The Truth | HenYang

Capítulo 3: "Mi estrella"

El único lugar en donde Liu veía a Kun Hang era en sus sueños, desde ese momento su autoestima había bajado, sus esperanzas igual, pero su deseo de verlo aumentaba con el tiempo haciendo que el corazón de aquel chico se retorciera con cada recuerdo.

No importaba como fuera, no daba con ninguna respuesta, incluso empezó a ir a la biblioteca con la intención de encontrar libros que tuvieran que ver con estrellas fugaces y deseos, la única información que conseguía era la misma de siempre.

Los personajes se separan y cada cual se olvida del otro, o simplemente uno se olvida y el otro queda destruido.

YangYang creía estar en la segunda posición, aunque él deseaba que no fuera así.

— Mira, Hen... Estoy hecho pedazos y todo por no verte ni siquiera en la distancia, verte en mis sueños lo hace más doloroso... Todas nuestras fotos se han borrado, ¿tu ya te has olvidado de mi?

Tirado en el suelo y mirando el techo suspiraba con nostalgia.

— ¿Recuerdas cuando me caí de las escaleras? Estabas tan nervioso que hasta yo pensaba que llegaría el fin de mi vida... Espero que no te hayas desesperado tanto al no verme — hizo una pequeña pausa y luego siguió — bueno, la verdad espero que si lo hayas hecho, me sentiría muy mal si veo que no te importó el que yo no esté...

Sus lágrimas volvían a salir, los últimos cinco meses se los había pasado de esa manera, buscando soluciones y deprimiendose cada vez más.

— Estoy cansado de verte así — un chico con cabello negro entró a la habitación — si sigues de esa forma te mandaré a un centro de rehabilitación.

— ¿Crees que porque haga eso cambiaré, XiaoJun? — Liu no se movió de su lugar, seguía observando el techo como si fuera lo más interesante del mundo.

— ¡YangYang! ¡Un día volviste de comprar y empezaste a desesperarte! ¡Has caído en depresión por un chico del cual no estoy seguro de su existencia! ¡no es normal que sigas así! — ahora un poco más calmado se sentó a su lado — si ese chico te hizo algo, si te lastimó y por eso estás así... Solo deberías olvidarlo, no es la única persona en el mundo.

— Tú... Jamás lo entenderías — dándole la espalda a aquel chico siguió con su estado de soledad — Y él nunca me lastimó, fui yo el que se fue.

— Sabes... No dejaré que sigas cayendo en esa depresión, haré que te levantes y sonrías como antes.

Terminando con sus palabras decidió salir de la habitación.

— Has que Kun Hang esté conmigo una vez más y seré la persona más feliz del mundo.

De esa forma cerró sus ojos y se quedó dormido en el piso.

[🌙]

— Wong Kun Hang, si sigues con esa cara de amargado envejecerás más rápido de lo que crees.

— Kun, ¿Recuerdas cuando Kun Hang tenía quince años? Era el chico de las sonrisas, te levantaba el ánimo con verlo. Ahora míralo, estoy seguro que ni el matón más malvado querría acercarse a él.

Los ojos de Kun Hang perdieron su brillo desde hacía más de cinco meses, no se había rendido ante la idea de encontrar a Liu, se negaba a aceptar la posibilidad de que estuviera muerto.

— A YangYang le gustaría que sonrieras — Yukhei lo miraba con algo de tristeza.

"A YangYang le gustaría..."
"A YangYang le haría feliz si..."
"Se feliz por YangYang"

¿Qué sabían ellos sobre la felicidad de Liu? ¿Creían que eso le haría seguir adelante?

— ¿Qué pasará con la casa de YangYang? Tengo entendido que nadie fue a esa casa desde entonces...

— No debo preocuparme por eso, he pagado todos los servicios de la casa, he limpiado todos los días e incluso me he quedado ahí varias veces. Sus padres jamás vinieron a China para pedir explicaciones, ni siquiera se tomaron las molestias de llamar.

Los tres chicos sentados en una cafetería quedaron en silencio. ¿Los padres del chico jamás se preocuparon? ¿Era eso una mala broma?

— ¿Alguna vez te los presentó? — Kun sabía que si Hendery hablaba un poco sobre sus momentos con el castaño alguna sonrisa tonta se le saldría, ya con eso era suficiente.

— Jamás lo hizo, dijo que era una pérdida de tiempo hablar con ellos, ahora veo porqué.

— ¿Qué pasaría si lo vuelves a ver? — Yukhei miró con sorpresa al de cabello azulado, no creyó que diría algo como eso.

— Si lo viera de nuevo... Quizás le coloque unas esposas conmigo para que no vuelva a huir, de eso estoy seguro — sonriendo un poco logró cumplir con el objetivo de Kun.

— Estás decidido, ¿eh?

— Siempre lo estuve.