Fool's Gold [Benny Weir]#1 PAUSADA

•02 • Vampire•

Entre a la habitación de Ethan, el se quedaría ahí toda la noche en forma de protesta, así que yo le haría compañía

-Hola, nerd- dije sentándome en si cama

-Sabes, tu también eres una nerd

- Si, pero yo no lo hago notar

Vi a un lado del escritorio las espadas de juguete con luces de Ethan

-Oye, no planeas aburrirte toda la noche ¿Verdad?

-Supongo que no, ¿Porque lo dices?

-Bueno...- me paré de la cama, fui hacia las espadas y los tome- Podríamos, no lo se, desaburrirnos con esto

-Pareces una niña de seis años, Ali

-Vamos, sólo un raund. El ganador le debe una pizza y un helado al perdedor

-Esta bien- dijo tomando una de las espadas, yo sonreí- ¿Lista para tu derrota?

-Estoy lista, pero para ver cómo pierdes

Estuvimos jugando un rato. Parecíamos niños pequeños, extrañaba estar así de alegre con mi primo, durante el verano sólo hablábamos de estupideces mientas veíamos televisión, y era divertido, pero Ethan casi siempre estaba más con Benny que conmigo.
Logré ganarle a Ethan y, en ese mismo momento, el monitor de la computadora de Ethan empezó a sonar mientras en la esquina se leía "Video Chat Entrante; Benny". Ambos nos sentamos en las sillas del escritorio, Ethan contestó y la imagen del castaño apareció en la pantalla

-Chicos, ¿El bombón de niñera no ha llegado?- pregunto de forma ansiosa

-No, nos quedaremos aquí como protesta- respondí recostando mi cabeza en el hombro de Ethan

-¡Pues yo no! Porque si aparece esa hermosura, yo estaré al acecho

-Suerte con eso- dijo el pelinegro

De la nada, se empezó a escuchar un fuerte ruido desde afuera, Ethan se asomó por la ventana y volvió a sentarse luego de ver que no había nada

-¿Escuchan eso?- pregunto Benny en el vídeochat- Suena como si se estuvieran peleando unos mapaches

-De seguro son gigantes- reí al ver a Benny con una extraña "antena" de sonido- Si que eres raro, Weir

-Mira quién habla, Morgan- respondió burlón a mi comentario

Entonces, se oyó un estruendo en el piso de abajo, Ethan y yo salimos de la habitación, preocupados, llegamos hasta la cima de las escaleras y nos detuvimos al ver a la morena de la cafetería en frente a la puerta de entrada, lucia preocupada y tenía hojas en su cabello. Baje las escaleras y me acerqué a ella