II

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                          -Pov Jimin-
Se escuchaba música arriba, suponía que era la de Jungkook, ya que no había nadie más en la casa. Era extraño el hecho de que estuve solo con el, y no tuvimos sexo. Siempre que he estado con una chico en su casa o en la mía, el terminaba encima mío. Jungkook es difícil, demasiado para mí gusto.
La puerta se abrió. Jackson, Namjoon y Taehyung entraron a la casa con pizzas y cerveza.
—¿Y Jungkook? —me preguntó Mike.
—Poniéndose la ropa que le quité —respondí, sonriendo. Jackson estaba a punto de matarme—. Sólo bromeo —continué, riendo—, está arriba. Apenas llegó se fue a acostar.
Jackson lanzó un suspiro. Amigo, terminaré teniendo sexo con tu hermano aunque no quieras.
Dejó las pizzas en la mesa, y destapó las cervezas. Los cuatro nos sentamos y comenzamos a comer.
—¿No le dirás a Jungkook que baje? —preguntó Tae, después de oír la música a todo volumen proveniente de su cuarto.
—Na —dijo, negando con la cabeza—, luego le llevo a su cuarto.
Estuvimos hablando de lo que queríamos hacer después de graduarnos, y nuestros objetivos para este año. Les dije que querría llevar a cuatro hombres a mi cama en una noche, y sabía que podría lograrlo. Namjoon dijo lo mismo que yo, e hicimos una apuesta de quién lo haría en menos tiempo. En cambio, Tae quería enamorarse antes de ir a la universidad, cosa que no podía creer. ¿Acaso no te gusta la vida de soltero, amigo? Fiestas, mujeres, hombres, alcohol...
Todos alzamos la cabeza al escuchar pasos en las escaleras. Era Jungkook, vestido con lo que parecía ser su pijama. Tenía un pantalón de una tela similar a la de los peluches, y una musculosa apretada que le marcaba muy bien sus preciosos abdominales.
—Yo no quería comer, tranquilos —dijo, sarcástico.
—Iba a llevarte a tu cuarto —respondió Jackson.
—Se están devorando todo Jackson, por favor —dijo, rodando los ojos—. Descuida, saldré con las chicos a comer algo.
Subió las escaleras, y tuve una perfecta vista de su perfecto trasero. Mordí mis labios inconscientemente, y me dije a mí mismo que tenía otro objetivo qué cumplir antes de ir a la universidad: acostarme con el chico más ardiente y difícil de la escuela, Jeon Jungkook.

                      -Pov Jungkook-

Me vestí rápidamente para ir a comer con Yoongi y Hoseok. Un jean negro, una camiseta blanca y una campera negra. Nos encontraríamos en el centro comercial a las 6, y allí iríamos a McDonalds o a donde sea. Quería salir de casa cuánto antes, odiaba que mi hermano trajera a sus amigos sin preguntarme. Y más que nada, que uno de ellos me devore con la mirada, sí, hablo de Jimin.
Estaba caminando hacia el centro comercial, y sentí una moto detenerse a mi lado. Estuve obligado a mirarla porque se encontraba a tan sólo unos centímetros de distancia.
—No deberías estar solo —dijo Jimin, moviendo el cigarrillo que llevaba en su boca hacia ambos lados—, déjame llevarte.
—Tu no te rindes, ¿cierto? —pregunté, y seguí caminando.
—No si se trata de ti —dijo, dejando su moto estacionada y teniéndome con su brazo para que no avanzara.
Ya se había puesto de noche. Como era invierno, el día no duraba tanto. Tenía razón, tal vez era peligroso andar solo en la noche. Pero prefería estar solo, que con él.
—Sabes —dije, mirándolo a los ojos—, creo que corro más peligro estando contigo que solo. Además, eres un animal manejando eso —señalé la moto.
—¿Sabes dónde más soy un animal? —dijo, con una sonrisa pícara, y tirando su cigarrillo en el suelo.
Sabía cual sería la respuesta, y no quería escucharla. Intenté caminar, pero su mano en mi brazo me lo impidió. Me atrajo hacia él, y quedé frente suyo, tocando su pecho con mis manos. Tuve que alzar mi vista para mirarlo, era mucho más alto que yo.
—Mueres por besarme —me susurró, con una sonrisa seductora en su rostro.
—Creo que ese eres tú —dije, mirándolo desafiante.
—No te lo voy a negar —respondió, mordiéndose el labio inferior.
Me reí irónicamente, sabiendo que esa frase se la había dicho a cientos de personas, y me alejé de su pecho.
—Caminaré, gracias Jimin —dije, esbozando una sonrisa falsa de lado.
—Como quieras, precioso —dijo, mojándose los labios con la lengua.
Me alejé de Jimin, y él se subió a la moto. Seguro se dirigía a mi casa para estar con Jackson, Namjoon y Taehyung, o tal vez todos ya se habían ido. No le di importancia, sólo seguí mi caminata rumbo al centro comercial, pensando en lo insistente que sería Jimin este año si no le decía que sí. Espera tranquilo, Jimin, jamás dormiré contigo.
Al entrar al patio de comidas del centro comercial, divisé la mesa en que Hoseok estaba sentado para guardar el lugar. Me hizo señas con las manos para que vaya con el, y señaló a Yoongi quién se encontraba haciendo la fila en McDonalds.
—Ve con el y dile lo que quieras que te ordene —dijo Hoseok, refiriéndose a Yoongi.
Asentí, y cuando estaba yendo con el, me choqué con un chico de cabello azul y ojos marrones.
—Lo siento —dije, muerto de vergüenza.
Ahora que le veía el rostro detalladamente, se me hacía muy familiar.
—Descuida —dijo, haciendo gestos con su mano. Luego me miró con los ojos entrecerrados, y dijo—: Siento que te conozco de algún lugar... —colocó dos dedos en su barbilla y me analizó con la mirada. Me reí—, ¿asistes a Shingu Middle School, cierto?
Asentí. Creo que lo había visto en mi clase de matemáticas.
—¿Estás en la clase del Sr. Jones? —le pregunté.
—Así es, de ahí te conozco —dijo, con una sonrisa increíblemente perfecta—. Soy Jonah Williams —me estrechó la mano.
—Jeon Jungkook—dije, tomándola.
Yoongi estaba viendo la situación con atención, con una sonrisa de oreja a oreja y haciéndome "okey" con su mano. Mordí mi labio inferior y rodé los ojos, luego le sonreí.
—Tendríamos que tomar algo alguna vez —dijo Jonah, haciendo que desviara la vista hacia él.
—Claro —dije, lanzando una media sonrisa. Él me la devolvió.
—Nos vemos en la escuela —dijo, y luego se fue con uno de sus amigos que lo estaba esperando.
—Nos vemos —le respondí.
Quizás no sería un año tan malo después de todo.
Hoseok me esperaba con la boca y los ojos abiertos al observar lo que había sucedido. Largué una carcajada al ver su cara, y dije:
—No digas nada —y me reí.
Hicimos nuestro pedido. Hoseok se quedó esperándolo, y yo fui hasta la mesa con Yoongi, quién me esperaba con una sonrisa pícara.
—Era muy lindo —dijo, levantando varias veces su cejas.
Me senté a su lado, y puse los ojos en blanco al escucharlo.
—Claro que no tanto como Jimin, pero era lindo —siguió.
Le había contado todo acerca de lo sucedido con Jimin en el verano. Hoseok no sabía nada, ya que si le contaba, me odiaría. Así que mi mejor amigo de la infancia me aconsejaba, y estaba feliz porque el chico más popular de la escuela estaba a mis pies. Le expliqué miles de veces que lo único que él quería era acostarse conmigo, y que no sería su objeto como todos lo son para él.
—La verdad —dijo—, no puedo creer cómo es que te haces el difícil ante él, ¡hasta yo caería rendido a sus pies!
Me reí.
—Jimin es un idiota, Yoongi, jamás caería rendido a sus pies —dije, y toqué su brazo con el codo para que sepa que debía callarse porque Hoseok estaba viniendo.
Yoongi se encogió de hombros.
Comimos rápidamente. Estaba hambriento, y más que nada por los nervios. Sí, cuando estoy nervioso como, y esta vez lo estaba por Jimin, y lo horrible que será si Hoseok se entera de que intenta seducirme. Claro que no dejaré que lo haga, pero aún así mi amigao no estará feliz.
Nos despedimos en la puerta del centro comercial. Eran las 8:30 PM, y los tres nos dirigimos a nuestras casas. Estaba bastante oscuro, pero me dije que iría a paso acelerado. Tuve mucho cuidado, y apenas veía algo extraño, iba mucho más rápido. Por suerte llegué a mi casa sano y salvo.
Escuché música muy fuerte cuando estaba por abrir la puerta. "Por favor que no sean mi hermano y los imbéciles", pensé, pero así era. Al abrir la puerta, me encontré con cuatro hombres sin camisa y en bóxers, bailando una canción de kpop, y tres hombres junto a ellos. Eran de último año, y Tae era el único que no le daba importancia a ninguno. En cambio, Jimin estaba con dos de ellos, con ambos brazos en el cuello de cada uno. Dios, esto no podía estar pasando.
Furioso y cansado, apagué la maldita música que sonaba del parlante. Todos me miraron, e hicieron gestos de "¿qué haces?".
—¡Eres un idiota, Jackson! —le grité a mi hermano—. ¡Quiero descansar! ¡Dile a todos que se vayan! —señalé la puerta.
Subí las escaleras y entré a mi cuarto dando un portazo. Luego de unos minutos, la música dejó de escucharse. Lancé un largo suspiro, me puse el pijama, y me recosté en la cama con las manos en mi frente, sintiendo un leve dolor en mi sien por el estrés.
Cuando estaba a punto de conciliar el sueño, alguien tocó la puerta.
—Pase —dije, de mala gana.
—Hola —dijo Tae, entrando a mi habitación con la mano en la nuca—, quería decirte que tu hermano es muy orgulloso para pedirte disculpas, así que lo haré yo —se aclaró la voz, y terminó—: Disculpas.
Esbocé una sonrisa. Tae era el menos imbécil de todos.
—Descuida —le dije, sentándome en la cama—, que suerte que seas tú quien venga a hablarme y no el tarado de mi hermano.
Lanzó una carcajada, y sus ojos color miel se achinaron. Tae era muy lindo.
—Créeme, me interesa que estés bien —dijo, sentándose al lado mío.
Le sonreí, y mojé mi labio inferior con la lengua. Él se lo quedó mirando, y luego volvió a mis ojos.
—Eres precioso —dijo, sin más.
Quise responderle, pero alguien nos interrumpió.
—Habíamos acordado de que el era mío —dijo Jimin, apoyado en la puerta con los brazos cruzados.
—Sí, pero tú sólo lo quieres para tenerlo en tu cama —dijo Tae, enfrentándolo.
Abrí mis ojos de par en par, estaba sorprendido. Mi hermano llamó a Tae desde la planta baja, y éste salió de mi cuarto, no antes de clavarle una mirada fulminante a Jimin. Él me miró, y bajé la vista. Sentí que se colocó enfrente mío, pero aún seguía de pie. Al alzar la vista, me encontré con sus penetrantes ojos. Él tomó mi mentón, y acercándome a sus labios, me susurró:
—Voy a conquistarte.

¿Que les parece la historia hasta ahora?
Tuve que arreglar varios detalles, porque era una historia hetero .-.

Estúpidamente Perfecto [Adaptación Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora