My Sweet Storm

Él, es mi hogar

Al salir del salón mis pies comenzaron a temblar y un gran escalofrío recorrió todo mi cuerpo, sentía ansiedad y miedo, mientras bajabamos las escaleras me preguntaba porque me habían llamado, si fuera algo del grupo me hubieran dicho por jefa pero esta vez era diferente.

El prefecto se mantenía en silencio hasta que llegamos al 2do piso y me preguntó si todo estaba bien...
Quería decirle que no,en ese momento se formó un nudo en mi garganta, pero el miedo se apoderó de mí y solo logré asentir, de inmediato el prefecto dijo

-Tus padres están abajo, están esperándote.

Al escuchar eso perdí el equilibrio y caí quedando sentada en el suelo, tenía miedo,náuseas.
Solo quería correr ,correr lejos donde no me pudieran encontrar. Rápidamente el prefecto ayudó a levantarme y reitero su pregunta.

-¿está todo bien?
Está vez dije que no a como pude, despues soltó unas palmadas en mi espalda y dijo.. -Todo estará bien...

Antes de bajar me permitió ir al baño a mojarme un poco la cara , y al mirar mi reflejo en el espejo me asusté, mi aspecto era horrible, estaba pálida como un muerto tenía unas grandes ojeras, mis labios estaban hinchados y mis ojos llorosos, mi cabello era un enredo.
Trate de mejorar mi aspecto, saqué un poco de labial que traía en mi bolsillo y trate de arreglarme un poco.
Al finalizar salí un poco más tranquila, había llegado mi peor momento, enfrentar a mis padres.

Cuando baje mis padres estaban esperándome y en cuanto me acerqué a la oficina de prefectura se me pidio de favor que entrara y me sentará, sería una larga charla.
Estaba sentada en medio de mis padres,jamás había estado así y menos con el jefe de prefectura y todos los prefectos mirándome.

Todo era silencio hasta que el prefecto Mike dijo ;

-¿Que los trae a esta oficina el día de hoy?
Mi madre comenzó a hablar y soltó todo, de principio a fin.
Comenzó contando mi relación con Aidan, dijo que ella está en total desacuerdo con esa relación y que quería que expulsaran al chico porque era una mala influencia.
Y dijo que en el reglamento de la escuela marca que no puede hacer ningún tipo de relación amorosa dentro del plantel.
¡ Cosa que no era cierto!, el reglamento lo había leído varias veces ya y en ninguna parte especificaba eso .
Trate de decir algo pero inmediatamente mi madre me callo y me prohibió hablar.
El prefecto Mike trato de tranquilizar a mi madre, e incluso trajeron la boleta de calificaciones de Aidan, ellos dijeron que era un excelente alumno.
Eso hizo enfurecer a mamá, ella en verdad quieres que lo expulsaran o lo mandaran a la tarde, yo únicamente lloraba ,todo lo que pasaba era mi culpa.
Los prefectos se pusieron de mi lado y dijeron que no tenía nada de malo tener una relación, además era algo que tarde que temprano pasaría.
Mi madre se tranquilizó y dijo que lo dejaría pasar
Se despidió y salimos de la oficina y en cuanto salimos me puso en un rincón y amenazó con hacerle algo a Aidan si no terminaba esa relación en ese momento, nunca me sentí más intimidada y humillada.
Para mí suerte el prefecto salió y dijo que debía llevarme a mis clases ,mi madre se despidió de mí y al oído susurró -En la casa hablamos.
Yo subía con los ojos hinchados , no podía parar de llorar, cuando llegamos a mi salón el prefecto mando llamar a Aidan, a ambos nos llevó a un salón que estaba vacío.
Aidan al verme llorar corrió a abrazarme, y en ese instante llore más, el prefecto hablo con nosotros sobre nuestra relación, Aidan hablo por mi, en ese momento no podía decir ni una palabra, el miedo me tenía paralizada y las últimas palabras de mi madre resonaban en mi cabeza una y otra vez.
Al escuchar la historia el prefecto dijo que teníamos su apoyo por cualquier cosa y que no era malo tener una relación, no mientras fuera sana.
Salimos del salón y Aidan le pidió permiso al prefecto de quedarnos un rato en el pasillo en lo que lograba calmarme, el accedió y segundos después Aidan me abrazo y dijo de nuevas esas palabras
-No te preocupes, todo estará bien, estoy contigo

No sentí más tranquilidad hasta ese momento, él era el único al que necesitaba, él... él era mi hogar.