tales maravillas en mi cuerpo con su lengua me hace delirar una y otra vez.
Me estás matando de placer y no le basta llevarme al limite una vez, que lo vuelve a repetir hasta que mi cabeza da vueltas.
- Creo que es mi turno ahora.
Consigo decir cuando se acerca a mis labios para besarme. Le beso sintiendo el sabor de mi cuerpo en el suyo y sonrío triunfal cuando ahora soy yo quien le empuja alejándole de mi para luego arrodillarme frente a él. Me ubico sobre su cuerpo tendido en la cama y con premeditación llevo mis dedos a sus labios y voy bajando hasta su excitado miembro.
- Eres una obra de arte, morocho! Le digo haciéndole sonreír. 
- Eres muy mala...
Me dice agitado y le sonrío. 
- No seas impaciente morocho, disfrute!
Rebato y antes que pueda responder, mis labios comienzan una dulce travesía por su anatomía, beso cada lunar, cada músculo, cada detalle de su perfecto torso y bajo hasta la parte más sensible para al igual que él lo hecho conmigo, torturarlo dulcemente haciéndole jadear de placer. Los recuerdos de la primera vez que le hice algo así se viene a mi mente y decido imitar cada acción hecha aquel día hasta que su cuerpo no resiste más y bajo su atenta mirada saboreo la miel de su cuerpo. Voy a su boca y le beso con urgencia, él no se queda atrás, me toma de la nuca haciendo que no pueda separarme de él y de esta manera volvemos a rodar por el colchón.
- Quedémonos aqui en Marbella para siempre. Olvidémonos de todos. Me pide entre los besos, pero soy incapaz de responder cuando su cuerpo se funde el mío. - Nos debemos tantas cosas..
Me dice entre besos y embestidas.
- No te detengas. Le suplico cuando nuestros cuerpos vuelven al limite hasta llegar al fondo de toda esa locura. - Dios... me harás decirte que si a todo.
Digo agitada cuando intentamos recuperarmos.
- Esa es la ideia, mi vida.
Rebate y se sonríe aun agitado.

Nunca te olvidé - Pilurre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora