3. Querido Tanjiro.

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Primero que nada, ay santa Papaya, tremendo esfuerzo tuve que hacer con esta historia, pero espero que el resultado haya valido la pena.

Este capítulo final está dedicado a todas las que votaron y comentaron en esta historia, pero sobre todo a mi beta Parlev que me ayudó mucho y que ayer estuvo de cumpleaños 💜 te amodoro. También a mi esposa wirsey, te amo mi vida, gracias por tu ayuda y apoyo incondicional 🥺 ImperioVenecia a ti también, muchas gracias.

Ahora las dejo leer, y sinceramente espero que les guste 👉👈 y ya no odien a Giyuu, ¿Vale? 😂

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Mi madre escogió el nombre "Giyuu" para mí por contener, entre otros, el kanji de "coraje", porque ella y padre querían que su único hijo fuera un hombre ejemplar que pudiera afrontar siempre las situaciones con la frente en alto. Hasta este día no he podido hacerle honor, porque desde que me aparqué a un costado de la cafetería donde me dijiste que nos vieramos, llevo quien sabe cuantos minutos, buscando un simple impulso de valor que me haga bajar y tomar asiento delante de ti para que me digas por qué. La espera inútil y el deseo de saber ciertamente me están volviendo loco, tu mensaje de texto con una invitación no reveló mucha información.

¿Por qué no te dije que no? ¿Por qué no te dije que no quedaban palabras pendientes entre nosotros, que todo estaba dicho y hecho, y que me hicieras el favor de no volver a contactar conmigo? ¿Por qué no solamente bloquee tu número y ya? Doy una sonrisa ausente para mí mismo, pues ya sé la respuesta a mis preguntas.

No se puede engañar al corazón, ¿Verdad, Tanjiro? No después de tres años donde la melodía es la misma.

La última conversación que tuvimos antaño a que hicieras tus maletas fue más un ataque de reclamos tuyo que sigue muy fresco en mi mente pese al paso del tiempo. Te juro por Dios que mi intención no era hacerte más daño, sino darte mis felicitaciones porque fuera aprobada tu solicitud a tan buena universidad, tu esfuerzo estaba dando sus frutos y yo no cabía en mí mismo de orgullo por ese gran logro. Un paso significativo en tu vida de la que yo ya no era parte, pues así lo quise y hubiera sido un error si se me ocurriera dar un paso atrás a esas alturas.

Mi sentir fue resumido en un discurso practicado con la ayuda de mi hermana delante del espejo de su dormitorio, y me dispuse a emprender las dos cuadras que me separaban de mi casa tras unas palabras adicionales de despedida y buenos deseos.

-Eso no es justo -me di la vuelta a medias para preguntar con una mirada a qué te referías con eso, pero desde ese ángulo no me era posible ver más que tu espalda y hombros siendo sacudidos por temblores de una apenas suprimida emoción. De un momento a otro, te volviste como el restallido de un látigo y me quedé tan aturdido por el temible enojo en tus ojos que por poco no me hice para atrás para evitar ser alcanzado por uno de tus golpes de cabeza que dejan graves contusiones.

- ¡Eso no es justo! ¿Me oye? -subiste el volumen de tu voz, sin importarte el haber estado aún a mitad de la calle, donde tu familia y quizás tus vecinos pudieran oírnos- ¡Cómo se atreve a venir después de tanto tiempo sin dirigirme siquiera un saludo y decirme cosas tan bellas cuando sabe que estoy haciendo lo mejor que puedo para olvidarme de usted!

Tu respiración eran soplos irregulares en mi cara mientras tratabas de normalizarla. Yo me había quedado sin habla, pues jamás te había visto tan disgustado conmigo en ninguna de nuestras vidas.

-Todo mi esfuerzo se acaba de ir a la basura, porque... -mi garganta se apretó dolorosamente a la vista de tus ojos de hermoso carmesí comenzando a llenarse de lágrimas-... Usted me buscó otra vez y me ilusioné, como un tonto, de que quizás quería tener otra oportunidad conmigo. -Cerraste los ojos y te vi negar enérgicamente con la cabeza. -No quería creerlo, ¡Pero es un hombre cruel, Giyuu-san! ¡Y sería mucho mejor para mí si nunca nos hubieramos conocido!

«Querido Giyuu» - GiyuuTanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora