𝑬𝒑𝒊𝒔𝒐𝒅𝒊𝒐 𝑰𝑽: 𝑳𝒂 𝒅𝒊𝒔𝒕𝒂𝒏𝒄𝒊𝒂 𝒆𝒔 𝒅𝒐𝒍𝒐𝒓𝒐𝒔𝒂

337 26 14
                                    

Pov Ciel

En toda mi vida, jamás creí sentir dolor a causa de mis propias palabras, pero ya era muy tarde para retractarme, lo único que quedaba era aceptar la realidad. Lo había arruinado, de la peor maner posible

-Sebastian, quiero salir contigo- De nada serviría si no hablaba con él y tampoco estaba resignado a perderlo. Perder a ese maldito demonio que me traía serenidad en los días mas sombríos.

-Ya tiene muchas salidas programadas hoy- Justo como esperaba, sus palabras eran más tajantes de lo úsual, tanto que podía sentir como me atravesaba con ellas

-Contigo- Repetí mis palabras, recalcandolas para que fuera capaz de entenderlo correctamente

-No tiene tiempo libre-Suspiré al escuchar sus palabras, no había remedio. -Ven aquí- Como era de esperarse, obedeció mis palabras acortando nuestra distancia. Dudé un poco antes de hacerlo, pero no me retractaría.

Cerré mis ojos y de un suave movimientos roce mis labios con los suyos, sin obtener una reacción por su parte. Nuevamente abrí mis ojos, encontrandome con su penetrante mirada.

-¿Puedo retirarme, jóven amo?- Al parecer había sido inútil, asentí con la cabeza dando media vuelta, no quería verlo.

Escuché la puerta de la habitación cerrarse junto al sonido de mi corazón latir, ¿qué fue ese repentino latido?

Me dolía respirar.

Pov Sebastian

Cerré mis ojos acercando me a mi amo, como me lo pidió, el tacto de unos labios sobre los mios me hizó abrir lentamente mis ojos, vaya acto desesperado, más aún sabiendo que ni siquiera había dado su primer beso. Su expresión denotaba esfúerzo, no parecía disfrútarlo y todo era mi cúlpa

-¿Puedo retirarme, jóven amo?- Su rostró parecía tener un ligero enrojecimiento, podía asegurar que lo atacaría si no salía de la habitación al momento, noté su asentimiento y me apresuré a retirarme , alistando su carruaje para la salida hacia el lúgar al que se le había invitado para una fiesta

- - - - - - - - - - - - - -

-Estoy aquí por asúntos de trabajo- Habló un peligris sonríente, mientras se acercaba al peli-almirante

-Sebastian, dejame a solas con Undertaker- La mirada decidida de el conde se mantuvo fija sobre el shinigami

-Yes, my lord- El azabache hiz9 una reverencia antes de distanciarse lo suficiente para no interrumpir su conversación

-Sé lo que necesitas- Nuevamente, una tétrica sonrísa era dibujada sobre los labios de el shinigami

-Yo no n-...- El peli-almirante no pudo terminar la oración antes de ser interrúmpido por el más alto

-Aquí tienes, toma tu decisión mas tarde , sabes cual es el precio por ello- Colocó un pequeño frasco dentro del cual posaba un líquido color negro oscuro, entre las manos del conde.

El conde se quedó en silencio y lo guardó en su bolsillo, de nada le serviría ignorar tal propuesta sin saber que era primero.

Hizó una seña y salió de el cuarto, sus asuntos habían terminado en aquel lúgar y su encúentro con el shinigami no había sido más que algo inesperado.

-¿Necesita ayuda para subir al carruaje? - El azabache mayordomo abrió las puertas de el carruaje con el fin de que su amo entrara.

-No.- El peliazúl almirante miró una última vez el inexpresivo rostro quien le servía, murmúrando algúnas breves palabras -No hay marcha atrás- Tales palabras que para su mayordomo no pasaron desapercibidas, inclúso sin decir nada al respecto

Pov Ciel

Subí al carruaje, sentandome mientras pensaba la decisión que tomaría, la puerta se cerró y Sebastian subió a la parte exterior de el carruaje para comandarlo.

Saqué el frasco mientras observaba el brevaje dentro de este. "Voy a tomarlo" pensé abriendo el frasco y bebí de un sorvo la sustancía, volviendo a guardar el frasco en mi bolsillo, no había ningúna reacción aparente, probablemente había sido una broma por parte del peligris. Aúnque de cierta manera me tranquilizaba. Cerré mis ojos pensando en ello

-Hemos llegado, jóven amo- Escuché una voz entre sueños, ¿me había dormido? Me apresuré a levantarme , abriendo mis ojos; Un mareo me hizó resbalar, chocando contra algo firme.

-Esta bien, amo?- Mis ojos se dirigieron hasta los ojos color carmesí de mi preocúpado mayordomo

-Estoy b-...- Unas voces me interrumpierón, se escuchaban murmúllos, miré a mi alrededor , mi sombrero se había caído

-Seb-...- Una mano me cubrió los labios y sentí como me envolvía un reconfortante calor, junto al olor de un elegante perfume

-Comienza a volverse peligroso- Escuché aquellas palabras, era la voz de Sebastian.


...Que extraña situación..

Que extraña situación

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝑴𝒊 𝒍𝒊𝒏𝒅𝒐 𝑭𝒆𝒍𝒊𝒏𝒐 ❣︎♫︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora