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-¿Así? -Muevo mí mano lentamente sobre una banana, y Sam suelta una pequeña risa. -¡Sam!

-Lo siento, lo siento. -Se remueve sobre mi cama. -Es raro ver una banana con un condón.

Ahora también río yo.

-Sí. ¿Podemos continuar? -Sam asiente.

-Lo haces bien, solo no aprietes tanto... -Murmura.

Continuo moviendo mi mano lentamente.

-Aumenta un poco la velocidad. -Lo hago e inevitablemente imagino que se lo estoy haciendo a Steve.

Imagino su cara, su cuerpo... Imaginar eso hace que algo en mi vientre se remueva.

-Más... -Vuelve a pedir Sam, y lo hago.

El movimiento de mi mano es frenético.

-Eso es... Justo así... Hasta que acabe, y cuando acabe, muevela lento durante unos segundos. -Lo miro y noto algo de sonrojo en sus mejillas.

-Es una banana, no acabará. -Murmuro dejando la banana sobre la cama. Me acuesto apoyando mi cabeza en una de mis manos y Sam hace lo mismo a mi lado.

-Llegada la situación no será una banana. - Asiento.

-¿Estuvo bien? -Sam asiente.

-Realmente bien.

-No lo digas si no lo crees, Sam. -El suelta un bufido.

-Si yo fuese esa banana estaría muy agradecido. -Murmura y sonríe.

Yo río.

-¿A si? -Él asiente.

-Mañana practicaremos la mamada. -Dice mientras se acuesta boca abajo y cierra sus ojos.

-¿Por que no ahora?

-Creo que esa banana ya tuvo suficiente... -Murmura y yo también me coloco boca abajo. Con la banana entre mis manos.

Quiero estar preparada lo antes posible.

-Sam... -Abre sus ojos y yo llevo la banana a mis labios. Sam me mira atento.

Separo mis labios e introduzco la banana a mi boca. Lentamente la saco y vuelvo a meter. Paso la lengua, meto y saco.

Sam suspira.

-¿Esta mal? -Él niega, sin decir una palabra. Así que continuó.

Vuelvo a imaginar que es Steve y lo hago con más ganas.

Noto como Sam se remueve a mi lado.

-Ya está bien. -Murmura y yo me detengo. -Solo continúas haciendo eso hasta que acabe.

Asiento y hago a un lado la banana.

-¿Soy buena aprendiendo, verdad?

-Ya lo creo... Aunque todavía puedes hacerlo mejor, pero eso ya será con el tiempo. -Vuelve a removerse y suspira.

-¿Estas bien?

-Si. Ahora duerme, aprendiz.

Y eso hago, cierro mis ojos y luego de unos minutos me quedo dormida.

*****************

Sam.

Kam continúa moviendo su mano lentamente sobre la banana. Admito que verla hacer eso hace que algo en mi interior se remueva.

-Aumenta un poco la velocidad. -Ordeno y ella lo hace, noto como sus mejillas se sonrojan un poco.

-Más... -Vuelvo a ordenar, y ella aumenta la velocidad.

El movimiento de su mano es frenético.

-Eso es... Justo así... Hasta que acabe, y cuando acabe, muevela lento durante unos segundos. -Ella me mira y se detiene.

-Es una banana, no acabará. -Murmura dejando la banana sobre la cama. Se acuesta apoyando mi cabeza en una de mis manos y yo la imito.

-Llegada la situación no será una banana. - Ella asiente.

-¿Estuvo bien? -Asiento. Admito que verla hacer eso me excito un poco. ¿Qué? Un gay también puede sentir cosas cuando ve a una mujer hacer algo sensual. ¿No?

-Realmente bien.

-No lo digas si no lo crees, Sam. -Suelto un bufido.

-Si yo fuese esa banana estaría muy agradecido. -Murmuro y sonrió.

Ella suelta una pequeña risa.

-¿A si? -Asiento.

-Mañana practicaremos la mamada. -Me acuesto boca abajo y cierro mis ojos.

-¿Por que no ahora? -Insiste.

-Creo que esa banana ya tuvo suficiente... -Murmuro y la noto moverse a mi lado.

-Sam... -Abro mis ojos y la veo llevar la banana a sus labios. La miro atento, sin decir nada.

Separa sus labios e introduce la banana a su boca. Lentamente la saca y vuelva a meter. Pasa la lengua, mete y saca.

Un leve suspiro se me escapa.

-¿Esta mal? -Niego y ella continúa con su "mamada".

Me renuevo intentando encontrar comodidad con la maldita erección que acabo de tener.

-Ya está bien. -Murmuro y Kam se detiene. Creo que si continúa haciendo eso le voy a pedir que practique con mi pene.-Solo continúas haciendo eso hasta que acabe.

Asiente y hace a un lado la banana.

-¿Soy buena aprendiendo, verdad? -Pregunta y yo solo puedo pensar en su boca.

-Ya lo creo... Aunque todavía puedes hacerlo mejor, pero eso ya será con el tiempo. -Vuelvo a removerme buscando comodidad y suspiro.

-¿Estas bien? - Bien duro.

-Si. Ahora duerme, aprendiz.

Cierra sus ojos y luego de unos minutos se queda dormida.

Yo también cierro los míos y maldigo internamente.

Esto fue una mala idea.

Enséñame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora