Para Eddie, sin duda no había nada más contradictorio e irritante que morirse de ganas por comer algo, y que cuando ya lo tenga frente a él, las náuseas sean inevitables. Era frustrante y molesto. Hasta ese momento lo único soportable para él eran los snacks y golosinas del patio de comidas, pero estaba seguro que ese tipo de alimentación no le traería nada bueno, y mucho menos si para esos momentos ya no debía comer correctamente solo por él.
En el patio de comidas veía a su alrededor a los estudiantes alimentándose de las variedades del comedor con gusto, y se irritó aún más por aquello, porque él también quería comer así, sin tener que preocuparse por vomitar ante cualquier olor que perciba su nariz. Soltando un suspiro cansado fijó su mirada en la bolsa de papas fritas en sus manos, y abriéndolas comenzó a comer despacio.
No pasó mucho tiempo hasta que vió a unos cuantos metros de él a un chico de piel oscura con una bandeja en las manos, mirando a todos lados, aparentemente buscando un asiento libre en el que sentarse, sin embargo, a esa hora el comedor solía estar bastante lleno por ser la hora del almuerzo, así que todas las mesas estaban ocupadas. Creyendo que el chico se alejaría, Eddie de nuevo volvió su vista a las papás y continuó comiendo. No transcurrió mas que unos minutos hasta que notó que alguien se plantó al frente de él y carraspeó. Cuando levantó la vista notó que era el mismo chico.
-Disculpa, ¿puedo sentarme aquí? El lugar está lleno.- Le pidió amablemente mientras le sonreía. Eddie viéndolo atentamente, dudó unos segundos, pero luego de pensarlo bien, decidió que sería un acto de mala educación rechazarlo, y asintió lentamente.
El joven sin perder el tiempo colocó la bandeja en la pequeña mesa, y se sentó frente a Eddie. Al inicio ninguno de los dos habló, el chico se había concentrado en comer lo que había llevado, y Eddie al intentar descubrir que era, comenzó a mirar disimuladamente a la bandeja contraria. De inmediato su mirada captó tres recipientes pequeños de salsas para la comida. Pero una especialmente captó su atención, era salsa de soja y de inmediato quiso probarla.
-Le pedí sin salsas y parece que no me escuchó.- Habló el chico en tono de queja, haciendo a un lado los envases y continuó comiendo. Eddie de nuevo fijó su vista en la salsa, y luego la desvió hacia el chico.
¿Cómo decirle que quería una de esas, sin sonar necesitado?
-¿Vas en tu último año, cierto?- Preguntó el muchacho después de un rato, y cuando pareció darse cuenta de algo muy importante, rápidamente se corrigió. -Soy Mike, por cierto. Mucho gusto.- Mike estiró la mano por encima de la mesa, y después de mirarla unos segundos, Eddie la apretó en forma de saludo.
-Eddie.
-Oh claro, ¿Eddie de Química y Farmacia, verdad?- Eddie arrugó el entrecejo ante esas palabras, y silencioso pidió una explicación para saber a qué se refería. -Bueno, solías ser amigo de Bill. Él es bastante conocido por ir a las fiestas ilegales de aquí.- Entendiendo la razón, y con algo de incomodidad Eddie asintió, pero el chico de inmediato notó el malestar del castaño ante la mención de Bill, así que dándose cuenta que no era un tema fácil de hablar para Eddie, o que prefería evitar, decidió no volver a mencionarlo. -Como te decía ¿vas en tu último año, no?
-Sí.- Contestó algo cohibido.
-Yo también voy en mi último año. Bibliotecología.- Eddie inevitablemente fijó su mirada en la salsa, y de nuevo se preguntó como podría obtenerla ¿Era buena idea que simplemente la tomara, o debería pedirla? Pero se moría de vergüenza por pedirla, ya que era extraño que decida pedir solo salsa de soja ¿Y si el chico malinterpretaba todo y creía que él quería que le dé de su comida? -Después de esto vienen tus prácticas pre-profesionales ¿o me equivoco?
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[CANCELLED] Am I Pregnant?! » Reddie [IT AU] •M-PREG•
Fanfiction⚠️ ADVERTENCIA: Esta historia no está terminada y lamentablemente no lo estará. Se encuentra publicada nuevamente con el único propósito de que puedan releerla mis lectores. Lamento las molestias. ⚠️ Del total de la población en todo el mundo, el 1%...