01: End of Time.

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"Insano, por dentro.

El peligro me excita."

Narrador omnisciente.

"Los humanos somos carnívoros, en muchas opciones, y una de éstas, está el sexo. Queremos más y más, y, como un animal comiendo de su presa, quiere buscar a otra.

Sin embargo, es un círculo vicioso, siempre queremos más."

Kirai, el nombre de aquella enfermera quedó confusa con la reacción de Zenitsu, el chico rubio. Si no quería tener sexo, ¿para qué vino a su departamento?

—Tsk —masculló ella, dejando de quitarle el cinturón al chico—. Igual sería pedofilia, así que...

—Tengo veintitrés.

La fémina se sorprendió a tal punto de parar lo que iba a hacer (recoger la toalla y ponérsela). Quedó tan impresionada, que también se quedó sin pensamiento alguno.

El chico agarró la toalla, poniéndosela por todo su hermoso cuerpo. Él no decía nada, pues ya estaba acostumbrado. Acostumbrado a que las personas le miren desde arriba, sintiéndose una pulga indefensa ante ellos.

Su cobardía, era lo que más odiaba.

Kirai reaccionó segundos más tarde, suspirando abrió el mueble donde había con suerte dos blusas y dos pantalones. Se quitó la toalla para por fin para vestirse, sin importarle que el rubio le mirase. Al fin y al cabo, ya lo había hecho.

—Oye, niñato —dijo, sólo con el sostén puesto y los jeans. Al ver que Zenitsu miraba a otro lado, apretando los puños e ignorándola, dejó la blusa atrás, preocupándose más por él—. ¿Qué sucede?

En cuanto quiso tomarle la mano como si fuesen pareja, él la apartó, escondiendo las manos en el bolsillo de su polerón. Sin embargo, la exenfermera sí había visto sus cortes.

—¿Por qué? —preguntó de la nada.

Zenitsu.

Mierda y más mierda. Sabía que vería mis cortes, y me haría las típicas preguntas para "hacerte sentir bien".

—Me corto porque quiero, ya está.

Escuché a la enfermera suspirar, mostrando su brazo izquierdo, el cual estaba lleno de cortes, sin excepción. Algunos más profundos que otros, por las cicatrices que le dejaron.

—No es porque tú quieras —susurró, en un hilo de voz—, es porque sientes necesidad de hacerlo.

»Cuando ves un cuchillo automáticamente empuñas la mano y esperas el dolor del corte, la sangre salir y salir, llorar no por el dolor del corte, sino por el dolor emocional.

Me quedé mudo. Por lo que inhalé y exhalé, sacando las manos del bolsillo, para después subirme las mangas y mostrarle mis recientes cortes. Ella, aún en sostén —no sé por qué— tomó mi antebrazo, observando detenidamente y tocando los cortes con sumo cuidado, cosa que provocó el erice de mi piel.

—Son recientes —finalizó, tomándome de la mano y llevándome al supuesto baño, que, en realidad, era un asco. Sacando alcohol y algo de algodón comenzó a desinfectar los cortes, yo empuñaba la mano por el dolor, pero ella me calmaba con su respiración y la calidez de sus dedos—. ¿Tienes otros?

Negué.

—Okey, ahora no te dejaré ir a las cuatro de la mañana para que te hagan lo mismo, así que quédate conmigo, si quieres.

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⏰ Última actualización: Apr 18, 2020 ⏰

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