❌Está historia participa en los Premios Gemas Perdidas❌
Trilogía Tempestades
-Lo siento, Cory, pero esto es todo- Me había dicho esa noche fría y oscura, sin importarle verme llorar y suplicarle que no me dejara.
Dejándome ahí, tan desolada y desdic...
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Cory Shane 22 DE MARZO DEL 2019
Una última sonrisa y se dio la vuelta, para finalmente marcharse. Solté el aire que había retenido momentos antes, estaba confundida, incluso Alicia lo notó.
—Es lindo— Dijo, dibujé una sonrisa por dicho comentario. —¿Es tu amigo?
Únicamente agité la cabeza afirmando su pregunta. Sentí un gran alivio al ver que Anisha no había visto mis gestos o lo que sea que hubiese pasado hace unos momentos con él. Ella me delataría con Ithiel y si algo sabía, era que él no lo quería cerca de mí.
De mis dos hermanitas, Anisha era la que más quería a Ithiel, no iba a mentir y decir que las trataba mal, porque no era así, incluso él las apreciaba demasiado.
Al volver a casa, tras entrar, un taxi se hizo notar a la lejanía, las niñas tomaron a Coky de la correa y corrieron al interior de la casa, pero yo permanecí ahí afuera, con la curiosidad en aumento por la llegada de ese taxi. Llegué a creer que podía tratarse de Ithiel, sin embargo, recordé que él los detestaba y el hecho de que hace unas horas me había traído en un auto nuevo.
En ese instante no sabía que pronto conocería al hombre que me marcaría de por vida, hasta que lo miré bajar del auto, ayudando a mi Nana con su maleta.
Me quedé quieta en un lugar alejado del gran portón, observando a ese hombre minuciosamente. Lo detallé de pies a cabeza, tenía un cabello castaño y espeso, incluso a la distancia que estaba, pude darme cuenta de los tatuajes que se encontraban en sus brazos, quizás no detalladamente, pero le daban un aire de hombre peligroso, junto al cuerpo tan definido que no dejaba mucho a la imaginación.
No sé que le habrá dicho Patty, pero aquello le dibujó una sonrisa demasiado atractiva. Cuando menos lo esperé, el hombre alzó la vista y me atrapó observándolo.
No tuve más remedio que acercarme a ellos, seguir ocultándome sería extraño y ridículo, sabiendo que él ya me había visto desde su posición.
Solo estando cerca pude detallar sus ojos, eran verde claros y tan profundos que parecía estar viendo hasta mi alma. Sus labios eran perfectamente rojos y gruesos. Su cuello cubierto por la camisa de vestir dejaba entrever un poco de los tatuajes que, quizás cubría su pecho. Y sí, en definitiva me sobrepasaba por dos cabezas y medias. La fisonomía de su rostro era como una obra de arte pintada por el mismísimo Leonardo Da Vinci; tenía largas pestañas que cubrían sus ojos y que de igual manera chocaban un milímetro abajo de sus cejas.
También pude notar como sus pómulos se marcaban dándole un tipo de rostro más cincelado y de modelo.
Era demasiado guapo para ser verdad... era, incluso, alguien que podría superar la belleza de Ithiel Hale y no estaba para más, podría asegurar que ese tipo era un hombre, hecho y derecho.
