IX

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Esperábamos a que la profesora de la siguiente clase apareciera cuando de repente Dani recibió un mensaje de la misma diciendo que no asistiría, pero que en su lugar tendríamos que ir a una conferencia que se iba a llevar a cabo cerca de la misma hora. A mí me parecía bien, pero Fátima no pensaba igual.

—Puta madre —se quejó Fátima, como siempre hacía en este tipo de situación y en general—. La maldita no viene y nos manda a una conferencia.

—Yo no voy a ir, wey —dijo Jared con el celular en la mano, posiblemente con algún juego pausado para poder responder a gusto—. No voy a ir, que se chingue la culera, al chile.

—No, si yo tampoco, pero igual me voy a quejar —se rio ella con descaro.

Vanesa se giró en su lugar y ladeó la cabeza al mirarme.

—¿Vamos? —me preguntó.

—Yep, vamos —me levanté al instante y mientras intentaba salir de mi fila de bancos, Vanesa se giró hacia donde estaban Gaby y Emila platicando.

—¿Ustedes vienen o se quedan?

—Eh, sí, vamos juntas —replicó Emilia, aunque luego se volvió hacia Gaby en voz baja que si quería ir, a lo que le respondió afirmativamente.

Las cuatro nos fuimos a un edificio frente al nuestro (a decir verdad no tenía idea de dónde era, solamente seguí a Emilia y Gaby) y nos dirigimos hacia la puerta que tenía como nombre "sala de conferencias". Había mucha gente, sobretodo de otros salones, así que nosotras nos fuimos hasta el fondo y nos sentamos en el piso.

Me senté entre Gaby y Emilia, la primera de ellas estaba en su celular mientras que Emi sacó el suyo para contestar unos mensajes. En cierto momento me llamó la atención para decirme que viéramos Crepúsculo juntas pues la estaban pasando en vivo en una página. Me acomodé junto a ella y cada uno se puso un audífono.

Tengo la costumbre de observar todo a mi alrededor cuando siento que necesito ver algún cambio o me aburriré mucho, así que de vez en cuando desviaba la vista del celular de Emilia para ver a mi alrededor. No habla muchos cambios, solo gente que se acomodaba en su lugar o lo cambiaba, por lo menos hasta cierto momento.

En una de esas, vi de reojo movimiento, así que fue inevitable para mí el mirar qué sucedía. Mi corazoncito se puso como loco cuando vi que Will venía con algunas de sus amigas incluido Leo, otro chico de nuestra clase de Inglés, y venían platicando. Estoy segura de que sonreí como tonta y posiblemente también suspiré porque Emilia levantó la vista para mirarme y se dio cuenta de que estaba mirando algo, cuando se percató de Will comprendió todo.

—¡Will! —le gritó a él. Este volteó la cabeza rápido hacia la dirección en que había escuchado el grito, pero no nos ubicó hasta que Emilia le hizo señas con los brazos para llamar su atención.

—¡Ah, hola! —saludó con una agradable sonrisa, a lo que yo respondí haciendo un gesto con la mano a la vez que volvía a sonreír tontamente.

—Siéntense con nosotros —sugirió Emilia señalando a su lado, que en realidad estaba vacío si no contábamos a la gente que estaba parada.

—Mmm, no sé —se giró hacia sus amigas y pude entender que les preguntaba sobre si se sentaban con nosotras.

Ellas se notaron inseguras, pero como no tuvieron más opciones de lugares y porque se estaba llenando cada vez más la sala, se quedaron con nosotras. Sentí que se me iba el aire cuando vi que se sentaba al lado de Emilia, comenzaban a hablar y de repente ella se volteaba y me decía:

—Karencita, ¿me cambias el lugar? Necesito decirle a Gaby sobre el capítulo de una de nuestras series en común. ¡Gaby! —No me dio tiempo de responder, ya se estaba levantando y para no alentar su traslado yo solo me moví y temblé cuando me noté tan cerca de Will.

PlatónicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora