Capítulo 4

2 0 0
                                    


Makenna

Presente

Me desperté de mala gana a causa de la incesante vibración de mi teléfono móvil que estaba ubicado debajo de la almohada.

Dios, que resaca.

Iba a mandar a la mierda, a quienquiera que se le hubiese ocurrido la genial idea de no parar de enviar mensajitos de buena mañana.

Lo primero que hice fue mirar el reloj. 13:15 P.M.

—Joder, qué tarde es.—Vociferé mientras me levantaba de la cama, tan rápido que me mareé en el proceso.

Eso es lo que sucede cuando te emborrachas como si no hubiese un mañana.

Había para mi desgracia almuerzo familiar, al que juré reiteradas veces que iba a asistir y aquí estaba yo, con una resaca de mil demonios, con la cara semejante a un oso panda, y el pelo como si lo hubiese metido en un enchufe.

Sencillamente genial.

En tiempo récord conseguí estar lo que se dice medio presentable; sabía que mi madre iba a hacer escrutinio y más después de haberme ido supuestamente a dormir a casa de Noelia.

—Makie, haces mucho ruido.—Chilló mientras me lanzaba un cojín a la cabeza. Sabía que ella estaba igual o peor que yo.

...

Después de media hora escuchando el discurso de mi querida madre sobre la puntualidad y la educación que me habían dado, por fin nos trajeron la comida y los ánimos estaban más apaciguados o eso creía hasta que mi padre sacó un tema bastante peliagudo.

—¿Cómo vas en la facultad? —Preguntó sonando desinteresado; pero él y yo sabíamos que conocía la respuesta y andarme con rodeos o mentiras solo iba a empeorar el asunto.

—No sé para qué preguntas, si ya sabes la respuesta.— Me encogí de hombros irritada.

—Hija, desde hace años parece que no te importa nada en la vida.— Inquirió frustrada mi madre.Sabía que le había dolido a mi madre decirme eso por el brillo que tenía en sus ojos, el brillo de lágrimas no derramadas. Lo conocía demasiado bien.—Creo que necesitas ir a un psicólogo.

En este momento mi cabeza era un torbellino, un grande y desastroso torbellino en el que no conseguía poner en orden ningún aspecto de mi vida.

—No lo podéis estar diciendo en serio.

—Makenna, tu madre y yo estamos preocupados por tu futuro.—Suspiró y se le notaba el pesar de tener que decirme esto en su tono de voz.—Vas a tirar por la borda tu carrera universitaria, no logras centrarte en nada, no sales de tu habitación apenas y la única persona con la que parece que hablas más y te relacionas más es con tu amiga Noelia.

De repente el plato de pasta a la boloñesa que había pedido se había convertido en un objeto demasiado interesante, porque no quería apartar la mirada de él, esta conversación iba completamente en serio. Mis padres estaban convencidos de que su nefasta hija que no hacía nada bien, necesitaba de un loquero que escuchara sus mierdas y la hiciera cambiar.

Y lo peor de todo es que tenían razón.

—Tendré una sesión, una sola sesión.

Makenna

Pasado

—Niña, ¡ya estás soñando despierta otra vez!— La voz de mi abuela me sacó abruptamente de mi ensoñación.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 15, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Háblame de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora