Con los primeros rayos de sol, la alarma sonó indicando a Luna que los quehaceres del día comenzaban. Se levantó y fue directo a asearse mientras se acomodaba el pijama.
Cuando terminó su aseo se dirigió a la sala y se topó con Ryan ya despierto.
–¡Vaya, huele bien por aquí!– exclama ella con los ojos cerrados para disfrutar del exquisito aroma que desprendía aquella cocina –¿Son tostadas con miel cierto?– añade con curiosidad.
–Sí, tenía que agradecerle de alguna forma a mi salvadora y de paso darle algo de ánimo– comenta Ryan mientras ríe y comienza a poner la mesa. –Puedes ir trayendo el jugo– señaló.
–Vale– acepta ella y se dirige a la nevera a por el jugo –Por cierto, ¿ánimo para qué?– pregunta mientras lo coloca en la mesa y se sienta.
–No creas que se me ha olvidado que hoy es el festival– menciona Ryan llevándose un pequeño trozo de tostada a la boca.
–Oh, mmm, eso– murmura ella con la boca llena de esas deliciosas tostadas.
–Venga sé que vas a ganar, eres Luna Miller, ¿lo recuerdas?
–¿Cómo olvidarlo si tengo un hermano que se encarga de recordármelo?– ríe por lo bajo mientras le da su último bocado a la tostada que tenía en el plato –Por cierto, ¿qué pasó con tus cosas?– pregunta frunciendo ligeramente el cuello y colocando una mirada de curiosidad.
–Me las quitaron en la pelea– responde tranquilamente Ryan.
Luna pone los ojos en blanco y suspira lentamente.
–¿Qué haré contigo?– murmura mientras se aleja de la pequeña mesa.
Coloca todas sus vasijas en la cocina y se dirige al cuarto a cambiarse y recoger sus cosas.
–Este muchacho, en qué problemas se mete– piensa mientras entra al cuarto y cierra la puerta.
Mientras se viste frente al espejo y acomoda uno de sus mechones un detalle llega a su mente:
–¿Hermosa? Dios...ese estúpido no sale de mi cabeza, por mucho que intento sacarlo de ahí termino recordando algo de ayer...– se cuestiona mientras suspira levemente y continúa arreglándose.
Tras terminar recoge su mochila y piensa:
–Genial...menudo acontecimiento, la mochila. Le daré la mía a mi hermano, espero que la cuide, supongo que tendré que usar la del "Sr. Pesado"– murmura haciendo un gesto como de "¿qué se le va a hacer?"
Tras coger la mochila de Stephe le llama la atención el lujoso y brillante logo plateado con aquellas letras grabadas: "Mc. Collins". –Vaya, interesante, ¿qué tendrá esto que ver con él, serán sus apellidos?... bueno, qué importa– sentencia, coge todo y va hacia la sala.
–Toma y coge algo de comida en el refri– le dice a su hermano y le lanza su mochila.
–Gracias, ¿y tú con qué irás?– pregunta Ryan juiciosamente.
–La encontré en la biblioteca, no había nadie cuando me iba y la tomé, espero devolverla– responde apartando su mirada de Ryan.
–Bien, que tengas un buen día, por cierto, se ve bien, tiene clase– asiente Ryan colocándose los dedos índice y pulgar de su mano derecha en la barbilla.
–¿Luna, por qué papá nos abandonó?– preguntó Ryan penetrantemente quemando todo el aire alrededor con sus palabras y frenando a Luna en seco –sé que lo conociste, ¿por qué lo hizo?– pregunta en tono algo afligido esta vez.
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¡Porque te Amo!
RomanceSi lo que buscas es soñar despierto (a), divertirte, experimentar nuevos sentimientos, estimular tu imaginación y aprender de los temas más interesantes de esta vida, te aconsejo esta historia. En ella encontrarás el por qué de muchos problemas en e...