En orden

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La noche pasó, Karma se había marchado dejándo el cuidado del jóven en manos de Sett y dejándo una misteriosa aura luminosa en la habitación
Sett quien había adoptado la misma posición a rodillas de la cama, se había dormido con la cabeza recostada en la cama al lado de Aphelios.

La madre entró pero solo vió a su hijo dormido esperándo que su acompañante despertara,  la mamá entendió que aquello, era ma que una imple amistad, y entrando acómodo una pequeña sabana sobre los brazos descubiertos de su hijo, le quitó el pelo de la cara, y se fue sin despertarlo.

Aphelios despertó, el dolor en sus extremidades era menos en comparación a ayer, y sus heridas fisicas eran casi invisibles, sin embargo la espina en su corazón seguía fielmente clavada .

Para su sorpresa lo primero que vió al despertar fue la figura de Sett.
Y aquello lo tranquilizó.
Permaneció viendo al pelirrojo durante un largo rato , hasta que por fin este también despertó.

-.¡Phel !-.
Gritó de alegria el vastaya al ver que su amado había recobrado la conciencia.
Y se avalanzó sobre él para abrazarlo.

Aquello era lo mas lindo de  ver para Aphelios, aunque por dentro sentía una melancolía profunda, no podía dejar de sentirse feliz al ver nuevamente a Sett.
Y correspondió a su abrazo , envolviéndolo entre sus delgadas manos.

-.Pensé lo peor-. Señalo Sett  en un tomo aún triste ,sin quitarse de entre los brazos de Aphelios.

-.Prometeme que no volverás a irte sin mí phel.... porfavor -.

El tono de voz de Sett sonaba tan profundo en la cabeza del chico, que al oir esto su corazón se fragmentó en pedazos, dejándo caer una pequeña lágrima por su mejilla .

-.Lo prometo Sett-. Respondió Aphelios.
Dijo Aphelios apretándo aún más fuerte a Sett.
Sabiéndo que ahora no podía continuar sin el.

El vastaya levantó la mirada , para fijar sus ojos en el Lunari.

-.Ahora comprendo quien eres chico-.
-.Se quien eres y todo lo que sacrificas-.
Dijo Sett, con sierto tono amargo en la voz.

Aphelios se preguntaba como era eso posible, pero prefirió olvidarlo, si ahora Sett sabía quien era, no debía ocultar sus motivos ante él, y aquello lo apaciguó.

Por su parte Sett, no desprendía la mirada del chico.
No podía mirarlo sin sentir que se le revolvía el estómago, sin sentir las ganas de  besarlo, sin sentir las ganas de protegerlo.

Aphelios por su parte, extrañaba los cálidos ojos de apreiencia felina, y aquellas tan dulves orejas vastayas.
Impulsó su mano hacia la cabeza del pelirrojo, y acaeició sus orejas tal como había hecho la primera vez.
Estas reaccionaron inmediatamente, en un movimiento de caida hacia adelante , en señal de aprecio.

Aphelios soltó una pequeña risa; aquello le parecía lo mas adorable del mundo, y un pequeño ruido emanó del mestizo.
Una especie de ronrroneo , el mismo que antes había escuchado.

-.Prometo que estaré contigo -. Dijo Sett sin dejar de ronrronear tal como un gato, dejándo su lado vastaya expuesto.

Aphelios, en respuesta silenciosa, dirigió su mano hacia la cara aspera del mestizo y la exrendió para besarlo, dejándose llevar lo mas intimo de sus sentimientos.

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Las horas pasaron, y consigo un par de días.
Aphelios ya estaba mejor.
Y aunque Sett ahora comprendía la importancia de Aphelios por volver al santiario Lunari, lo obligó a quedarse unls dias para asegurarse que se recuperara del todo.
Este no se negó.

Los dias habian sido increibles.
Su pequeño secreto se habia fortalecido y la confianza entre ambos ahora era íntima.
Habian pasado algunos días en que Sett salía con Aphelios a pasear por Jonia, enseñandole hermosos lugares sagrados y dotados de magia ancestral.

Sett había vuelto a  poner todo en orden el la arena , y se inventó una excusa creible para que los visitantes olvidaran el insidente de hace unos dias, y dejó a cargo la arena, a su segundo hombre de confianza; de esta manera , no era necesario cerrarla, y seguía generando ingresos .

-.Te quiero enseñar algo Phel-.
Dijo Sett un dia mientras paseaba con Aphelios por las vastas calles jonianas.

Aphelios asintió con la cabeza y tomando la mano de Sett , dejó que le guiara.
A aphelios le encantaba el tacto de la mano del vastaya entre la suya, lo hacia sentir protegido, pero mas aún; amado.
Aquello era algo que nuca antes había podido experiementar tan a fondo, realmente todo lo que hiciese con Sett le alegraba.
Habia aprendido a quitar de su rsotro aquella triste limitación que le negaba sonrreir , y poco a poco había ablandado su corazón.

-.Aquí es-.
Señaló Sett mostrando un hermoso jardin repleto de grandes y preciosas flores , en donde desde el fondo, se veía una gran espevie de mansión entre las rocas ,  denotando la típica arquitectura Joniana.

Aphelios voleteó extrañado, intentando desifrar aquel monumento.

-.Verás... esta inmensa casa que ves, la he conseguido durante toooodos estos años en la arena...-.

Nuevamente Aphelios miró extrañado.

Ambos entraron, todo era gigante, y la casa estaba finamente amoblada hasta el ultimo rincón, llena de objetos lujosos .
Y el eco rebotaba en las paredes con cada pisada, haciendo enmarcar la enormidad de aquella casa.

-.La única razón por la que no estoy aquí es mi má...- .
-.Es solo que desde pequeño, nunca tuve grandes lujos, siempre vivimos en esa casa pequeña -.
-.Pensaba mudarme aquí con ella, pero nonlo acepta, y en cierto modo estar aqui solo no es agradable-.

Terminó de hablar el vastaya.

Aphelios no terminaba de sorpenderse, como aquel hombre  que ya estaba completamente realizado,  aun asi no dejaba sus origenes atras, y guardaba consigo la humildad pura.
Examinaron un buen rato la gigantezca casa hasta que la tarde empezó a cer a sus espaldas.
Ninguno tenía intenciones de irse, despues de todo estaban los dos juntos, y todo lo demas sobraba.

La noche cayó, y cuando el dialogo cesó, se diriegieron a la habitación principal .

Aphelios se acomodó en la cama esperando a  que Sett llegase.
Cuando por fin este llegó, las cosas se dieron diferentes.


Luna nueva : Sett x ApheliosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora