Galletas Francesas

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Eli llevaba a cabo un día más de rutina, aunque eso no le importaba, al menos no tenía que preocuparse por la incertidumbre, al ser lo mismo cada día podía actuar en modo automático y enfocarse mejor en sus estudios. Sí, abrazar la rutina, estudiar duro y cumplir con su puesto de presidenta del consejo estudiantil, ese era el pensamiento central de Eli, pero en un rincón de su cerebro había algo que la molestaba, trataba de ignorarlo, sin embargo ahí estaba y a veces salía a flote, un pequeño y amargo pensamiento

Era después de clases, Eli y Nozomi estaban en el consejo haciendo sus labores, la pelimorada notó el semblante de Eli, a pesar de que trabajaba como siempre, tenía el ceño ligeramente fruncido, parecía que algo la molestaba

Nozomi: ¿Te sientes bien Elicchi?.

Eli: Sí, ¿por qué?.

La rubia respondió sin despegar la vista de su labor

Nozomi: Pareces molesta con algo.

Eli: No, deben ser ideas tuyas.

Nozomi: Sabes que puedes contar conmigo, puedes decirme lo que sea, confía en mí.

Eli: No te preocupes Nozomi, estoy bien. Mejor ya acabemos esto para poder irnos.

Nozomi: Está bien.

Nozomi prefirió no seguir cuestionando a la rubia, sabía que era muy necia y si la presionabas solo se cerraría más

Al terminar con sus labores se dispusieron a retirarse para sus casas, al salir de la escuela vieron que Nico  estaba esperando a Nozomi, la pelinegra se acercó y las saludo, Eli al saludar a Nico pensó en preguntarle, pero luego desistió, no quería que pensaran que le importaba

Nico y Nozomi se retiraron hacia la casa de la pelimorada, Eli caminó hacia la suya, pero en el camino volvió a pensar en ello

Eli: (Pensando: Ahh hace una semana que no veo a Kousaka... Pero, ¿por qué pienso en esto?, ni siquiera somos amigas, solo nos hemos visto dos veces... Es cierto, solo nos hemos visto dos veces, no hay razón para que me sienta así, es cierto que no me molestó su compañía, pero tampoco es como que quisiera verla de nuevo. Ella es muy extraña, se acercó a mí como si nada, me trató como si fuéramos cercanas, me regaló esos dulces y al decirle que estaban buenos sonrió muy feliz... Ahh Tal vez fue eso, quería que alguien sin ninguna relación con ella probara sus dulces para que le diera una respuesta imparcial, ahora lo entiendo... Pero, ¿por qué me ayudó en el consejo y por qué me dió de comer dos veces?... Agh! No lo entiendo, solo quisiera que por lo menos me saludara otra vez... ¡¿Ehh pero qué estoy diciendo?!... Ahhh Solo estoy cansada, es por eso que estoy pensando demasiado, sobre todo en ella porque no sentí el cansancio mientras conversamos, sí, solo es eso).

Eli aceptó esa conclusión y dejó de pensar en el asunto, al llegar a su casa saludó a su madre y a su hermanita y se fue a su habitación, se cambió de ropa e hizo su tarea, cuando terminó se recostó un rato, su madre la llamó para comer, pero ella se negó argumentando que había comido algo en el consejo estudiantil, mintió, simplemente no tenía apetito, estaba cansada y solo quería estar recostada, si lograba quedarse dormida sería un extra

Al cabo de un rato escuchó que llamaban a su puerta, respondió permitiendo que entraran, así que la puerta se abrió y su hermanita ingresó

Alisa: Onee-chan, ¿estás ocupada?.

Eli: (Sentándose en la cama) No Alisa, ¿necesitas algo?.

Alisa: Bueno, es que quería preguntarte si podrías acompañarme, necesito comprar unas cosas para un proyecto y no sé en dónde comprarlas.

Eli: Está bien, vamos.

Eli se levantó y acompañó a su hermanita, fueron a comprar los materiales que necesitaba la menor, cuando consiguieron todo Eli se disponía a regresar, pero Alisa habló

Presidenta EliDonde viven las historias. Descúbrelo ahora