The Truth | HenYang

Capítulo 5 "Deseo y culpa"

Hendery no estaba dispuesto a bajar los brazos, él había peleado por mucho tiempo para conocer a Liu, ¡no se iba a rendir tan fácilmente!

Desde hacía un mes, cuando se enteró que la policía había cerrado el caso por falta de pruebas, tuvo que aceptar el hecho de que el culpable había sido su deseo.

Un deseo el cual era conocer a alguien que lo hiciera feliz, jamás creyó que realmente sucediera, que él conocería a su felicidad.

A decir verdad, la vida de Kun Hang nunca fue divertida, ni tampoco feliz. Sus padres vivían discutiendo y casi siempre lo culpaban a Wong por sus peleas.
No conforme con eso sus únicos dos amigos eran Kun y Yukhei, chicos mayores que no los veía muy seguido.
Aunque digamos que a Kun lo conoció unos años después.

Una vida de soledad, aburrimiento y sin nadie con quien hablar.

En su deseo había depositado toda su esperanza, todo su corazón.

Y un quince de abril del año 2014 se enteró que alguien viviría al lado de su casa, un chico de catorce años que venía de Alemania, según lo que se escuchaba él viviría solo, sus padres se quedaban en Alemania por trabajo.

— Yo desearía vivir solo también...

Tres días después, mientras Kun Hang estaba apurado para llegar al instituto vio que el chico alemán parecía cansado, parecía demasiado adormilado, casi un sonámbulo.

Pensó que no sería mala idea ayudarlo un poco, entonces supo que se llamaba Liu YangYang, durante toda la mañana no hablaron, pero si se habían quedado de acuerdo en que mientras él iba a hablar con el director, Liu lo esperaría en su salón.

Para entonces al llegar el mediodía vio que su charla con el director había tardado bastante, creyó que el chico ya se habría ido.

Fue entonces que lo encontró en ese gran pasillo, esta vez pudieron tener una agradable conversación.

De ahí en más Kun Hang supo que su deseo se hizo realidad, él prácticamente no estaba en casa de sus padres, sino más bien en la de YangYang. Fueron dos años en donde mantenían la misma rutina.

Cuando Wong supo los sentimientos que Liu tenía por él, sin dudar ni un poco los aceptó.

¿Quién diría que el travieso pero tímido YangYang se confesaría?

Fueron los seis años más maravillosos del mundo, tuvo la felicidad que tanto quería.

"Quizás fui tan feliz que las estrellas decidieron arrebatarme todo de nuevo"

Ante su pensamiento frunció la nariz, ¿cómo recuperaría al chico ahora?

Desde hace un tiempo se había replanteado el hecho de saber si fueron realmente las estrellas quienes cumplieron su deseo. Bueno, es que, ¿quién creería en ellas a esta altura de su vida?

Dando vueltas en esa biblioteca seguía sin encontrar nada, antes de doblar hacia el siguiente estante pudo escuchar una voz conocida hablar de manera seria con alguien más.

— Sabemos cómo resolver el problema, ¿por qué no podemos hablarlo? Odio ver a YangYang en ese estado, tan solo y deprimido — los ojos de Wong se abrieron a más no poder, ¿de qué estaban hablando?

— XiaoJun, sabes que los deseos se cumplen si tienen mucha esperanza depositada en ellos, mientras esa esperanza y alegría siga en pie el deseo seguirá siendo una realidad — haciendo una breve pausa y suspirando siguió — no debes dudar nunca sobre tus deseos, solo debes creer en ellos o estos morirán, se volverán tu pesadilla.

Quería salir, quería saber más. Si YangYang estaba en algún otro lugar debía ir a verlo, ahora, en este mismo momento.

Pero debía aguantar.

— ¿Quieres decir que uno de los dos han dudado?

Kun asintió con la cabeza.

— YangYang empezaba a extrañar a su familia y a sus antiguos amigos, mientras que a Kun Hang todo le parecía irreal y creía que en algún momento despertaría de un sueño. Las estrellas cumplen deseos y tu debes creer plenamente en ellos, no puedes pensar que son mentiras porque eso hará que todo se vaya al caño.

— No quiero dejar que YangYang siga en su estado de depresión.

— Yo tampoco quiero eso.

Wong Kun Hang salió de su escondite, ambos chicos lo miraron con sorpresa.

— H-hendery... — los dos estaban ansiosos, esa información no debía ser revelada por nada del mundo. Ellos debían darse cuenta solos.

— Quiero que ambos me expliquen esta situación, se los ruego.

Ambos chicos se miraron con temor, ¿qué debían hacer?