Seguridad

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Ha pasado una semana desde que Aidan termino conmigo, una semana en donde ha estado evitandome, cuando trato de acercarme a el simplemente me ignora, es como si no existiera. La culpa cae sobre mi y de inmediato comienzo a llorar me siento tan mal de saber que fui la causante de que nuestra relacion se terminara tan rapido. Pero de algo estaba segura, amaba con mi vida a Aidan y no queria perderlo, si no hacia algo rapido otra chica terminaria enamorandose de el, ¿Quien no se enamoraria de un chico como el?

Me encontraba dibujando en mi lugar, he de admitir que tengo talento para dibujar y en ese momento teníamos una hora libre, mis amigos discutían sobre un ejercicio que Ara no había comprendido de algebra, preferí ponerme mis audífonos para evitar escucharlos discutir, me concentraba en mi dibujo pero me era imposible, Aidan se encontraba sobre el escritorio mientras platicaba con una de sus amigos, se veían tan cercanos y de vez en cuando ella tocaba sus hombros, me sentía muy incomoda con esa escena lo que hacia que me fuera imposible poder concentrarme en mi dibujo y en un segundo había arruinado las facciones del dibujo, trate de enmendarlo, cuando se me acerco Leo (un de mis compañeros del salon, el siempre se sentaba hasta el frente y solo nos dividía la banca de Alexia, una de mis amigas y he de admitir que tiene una voz increíble), tomo la goma que sostenía con mi mano y comenzó a arreglar mi dibujo.

Había quedado arreglado y lo mejor de todo es que no quedo marca alguna de mi error, tomo asiento frente a mi y comenzamos a platicar; teníamos muchas cosas en comun,a ambos nos gustaba el anime, leer y nos encantaba dibujar era como si estuvieramos destinados a conocernos y después de unos minutos comence a tararear una canción a lo que Leo siguió con la tonada y sin darnos cuenta estábamos cantando, no tan alto pero con sonido suficiente para escucharnos los dos, reía con lo que Leo decía y con el me divertía de verdad era increíble platicar con el, pero sentía una mirada y eso me incomodaba y no era nadie mas que Aidan. Nos miraba con cierta molestia y se bajo de la mesa y se dirigió a donde me encontraba, me tomo de la mano y dijo...

-Tenemos que hablar...

My Sweet StormDonde viven las historias. Descúbrelo ahora