Epilogó Uno

493 57 21
                                    

Una mujer de cabello castaño, de largo hasta el cuello, buen físico, ojos verdes, vestida con unos pantalones de mezclilla y una camisa; se sentaba al frente de un ventanal de prisión, en la cual se encontraba Luthor. La fémina tomó el teléfono al lado de ella para así hablar con su hermano. 

—Hola Lena, ¿a qué le debo tu presencia? —preguntó Luthor indiferente. 

—Te avise, te dije que dejaras tu obsesión con Superman. Mira a donde te ah llevado esto, perdiste Lex. 

—¿En serio perdí? —cuestionó Lex—. Ahora la gente sabe. Sabe lo que pasaría si Superman decidiera ponerse en nuestra contra; un recuerdo que nunca se les ira. Y sombre todo, Stark mató a mi clon. Esa mañana, mi clon ya era igual de poderoso que el original. Aún me preguntó que tanta potencia debió ser ese unirayo. ¿Sabes lo qué eso significa? Significa que tenía razón. El hombre puede matar a Dios. Además, no logré matarlo; quizás. Pero créeme que lo arruine, y pronto querrá haber muerto. 

Esa misma tarde, Clark Kent estaba en la oficina de su jefe Perry Whait, un hombre regordete y pelirrojo. 

—¿Despedido? —preguntó Clark.

—Los siento Clark. Pero Tony Stark a ganado un apoyo mediático de casi el ochenta por ciento. Tus ataques, mentiras, ediciones y calumnias que hiciste junto a Luisa en su contra nos han afectado. 

—¿Que hice qué? 

—Nuestros televidentes han bajado de manera drástica. Y en periódicos somos opacado por el Bugle. Luisa es nuestra cara, y muchos la ven por, bueno; ya sabes que. Y la mayoría de ataques van dirigidos a ti. Lo siento, la única forma de recuperar público es tu despido...

Clark solo bajo la cabeza, ¿ahora qué haría? 

Iron Man v SupermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora