PRÓLOGO

92 6 3
                                    

Los sentidos se entorpecieron con cada hora en la que era inútil permanecer quieto ante el exalto de cualquiera al que se proponía enfocar, pues los rostros, que en un principio le parecían totalmente extraños, de pronto poseían las facciones más inhóspitas. 

Se limitó a tomar de las frituras y bebidas que los anfitriones de la fiesta ofrecían en ese moderno edificio departamental. Aunque ya en la cocina, no supo decir si lo que contenían los recipientes seguía siendo apto para consumo humano y mejor optó por servirse al azar. Si era capaz de abandonar el plomo que sus pies simulaban haber adquirido, bien podría saborear el alivio que tanto ansiaba.

Deslizó la puerta para introducirse al living, siendo recibido por un matiz de aromas para nada agradables y percatándose de un animado Kim casi en el mismo estado que el resto de los asistentes. ¿Cuánto tiempo habría estado dándole vueltas la cabeza?

—¿Debería traer más? — Jungwoo casi tuvo que gritar para llamar su atención y la gama de luces parpadeantes no era menos molesta.

El aludido negó con la palma de la mano, señalando el vaso de plástico aún con la mitad de su cóctel improvisado; una mezcla cuyo sabor ni siquiera era capaz de distinguir. El más alto se encogió de hombros ante su respuesta.

Se dirigieron al balcón. Era un evento privado en el que el interés de los asistentes desaparecía después de la tercera ronda; la música de un género que apenas toleraba y los murmullos ininteligibles definitivamente no entraban en el concepto de "probar cosas nuevas" para el pelinegro.

Desde el interior del inmueble aquel par suscitó todo menos atención y tras instalarse un silencio, embriagados por una solidaria travesura, su compañero finalmente se atrevió a hablar.

—¿Ya decidiste qué vas a hacer? —preguntó con los brazos sobre la veranda oscura.

—Voy a intentarlo. Es lo que quisiera decir, pero no tengo las agallas — trató de atenuar lo último y el castaño se mostró comprensivo.

—En lo personal creo que es lo mejor y probablemente menos doloroso. Ni siquiera echo de menos al Lee Know que se comporta agresivo en confianza, sólo su extraña energía.

La media luna en los labios de Minho, si se podía llamar así, no brillaba tanto como sus ojos, levemente opacos. ¿Desde cuando ese gesto lo percibía tan pesado? Y el oxígeno, tan denso? Ya no era capaz de cubrir sus debilidades con humor.

—Por tu parte, me parece extraño que hayas asistido sin haber hecho al menos dos o tres contactos.

—Están demasiado borrachos, o en el peor de los casos, inconscientes. Ni siquiera sé por qué pensé que sería un buen lugar, perdón por eso.

El menor le miró de reojo y pateó ligeramente la pierna de su amigo. La intención del más alto al parecer consistía en subirle el ánimo.

Con el desazón aún en su interior, la vibración de su celular le obligó a revisar su bolsillo.

[Notificación de mensaje]

Cachorro desconocido:
Hyung, ya está lista la cena.

Los menores del dormitorio habían acabado tarde y a pesar que informó de su salida, omitió los detalles de su regreso. Seguramente el más joven del australiano par le había suplantado en la preparación de la comida, puesto que acompañar a Jungwoo no estaba planeado. Ya vería alguna forma de recompensárselo.

Quiso pensar que cuando Chan se enterase, éste le perdonaría el acto de rebeldía, así como él le guardaba el secreto de haber compartido la botella de ginebra con los demás miembros. Quiso creer que merecía un descanso de sus propios torbellinos, de la misma forma que el mayor se refugiaba en el exceso de compromiso. Definitivamente le entendería.

Lee Know:
No me esperen. Coman bien.


⠶⠶⠶

Lee sencillamente estaba agotado. Deseaba desconectarse y enterrar por un día ese sentimiento similar a una herida recién hecha, cálido por dentro y a la vez doloroso cada vez que cierta persona aparecía.

¿Remordimiento? Quizá existía un poco. Los ojos de sus compañeros eran una mezcla de compasión y advertencia que su razón tomó siempre en cuenta, y en algún punto de su carrera hizo las paces con lo que medio público sospechaba, pero había decidido no tomar acción por el bien del grupo y de su peculiar vínculo.

Jisung era abierto y escandaloso, independiente y perezoso, sentimental y voluble. Era como ese cóctel en su mano, cuya única certeza era la presencia del alcohol. En su amistad lo seguro era la comodidad de ser ellos mismos en silencio, libres de juicios y malicia. Y eso estaba bien.

¿La desventaja? No era fácil detenerse y transformar los estragos que su cuerpo manifestaba, ignorar el cúmulo de ambiciones que generó un hueco en su corazón. La cercanía y la intimidad de su lenguaje no verbal ya no le era suficiente, a tal extremo que sus muros se volvieron una ventana por la que todos podían ver su inoportuno anhelo.

El trabajo y otras personas no llenarían aquello.

Minho siempre llevó a cabo sus decisiones considerando las metas y el impacto a su alrededor. Si para debutar necesitaba destacar y pagar lo necesario, haría el mayor esfuerzo sin descuidar los estudios. Si su familia le expresaba su preocupación, intentaría cuidar más de sí mismo y aumentar su determinación. Si requería mantener un peso para mejorar su danza o imagen como grupo, lo conservaría, no obstante, siempre dentro de sus propios términos.

Si en algo tenía una inmensa confianza era en su profesionalismo.

Pero en ese terreno tan accidentado como lo eran las emociones, dejaba de ser un pilar para convertirse en un ingenuo. 

Restarle importancia a sus juegos de acercamiento y las atenciones que tenían uno para con el otro, no salió como esperaba. Esos detalles adquirían, sin su permiso, un valor singular y representativo. Y para su desdicha, conocía de sobra que el menor no pretendía despertar algo más allá que una platónica franqueza. 

Le había quedado claro, tantas veces. ¿Por qué no le era posible trasladar esa firmeza por albergarlo, para tranquilamente rendirse? 

Llevó la palma de su mano al pecho y sus pensamientos invocaron un dolor en el lugar de siempre. Tan intenso que se vio entumecido y suspiró con desgano. Avergonzado de tener encima un error tan tonto como enamorarse de su mejor amigo.

Al menos esa noche, simplemente quería dejar de sentirse expuesto.


▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒▒

Hi ~  Soy Mitzu.

Este es mi primer fic de skz y estoy feliz de que sea con esta pareja después de un bloqueo de escritor tan horrible.

Ojalá puedan acompañar a este par hasta el final, prometo sacarles lágrimas de todo tipo <3

Intentaré actualizar semanalmente, aprovechando que la idea está recién horneada (?)

Énouement [Minsung]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora