La detective Dina Todd vuelve a Chicago después de haber estado 4 años en Nueva York. Al volver entrara en Inteligencia, la unidad de Hank Voight. Allí encontrara una nueva familia y el amor, pero no todo es de color de rosa...
Si quieres descubrir...
Me desperté por la mañana porque mi móvil no paraba de sonar, al cogerlo era Nadia, me dijo que fuera por ella y me dio una dirección. Al colgar me metí corriendo a la ducha, me duché, sequé, vestí y maquillé en tiempo récord. Cuando ya estaba lista cogí mi placa, mi pistola y salí de mi habitación, bajé a la cocina y dejé una nota en la nevera que decía que por trabajo había tenido que salir temprano. Salí de casa, me subí a mi coche y conduje hasta la dirección que me había dado Nadia, al llegar aparqué y entré en la casa cerrando la puerta detrás de mi. Encima de un sofá había dos personas dormidas junto a Nadia, dormida ella también, suspiré y me acerqué a ella.
Dina: Despierta -dije moviéndola, ella abrió los ojos y se me quedó mirando por un segundo-
Nadia: Ha venido -sonrió, yo asentí y la ayudé a levantarse-
La llevé a mi coche y la senté en la parte del copiloto, yo me subí en la del conductor y empecé a conducir hasta un bar donde podríamos tomar un café tranquilas. Al entrar nos sentamos en una mesa y pedí dos cafés, cuando los trajeron ella le empezó a poner azúcar al suyo, me fijé en sus manos, no dejaban de temblar.
Dina: ¿Qué quieres exactamente Nadia? -la miré, ella me miró y apartó la mirada- Si no puedes ni decirlo nunca lo conseguirás
Nadia: Te llamé -dijo mirándome-
Dina: Sí, lo hiciste y volviste a coger la jeringuilla -la miré seria-
Nadia: Quiero salir -me miró-
Dina: Entonces tienes que desintoxicarte -ella empezó a llorar y asintió- ¿Sí?
Nadia: Sí -bajó la mirada-
Dina: De acuerdo, debo hacer unas llamadas para meterte en el centro -apoyé mis codos sobre la mesa- Y probablemente tarde un día o dos, te quedaras en mi casa hasta entonces ¿Vale?
Nadia: ¿Puedes cerciorarte de que esta vez entro en el centro? -me miró-
Dina: Claro que sí -le sonreí-
Nadia: Gracias -entonces nos dejaron unos platos de comida, ella me sonrió y empezó a comer, miré mi tarjeta encima de la mesa arrugada y suspiré, al acabar de comer fuimos a mi coche y conduje hasta mi casa, al llegar Nadia se quedó parada junto al coche- ¿Eres rica?
Dina: No, mi padre gana dinero matando a otros -la miré- Mi familia y yo vivimos aquí para poder estar todos juntos -suspiré- Esta casa es Suiza, los problemas y los asesinatos se quedan fuera -le puse la mano en la espalda y le di un leve empujón para caminar hasta la puerta, antes de yo poder abrirla con la llave, la abrió Dean vestido de militar con Kyla y Ollie en brazos-
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Dean: Lotty date prisa o llegarás tarde a trabajar -me miró-