Capítulo 16

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Luego de un par de horas del almuerzo me encontraba en el jardín de la mansión, me recordaba a Las Montañas de Sal, tenía mucha tierra y arena, era para pelear más que para pasearse, tanto Kaius como yo nos habíamos cambiado a nuestras usuales armaduras, los demás estaban sentados alrededor del circulo que se había marcado, era como de tres metros de radio.

-¿Qué arma usaras?-Preguntó Dara, junto a ella había un baúl lleno de ellas.

-Espada-dije, me lanzó una de las espadas tenebranas, me recordaba a la que me había atravesado. Mango de cuero negro, una amatista en el medio.

-Gracias-Kaius venía hacia mí, tenía una espada igual a la mía.

-¿Hasta cuanto lo hacemos?-dije acomodando mi cabello en una trenza.

-Hasta la rendición-dijo Kaisa sentada en una de las sillas de jardín.

-De acuerdo-dije empuñando hacia él.

-Empiecen-gritó Zed.

-Kaius no me dejó parpadear, venía hacia mí con la disposición de terminar esto, la hoja de su espada atravesó la tela de mi muslo y me cortó-Me gusta hacerlo por puntos, así que uno-cero.

-Rodeé los ojos, chocamos espadas y rocé su cuello haciendo una línea delgada de la cual salió muy poca sangre-Uno-uno-dije viendo la cara de impresión en su rostro.

-Chocamos espadas, el retrocedió, pero un codo en mi mejilla hizo que yo lo hiciera-Dos-uno.

-Retrocedí, el vino hacia mi caminando, pero fue muy lento, corrí hacia él y salté, mis muslos apretaban su cara mientras caía al piso, mis rodillas al golpear la tierra se flexionaron para hacer una vuelta de carro hacia delante, me volteé hacia él y puse mi espada sobre su cuello, el apenas abría los ojos-Tres-Dos.

Deberías enseñarme esa maniobra más tarde.

Eres un pervertido.

-Kaius se levantó del piso y con rabia en su cara me golpeó en la nariz con la empuñadura de su espada, por estar distraída el golpe me pegó más de lo que hubiera querido, mi cabeza golpeó contra la tierra-Tres-Tres-su voz grabe y neutral me comenzaba a chillar.

-No me dejó levantarme cuando se sentó sobre mi abdomen y comenzó a golpearme con los puños, me había devuelto a ese día en la carnaza-nueve-Tres, me estoy cansando el primero en llegar a doce-dijo levantándose de mí.

-que idiota-mascullé escupiendo sangre, pero cualquier herida se sanó mientras me levantaba.

-Se paró al escucharme, atravesó su espada en mi esternón-Diez-Tres.

-Sangre salía de mi boca-Saben comienzo a cansarme de esto, sin sacar la espada clavé la mía en su abdomen, justo como tantas veces lo habían hecho en mí, sangre salió de su boca.

-¡Kaius!-dijo con mucha preocupación Kaisa, Killian la sostuvo para que no interviniera, saqué la espada de él, la sangre salía a montón, y le di diez puñetazos y codazos intercalados mientras estaba en el piso.

-La espada atravesada en mi esternón detenía un poco la hemorragia-Y esto es lo que me hace ser tan respetada-curé a Kaius, intercambié miradas con Killian.

-¡No lo hagas!-dijo con preocupación Killian.

-Que conste que le gané trece-diez-saqué la espada de mi, gemí del dolor, había atravesado uno de mis huesos eso dolía más que en el abdomen, caí muerta sobre el piso.

-Desperté en la habitación que Killian me había dado, él estaba mirando por la ventana. Me levanté con cuidado de la cama, y troné mi espalda-Deberían darte un premio por salidas dramáticas-dijo Killian escuchando mi espalda crujir.

Una Guardiana De Cenizas (UGDC#1)Where stories live. Discover now